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cer la sucesión de la Infanta en el Reino, según consta del instrumento que al efecto se redactó. «Seguridad del Rey Don Alfonso, de >>sus hermanos, prelados, varones y comunida>>des de Castilla hecha á la sobredicha señora >>Berenguela concertada de casar con el señor >>Luis de Francia de la sucesión de los Reinos >>de su padre en defecto de hijos varones. Y le >>hacen los dichos hermanos, barones, prelados >> y comunidades homenaje de aquellos Reinos >> viviendo el Rey su padre: á 5 de Mayo de >>1255 (1)».

Sancho IV y Fernando IV.

Don Sancho, que á la muerte de su hermano Don Fernando, primogénito de Alfonso X, se había proclamado heredero del Trono y que luego hubo de colocarse en franca rebelión contra su padre, reunió Cortes en Valladolid en 1282, concertando su enlace con Doña María, hija de Don Alonso, señor de Molina, y celebrando sus bodas en Toledo.

De este matrimonio nacieron dos hijos: Don Fernando y Doña Isabel, y muy niños aún estipuló su padre el enlace de aquéllos como

(1) Mondéjar, Memorias de Don Alonso el Sabio, lib. 5.o, cap. XXXIV.

medio de asegurar la amistad con Portugal y con Aragón. Don Fernando fué prometido á Doña Constanza, hija del Monarca lusitano; y Doña Isabel al Rey aragonés. En prenda de lo primero se entregaron á Don Dionisio algu nos castillos y ciudades y Doña Isabel, cuyos desposorios se celebraron en Soria en Diciembre de 1291, fué conducida al lado de su esposo.

Muerto Don Sancho, su viuda Doña María de Molina, para salvar el Trono de su hijo, ratificó la promesa de matrimonio entre Don Fernando y Doña Constanza, y concertó el de Doña Beatriz, hija también de Don Sancho, con Don Alfonso, heredero de la Corona portuguesa, para lo cual se celebró el oportuno Tratado y poco después otro cediendo á Portugal varias ciudades (1). La corta edad de los con

(1) Tratado do casamento dos filhos d'El-Rei Don Diniz, o Infante Don Affonso (depois Rei), com á senhora D. Brites, filha de Don Sancho IV Rei de Castella, e da Infanta de Portugal a senhora D. Constança com Don Fernando IV Rei de Castella.- Fevereiro, 1297.

Tratado, entre El-Rei Don Diniz, e Don Fernando IV Rei de Castella, em que este cede áquelle as villas de Olivença, Campo Maior e San Felice de los Gallegos, com todos os seus termos, jurisdicção real, etc. Ougue lla, Sabugal, Alfayates e outras terras da Beira, e de Riba Coa, em troca de Ayamonte, Valença, Esparragal, e Ferreira.-Alcan hices, 12 Setembro 1297.

Santarem, Quad. Elem., t. I, pág. 120.

trayentes y la necesidad de obtener dispensa del parentesco que los unía dilató la celebración de los matrimonios; mas llegados ya á edad conveniente, vino Don Dionisio á Plasencia y en su conferencia con Doña María de Molina, se acordó enviar sus Embajadores á Roma, por cuyo medio consiguieron lo que deseaban. La Reina madre reunió Cortes en Valladolid (1301), para obtener las sumas necesarias á fin de pagar las bulas, y en la misma ciudad se celebró el enlace de Don Fernando con Doña Constanza.

Alfonso XI.

La temprana muerte de Fernando IV hizo sufrir á Castilla los peligros de una nueva minoridad, durante la cual acreditó una vez más sus altas dotes la ilustre abuela de Alfonso XI, Doña María de Molina; pero habiendo fallecido ésta hubo de hacerse cargo el Rey del gobierno del Reino cuando sólo contaba quince años de edad.

Las revueltas y turbulencias de que era víctima Castilla, hicieron á Alfonso XI aceptar la idea de su matrimonio con Doña Constanza, hija del inquieto Infante Don Juan Manuel, si bien tal enlace no se llevó á cabo,

pues el Monarca, con excelente acuerdo, resolvió estrechar los lazos que ya le unían con los Reyes de Portugal, y al efecto envió una Embajada con poderes suficientes para ultimar las negociaciones. «Otrosi-dice el aludi>>do documento-con consejo é concentimien>>to de los homens bonos de la mi corte é del >>mi consejo do complido é general poder á >>los dichos mios procuradores é á cada uno de>>llos para facer todas as otras cozas é cada una >>dellas que por guardamiento del dicho espo>>zorio é cazamiento to vieren é ficieren mes>>ter». Los Embajadores de Alfonso XI firma · ron con los de Alfonso IV de Portugal, en Coimbra, á 17 y 26 de Diciembre de 1327, dos Tratados, uno de paz, por el que se ratificaban los pactos celebrados por Don Dionisio y Fernando IV, y otro de capitulaciones matrimoniales entre el Monarca castellano y la Infanta Doña María, hija del citado Alfon so IV (1). La boda se celebró en Ciudad Rodrigo.

Pedro I.

Quince años tenía Don Pedro, llamado por unos el Cruel y por otros el Justiciero, cuando

(1) Santarem, Corp. Diplom., págs. 145 y 171.

sucedió en el Trono á su padre Alfonso XI, y aunque tan joven, la conveniencia de asegu rar la sucesión del Reino y de evitar al Rey los peligros que podían surgir de dejarle entregado á sus propios gustos y deleites, movieron á Don Alonso de Alburquerque, ayo del Monarca, y á Don Vasco, Obispo de Palencia y Canciller mayor, á aconsejar á la Reina madre el pronto casamiento del Monarca con una Princesa de Francia. Con este objeto se envió como Embajadores á Don Juan de Roelas, Obispo de Burgos, y á Alvar García de Albornoz, caballero de Cuenca, los cuales, de seis hijas que tenía Pedro, Duque de Borbón, poderoso y nobilísimo Príncipe de la sangre real, escogieron á Doña Blanca, que les pareció la más á propósito y más digna de ser mujer del Rey por las raras dotes de alma y cuerpo con que el cielo y naturaleza á porfía la enriquecieron y adornaron.

Hecha la elección, se reunieron las Cortes de Valladolid en 1351 para tratar de este proyectado enlace (1), y se enviaron poderes suficientes para que los Embajadores pudiesen otorgar las capitulaciones matrimoniales y

(1) Así lo asegura Colmenares en su Historia de Segovia, cap. XXV.

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