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formas politicas, los del partido que habia combatido la libertad de la impren ta, eran los que en sus publicaciones se aprovechaban más de ella para escarne cer las Córtes y ultrajar con dicterios á los diputados de opiniones contrarias á las suyas (1). Por eso irritaba tanto la publicacion de escritos injuriosos al Congreso, como los de Lardizabal y Colon, nada menos que ex-regente el uno, decano del Consejo el otro (2).

Uno de los asuntos que se trataron y debatieron con mas interés y empeño en las Córtes en los dos últimos meses de este año (1844), fué el relativo á la mudanza de regentes, por no ser, decian, para el caso los que habia: proposicion que hizo Morales de los Rios, y apoyaban otros, en la ocasion crítica de hallarse el presidente Blake tan ocupado y comprometido como hemos visto en los desgraciados sucesos de Valencia. Dificultaba para algunos esta cuestion la pretension antigua del ministro de Portugal de hacer regente ó poner al frente de la Regencia á la hermana de Fernando VII., la infanta María Carlota, princesa del Brasil; mientras que para el partido anti-liberal de las Córtes era éste un nuevo aliciente ó estímulo para el cambio, y por eso mostraba empeño en que se hiciese, y en que figurase á la cabeza de la Regencia una persona real. Complicábase además este punto con el de la sucesion á la corona de España, que en aque! tiempo como parte de la Constitucion se estaba tratando tambien en las Córtes, y sobre el cual se agitaban diferentes pretensiones y se movian los diversos bandos políticos que las sostenian.

y

Dió entonces la princesa misma un paso, en que mostró no poca ligereza, hubo de hacerla perder mucho en el concepto de los hombres pensadores; cuál fué el de escribir á las Córtes una carta, á la que quiso dar el tinte de confidencial, como si confidencias de esta clase pudieran tenerse con un cuerpo tan numeroso y en que habia tantas maneras de pensar. Decimos esto, porque tuvo la candidez de advertir que de esta correspondencia deseaba no tuviese noticia su esposo. La carta tenia por objeto dar una especie de descargo y satisfaccion á la nacion española por las quejas que se tenian de la conducta de la córte del Brasil en los sucesos del Rio de la Plata y de Montevi

(1) Sobre esto pueden verse en Villanueva las sesiones secretas de 1.o de julio, 27 de octubre y otras.

(2) El tribunal especial, al cabo de algunos meses que duró el proceso, absolvió á los catorce consejeros á quienes se suponia firmantes de la consulta (29 de mayo, 1812). Mucho mas severo con Lardizabal, aunque no tanto como el fiscal, que pedía para él la pena de muerte, le condenó á expulsion de

todos los dominios españoles, mandando que

los ejemplares del Manifiesto fuesen públicamente quemados por mano del verdugo. Habiendo apelado al Tribunal supremo de Justicia, la sala 2. revocó la sentencia; pero la 4. la confirmó en virtud de apelacion del fiscal del tribunal especial. En cuanto á Colon, tuvo la fortuna de que la junta suprema de censura absolviera su escrito, aunque excediéndose de sus facultades.

deo, procurando así congraciarse con la representacion nacional. Esta le contestó que para asuntos de esta clase debia dirigirse á la Regencia, á cuyas facultades y atribuciones correspondian. Mezclábase tambien en ello el embajador inglés, entre el cual y la actual Regencia mediaban desavenencias graves. La discusión fué larga y reñida.

En cuanto a la necesidad de mudar de regentes, era bastante general y compacta la opinion, no en cuanto á la calidad de las personas que habian de nombrarse. Los partidarios de la infanta Carlota, algunos de los cuales llevaban la idea, plausible en sí, de llegar por este medio á la union de España y Portugal, tuvieron el mal acuerdo de encomendar á dos diputados de escaso nombre y de no menos escasa influencia la presentacion de dos proposiciones, una para que se eligiese nueva regencia compuesta de cinco individuos, uno de los cuales fuese una persona real (y ya se sabia á quén se aludia); otra añadiendo que, nombrada que fuese la regencia, se disolviesen las Córtes y so convocasen otras para 1813. Fácilmente conocida la tendencia anti-liberal y la trama que en tales proposiciones se envolvia, los diputados del contrario partido las impugnaron con calor, y en especial Calatrava y Argüelles, presentando este último otras tres en opuesto sentido, pidiendo esplícitamente en la primera de ellas que en la regencia que se nombrase con arreglo á la Constitucion, «no se pusiese ninguna persona real.» Y ésta fué la que prevaloció muy á los principios del año entrante, como luego habremos de ver (4).

