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metropoli. El cacao, casi la unica produccion que enviaban á España, pagaba 12 duros por quintal, tres de los quales se pagaban adelantados. Todos los demas articulos eran en proporcion.

En tiempo de paz el flete del cacao ha sido de 3 duros por fanega.

El cacao que se desperdicia durante el viage se carga á cuenta del capitan. Para cubrir esto le conceden tres por ciento, es decir, que de 110 libras que hace una fanega, no está obligado á entregar mas que 107 libras. Sin embargo, los desperdicios suelen subir á veces á mas que el tres p. c., y el capitan tiene que completar las 107 libras á expensas suyas. Esta perdida se computa á 112 p c. Esta es una condicion que tiende á hacer al capitan vigilante y cuidadoso.

El flete desde Inglaterra á Tierra Firme es de 1 p. c. mas que á las islas correspondientes en vista de Tierra Firme.

Derecho de exportacion sobre mulas, 15 duros.

sobre ganado, 8

La extraccion de ganado está ahora prohibida.

En Cadiz habia una Camara de Seguros, sugeta á reglamentos aprobados por el rey: se disolvio por las perdidas enormes que sostúbo al principio de la guerra con Inglaterra en 1796. Despues los seguros se hacian en polizas parciales, de sumas mas o menos importantes, que ciertos capitalistas empleaban para ese objeto en navios particulares: de este modo los dueños de los navios escogian sus seguros, y los hacian comparecer ante los tribunales en caso de disputa. El premio ordinario en Cadiz para el Golfo de Mexico, era de 21⁄2 á 3 p. c. en tiempo de paz, y segun la estacion.

En Sto. Tomas, donde hay una compañia de seguros, se escritura ahora para Tierra Firme. En los meses de Mayo y Junio ultimos se efectuaron seguros á 5 p. c. todo peligro incluido. En Inglaterra no se pueden efectuar en este momento por el doble de esa suma, por razon de las ultimas y freqüentes piraterias.

SECCION X.

IMPORTE DE LAS EXTRACCIONES É INGRESOS.

EL establecimiento de los Holandeses en Curazoa en 1634, excitó á los habitantes de Caracas á dedicarse á los trabaxos de la agricultura. Pronto comenzaron á exportar cacao y pieles en cantidades suficientes para hacer un trafico de trueque con los Holandeses, por aquellos generos Europeos que necesitaban los colonos. Este trafico aumentó de tal suerte que la metropoli juzgo que era tiempo de intervenir: publicaron un decreto suprimiendole; y fletaron dos navios desde España con generos para la colonia, sobre los que pusieron derechos enormes. De consiguiente los Holandeses comenzaron un comercio de contrabando, y vendieron tan barato, que era imposible para los comerciantes Españoles competir con ellos, asi que quedaron, hasta 1700, los unicos dueños del comercio.

Desde 1700 hasta 1730, los comerciantes Españoles trataron de renovar sus especulaciones; pero la actividad Holandesa fue tal que les abarataron en todo. A este tiempo, el producto anual de Caracas solamente en cacao era de 65,000 quintales (de 1600 onzas el quintal). Las extracciones por las aduanas reales subian á 21,000; de suerte que los Holandeses recibian los 44,000 quintales restantes en sus navios de contrabando. La corte de Madrid viendo esta disminucion en sus rentas, y resolviendo poner fin al trato con los extrangeros, tubieron recurso á confiscaciones de propiedad, á multas y castigos sobre las personas que fuesen descubiertas haciendo el contrabando con los Holandeses.

A pesar de estas medidas, el trafico ilicito continuaba aun, y los medios adoptados no siendo suficientes para suprimirle, recurrieron al expediente de formar una Compañia que monopolizase todo el comercio de exportacion y de ingreso de la capitania-general. Esto fue llevado á efecto; y la vigilancia de los miembros de esta Compañia era tan grande, que el comercio ilicito fue muy pronto suprimido, y lograron satisfacer á los colonos completamente por sus continuas remesas, y comprando todos aquellos articulos que tendrian buena venta. Construyeron almacenes inmensos en diferentes puertos, y adelantaron mucho

dinero á los cultivadores sin ningun interes. Pueblos florecientes se levantaron de todas partes, y la tierra se convertio de pantanos y montes inmensos en plantaciones risueñas. En 1735, no se exportaban mas que 65,000 quintales de cacao, mientras que en 1763, el producto de este articulo subía á 110,650 quintales. El ganado se multiplicó tan rapidamente en las vastas llanuras del sud, que añadieron pieles á los otros objetos de extraccion. Desde este tiempo, los derechos que se pagaban en las diferentes aduanas eran tan grandes, que no se hacian mas remesas desde Mexico á Caracas para pagar los gastos de su gobierno.

