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pre resultaría que el estado posterior había de mostrar la influencia progresiva de la civilizacion. La primitiva ferocidad é indisciplina de los antiguos moradores del Danubio, se modificó por la legislacion gótica, como á su vez ésta habia de sentir la influencia saludable del Cristianismo. En vez de recrudecerse las costumbres y las leyes, habian de dulcificarse, y

lo

que los godos ni conocieron ni sospecharon, no pudieron los aragoneses inventarlo en ofensa de sus Monarcas, sin una causa poderosa de las que marcan una época dada en la civilizacion de un pueblo. Ni la historia, ni las tradiciones por ella recogidas, ni las leyes ni prácticas que ha respetado el tiempo, descubren en los primeros siglos de aquel ilustre reino, nada que pueda autorizar ó disculpar siquiera, la suposicion de tan violento retroceso. Por el contrario, de acuerdo con el señor Conde de Quinto, afirmamos que en Aragon jamás ley ninguna se permitió suponer el caso que pudiese perder un Rey la Corona por faltar á su juramento, ni por otra cualquiera causa; y dicho sea en honor de aquel reino, cuyas verdaderas glorias reivindicamos, no hay ejemplar en la Monarquía aragonesa de la des

titucion de un Rey. Muchos de ellos perecieron en los campos de batalla peleando á la cabeza de sus valientes por el triunfo de la fe y por el engrandecimiento de su reino; pero ninguno sucumbió bajo el puñal asesino de sus súbditos (1). Para el esclarecimiento de la fórmula, cuya inexactitud ha inspirado este trabajo, de nada sirve el recuerdo de la legislacion goda,

(1) Sólo cuenta la historia de Aragon un asesinato de príncipe, reinando D. Ramiro el I. El de su hermano don Gonzalo, á quien su padre D. Sancho el Mayor, en la reparticion que de sus dominios hizo por disposicion testamentaria entre sus cuatro hijos, habia dejado los Estados de Sobrarbe y Ribagorza. Mas prescindiendo de que el Rey de Aragon era D. Ramiro, y de que el asesino no era aragonés, sino gascon, el hecho fué de todo punto privado, habiéndole atravesado por la espalda, con su lanza, en la puente de Monclus, al volver de cacería, un criado suyo que le acompañaba, llamado Ramonet de Tomanera ó de Gascuña. Y por más que el resultado político fuese el de incorporar de nuevo aquellos Estados en su corona de Aragon el rey D. Ramiro, la historia, á pesar de que todos los hijos de D. Sancho vivieron siempre con guerras entre sí por quejas y pretensiones contra la reparticion hecha por su padre, no ha manchado la memoria de aquel Monarca con la imputacion del fratricidio.- Conde de Quinto, página 457.

ni que los particulares contratasen y litigasen con arreglo á las leyes del Fuero Juzgo: esto nunca probará que la sucesion á la Corona y la Monarquía en tiempo de la reconquista, se go. bernase por leyes más depresivas, que las que guardó el pueblo godo. Es necesario formar el propio juicio, no por consecuencias apasionadas y poco lógicas, sino por los recuerdos que han reunido inteligencias privilegiadas, y por lo que la imparcialidad exige y aconseja en las investigaciones históricas.

III.

SUMARIO.

Reunion de Sobrarbe en Aragon.-Indicaciones sobre la sucesion hereditaria de la Corona.-Primeras elecciones.-Opiniones de Briz Martinez, Zurita, Blancas, Marichalar y Manrique, Tomich y Fabricio.-Negacion de la fórmula del juramento hasta Blancas.-Texto inventado por éste.-Su verdadero orígen.-Silencio del mismo Blancas en sus Coronaciones y Juras.-Opiniones de otros escritores y cronistas aragoneses.-Reconquista de Zaragoza.-Sucesion hereditaria de la Corona.-Escasa representacion de las Universidades.- Primera intervencion del Justicia en el reinado de Pedro II. Desenvolvimiento de la Monarquía aragonesa hasta principios del siglo XIII.-Feudo concedido á la Santa Sede.

Es opinion probable que Iñigo Arista fué el último Rey de Sobrarbe, y que al sucederle en el reino su hijo D. García Iñiguez, quedó moralmente confundido y absorbido Sobrarbe en Aragon, figurando sólo desde entónces como segundo título de los Reyes aragoneses. Miéntras los historiadores navarros sostienen, que aún estaba vigente el principio electivo, Blancas, asegura que la sucesion de D. Sancho I, ti

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