De propósito hemos dejado para la última parte de este capítulo lo que se refiere al principal, al grande objeto de las tareas parlamentarias del Congreso de este año de 1814, á saber, al proyecto de Constitucion que se estaba elaoorando y discutiendo. Presentó la comision sus primeros trabajos en la sesion del 18 de agosto. Leyó don Agustin Argüelles el largo y erudito discurso que precedia al proyecto; obra suya, de las que honran más á aquel distinlinguido hombre politico, y que entusiasmó á cuantos le escucharon. Hizo después lectura don Evaristo Perez de Castro del proyecto, que abarcaba las dos primeras partes de la futura Constitucion. Toda la sesion se invirtió en la lec¡ura de ambos documentos, que se mandaron imprimir con toda preferencia y con toda la posible brevedad. Y en tanto que estas dos partes se discutian, la comision continuaba sus trabajos, en términos que se halló en disposicion de presentar la tercera parte de su obra el 6 de noviembre, y la cuarta y última. 26 de diciembre del mismo año. Periodo nada largo, atendida la calidad de obra y la estension que se le dió. La discusion duró hasta el 23 de enero del ño próximo. Antes habria terminado, sin el empeño de los enemigos de las

(1) Sesiones seeretas de noviembre y diciembre de 1814.

reformas en suscitar obstáculos y prolongar los debates, moviendo cuestiones, muchas veces hasta impertinentes, sobre cada artículo, y aun sobre cada frase; sistema que en estos cuerpos suelen emplear con frecuencia las oposiciones, cuando desesperan de impedir por otros medios el triunfo de las ideas contrarias; y más si alimentan, como en esta ocasion, alguna esperanza de que entretanto habrán de venir de fuera sucesos que contrarien la obra cuya elaboracion intentan impedir.

Tarea larga seria la de querer dar una idea de la marcha que siguió, de los discursos notables que se pronunciaron, de las ideas que se emitieron, de los incidentes que hicieron variados, interesantes y curiosos los debates sobre el proyecto de ley fundamental. Sobre esto, asi como sobre la índole, carácter y espíritu que distingue la Constitucion política que fué resultado y fruto de aquellos trabajos y de aquelles deliberaciones, diremos lo que sea compatible con la naturaleza de nuestra obra, cuando hayamos de hablar de la conclusion de aquel código y de su publicacion como ley del Estado

CAPITULO XVII.

OPERACIONES MILITARES EN EL RESTO DE ESPAÑA.

1911.

(De agosto á fin de diciembre.)

Perseverancia admirable.-Sucesos de Cataluña.-Don Luis Lacy y el baron de Eroles.Toman las islas Medas.-Sorpresa de Igualada y de Bellpuig.-Operacion combinada con Eroles, Milans, Sarsfield, Casas y Manso.-Sucede el general francés Decaen á Macdonald.-Aragon.-Duran, el Empecinado, Amor, Tabuenca.-Hacen prisior era la guarnicion de Calatayud.-Pasan á Guadalajara de órden de Blake -Navarra.-Mina. -Pregonan los franceses su cabeza.-Tientan después ganarle con halagos.-Arranque enérgico de Mina.-Va á Aragon.-Derrota una columna enemiga.-Embarca los psioneros.-Bando notable de represalias espedido por Mina.-Castilla.-El 6.o ejército. -Wellington.-Socorren los franceses à Ciudad-Ro Irigo.-Combaten al ejército anglo-portugues.-Accion de Fuenteguinaldo.-Don Julian Sanchez; don Cários de España.-Extremadura.-El 5.° ejército español.-Division anglo-portuguesa.-Sorpresa y derrota del general francés Girard en Arroyo-Molinos.-El 7.° ejército.-Invade nuevamente Bonnet las Astúrias.-Movimientos de las tropas españolas. -Santander y Provincias Vascongadas.-Porlier.-Renovales, Longa y otros caudillos.-Reunion de Mendizabal y Merino en Castilla.-Andalucia.-Espedicion de Ballesteros.-Muerte del general francès Godinot. -Situacion del rey José en Madrid.