Pero con todas estas ventajas, que no duraron mucho, los Directores de la Compañia se arrogaron poderes que no les pertenecian por la carta de fueros que se les habia concedido: en una palabra, se corrompieron; y tal era el estado del comercio á causa de los abusos que cometian diariamente, que en 1778 la corte de Madrid abrio los puertos de Venezuela y de España para que comerciasen reciprocamente. Se hicieron nuevos reglamentos, y el comercio de la colonia aumentó gradualmente hasta 1796, quando experimentó una concusion muy grande por las operaciones maritimas de los Ingleses, que en aquel tiempo estaban en guerra con España.

Las cuentas siguientes son las exportaciones hechas en los quatro años desde 1793 hasta 1796, comparados con las de los quatro años siguientes.

Extracciones desde 1793 hasta 1796.

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Sobre esta diminucion Depons hace las siguientes observaciones: "Es mas facil achacar esta diminucion á la guerra, que convenir que, en parte, es la conseqüencia de una mala administracion. Al admitir que esta causa tiene cierto peso, seria sin embargo injusto y ridiculo quedar satisfechos con una razon que no puede operar mas que en cierto grado. La guerra no tiene ningun influxo excepto sobre el precio del producto: no puede perjudicar á las producciones, mas que privando á la agricultura de los brazos que exîge, y esto no ha sucedido en estas provincias, excepto quiza en unos quantos cientos de hombres de color emancipados, que han tenido que estar en los puertos para la defensa del pays. Esta circunstancia no hubiera podido nunca ocasionar una diminucion anual en la cantidad del producto hasta el importe de 100,000 duros. Ni podia la guerra tampoco cambiar el valor de las producciones; han mantenido el mismo precio en los quatro años desgraciados como en los quatro años precedentes; y el añil estúbo, en uno de los primeros, á 14 reales la libra en lugar de á 12. Esta igualdad de precio durante los ocho años en qüestion, es la mejor prueba de que no han faltado nunca compradores, y que el comercio ha recibido y pagado lo que los cultivadores han podido dar, excepto el cacao. De consiguiente, no debemos buscar en la guerra tan solo la causa de la paralizacion en que han caido las provincias de Caracas. No se puede ascribir á ningun azote ó calamidad, como peste, epidemias, sequedad, ó inundaciones extraordinarias. La Providencia ha guardado á Tierra Firme contra tales desgracias. De consiguiente lo debemos imputar á las malas disposiciones locales."

Segun los informes que obtubó Lavaisse por los documentos officiales en Venezuela durante 1807, el importe del producto agricultural extraido de estas provincias, desde 1794 hasta 1806, subia anualmente á cosa de 4 millones de duros. Sin embargo, segun los documentos que se cogieron en Puerto España en la Trinidad, y de los de las islas Granada, Tobago, Curazoa, Sto. Tomas, y Martinica, que hacian él comercio de contrabando con las provincias de Venezuela, los contrabandistas no podian menos de sacar anualmente, y un año con otro, cosa de 2,500,000 de duros en producciones, que consistian en cacao, algodon, añil, un poco de cochinilla, anoto, maderas para teñir,

y para ebanistas, cobre, pieles, maiz, tasajo, y pescado, bueyes, caballos, y mulas, asnos, monas, papagayos, &c. y cosa de 6 ó 700,000 duros en especie, y desde 1801 una pequeña cantidad de azucar y café. Exportaban anualmente desde estas provincias á España, y á Mexico, cosa de 2,000,000 duros en producciones coloniales. Esto aumenta las exportaciones á cosa de 5,200,000 de duros.

Las computaciones del producto embarcado, en 1801, en navios con pasaportes Ingleses desde Puerto Cabello, que tenia generalmente 100 de ellos pequeños empleados en este trafico, son del modo siguiente; pero las sumas de dinero que se enviaban para procurar generos, y los articulos que embarcaban clandestinamente en la costa, son aun mayores.

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Con algunas gomas, drogas, maderas de teñir, &c.

La politica de la nacion Inglesa en dar pasaportes á los buques Españoles, lo que les daba una seguridad perfecta en aquellas mares, tenia, ademas del buen efecto de volver á cuenta suya el comercio de aquellos payses, el de aumentar un trato que ha dado origen á una reciprocidad de relaciones comerciales, y el de convencer aun á la España, que los Ingleses estaban persuadidos que la guerra, aun en su mayor furor, era mas el efecto de una politica necesaria que de la inclinacion.

El restante del producto, particularmente lo mas abultado, aun el cacao, que estaba baxo restricciones y prohibiciones las mas expresas en los ultimos años de la guerra, circulaba por los Estados Unidos, y de alla iba á Europa; y el precio alto al que se tenia este articulo en España, pagaba ampliamente el aumento de gastos que necesariamente tenia que incurrir por

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