A pesar de los grandes contratiempos que habiamos sufrido en la zona oriental de la península, principalmente con las pérd das de Tarragona y Valencia, ni el espíritu de nuestros guerreros habia desfallecido (que en ésta como en tantas ocasiones era superior á todo encomio su perseverancia), ni en todas partes por fortuna habia mos ido tan de caida, ni en aquellas partes mismas fué todo infortunio, y hechos hubo que consolaban de las adversidades que á todos los buenos españoles afligian.

En la misma Cataluña, donde habia sido tan grande el quebranto, y donde, tras las pérdidas sucesivas de Lérida, Mequinenza, Tortosa, Gerona, Tarragona y Figueras, parecia que no habia de haber quedado ni terreno que defender ni valor para pelear, todavía no faltaron genios belicosos é incansables,' que aunque con pocos y escasos elementos, mantuvieron viva la llama de la insurreccion, y reanimaron con parciales triunfos el espíritu pertináz de los catalanes. Con ahinco, y sin desalentarse por los anteriores reveses, trabajaban don Luis Lacy y el baron de Eroles. Por órden del primero acompañó el segundo al coronel inglés Green á un desembarco en las islas Medas, sitas á la embocadura del Ter (29 de agosto). Tomaron y destruyeron el fuerte que los franceses en ellas tenian; los ingleses creyeron conveniente abandonarlas volando el castillo, pero Lacy, que no opinaba como ellos, se embarcó en persona (11 de setiembre), las reconquistó arrojando los franceses, restableció el castillo, puso á las islas el nombre de islas de la Restauracion, y se volvió dejándolas en disposicion de resistir las tentativas de los enemigos.

Pocos dias después, acompañado de su segundo el baron de Eroles, acometió y causó una pérdida de doscientos hombres á los franceses de Igualada (4 de octubre), obligándolos á refugiarse en el convento de capuchinos que luego tuvieron que abandonar. Sorprendió el de Eroles un convoy que iba de Cervera. Asustados los franceses con tan bruscas é inopinadas embestidas, abandonaron los puntos poco fortificados, incluso el de Monserrat, cuyo monasterio quemaron y destrozaron al retirarse, y se acogieron á Darcelona. Lacy pasó á Berga, donde reclamaba su presencia la junta del Principado, y prosiguiendo el de Eroles la empresa comenzada, atacó á Cervera, y obligó á rendirse á mas de 600 franceses atrincherados en el gran edificio de la universidad (1). Activo y enérgico, pasó inmediatameute á Bellpuig, cuya guarnicion se le entregó (14 de octubre), en número de 150 hombres, que eran los que no habian perecido en la defensa: corrióse el de Eroles al norte del Principado. Bajo su proteccion el gobernador de la Seo de Urgel don Manuel Fernandez Villamil hizo una incursion atrevida en Francia, arrollando las tropas que se le pusieron delante, exigió contribuciones, incendió pueblos, y repasó otra vez la frontera.

Grandemente se acomodaba á las aficiones y al genio de los catalanes esta

(1) Entre los prisioneros lo fué el corregidor nombrado por los franceses, hombre feroz, de quien cuentan que solia castigar á los que no pagaban puntualmente las contribuciones, ó no obedecian á sus arbitrariedades y caprichos, metiéndolos en una

jaula de su invencion, con la cabeza fuera, untado á veces el rostro con miel, para que le atormentára el ardor del sol, y basta las moscas. El pueblo vengó ahora, como era de esperar, las crueldades de este hombre atroz haciéndole víctima de sus furores.

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