Obras completas del excmo. sr. d. Manuel José QuintanaM. Rivadeneyra, 1852 - 588 páginas |
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Página 20
... guerra ? ¡ Ay ! que ese resonante movimiento Me abate el corazon . Yo vi las mieses Agitadas del viento En los estivos meses , Y dóciles y trémulas llevarse , Y en seco son de su furor quejarse . Vi el vértigo del polvo , y vi en las ...
... guerra ? ¡ Ay ! que ese resonante movimiento Me abate el corazon . Yo vi las mieses Agitadas del viento En los estivos meses , Y dóciles y trémulas llevarse , Y en seco son de su furor quejarse . Vi el vértigo del polvo , y vi en las ...
Página 38
... guerra . ¡ Guerra , nombre tremendo , ahora sublime , Unico asilo y sacrosanto escudo Al ímpetu sañudo Del fiero Atila que á occidente oprime ! ¡ Guerra , guerra , españoles ! En el Bétis Ved del Tercer Fernando alzarse airada La ...
... guerra . ¡ Guerra , nombre tremendo , ahora sublime , Unico asilo y sacrosanto escudo Al ímpetu sañudo Del fiero Atila que á occidente oprime ! ¡ Guerra , guerra , españoles ! En el Bétis Ved del Tercer Fernando alzarse airada La ...
Página 72
... guerra , ¿ Has resuelto otra vez abandonarnos ? ¿ Viven pintadas en tu mente excelsa Las culpas de Vitiza y de Rodrigo , Sin que ya nuestra fe borrarlas pueda ? ¡ Piedad , piedad ! Tiempo es aun ; perdona . Cuando entregada esta region ...
... guerra , ¿ Has resuelto otra vez abandonarnos ? ¿ Viven pintadas en tu mente excelsa Las culpas de Vitiza y de Rodrigo , Sin que ya nuestra fe borrarlas pueda ? ¡ Piedad , piedad ! Tiempo es aun ; perdona . Cuando entregada esta region ...
Página 161
... guerra , la junta primera y discor- dia de los caciques , el discurso de Colocolo , y la ex- traña manera de elegir su general . Débese admirar to- davía mas la natural expresion y graduacion conve- niente de los caractéres , dibujados ...
... guerra , la junta primera y discor- dia de los caciques , el discurso de Colocolo , y la ex- traña manera de elegir su general . Débese admirar to- davía mas la natural expresion y graduacion conve- niente de los caractéres , dibujados ...
Página 163
... guerra á que él ha asistido ha sido mas modesto en hablar de su persona . Ercilla no se pinta ni como capitan ni como conquistador , sino como un voluntario que sirve en aquella guerra con los demás españoles , y no hace ni mas ni menos ...
... guerra á que él ha asistido ha sido mas modesto en hablar de su persona . Ercilla no se pinta ni como capitan ni como conquistador , sino como un voluntario que sirve en aquella guerra con los demás españoles , y no hace ni mas ni menos ...
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Términos y frases comunes
Adelantado Almagro Almirante Alonso Alvaro Alvaro de Luna amigo amor anacreónticas ánimo armas Atahualpa ATAIDE autoridad Balboa batalla buen caballeros caballos Calabria capitan castellanos Cervantes cielo cion conde conde de Haro Condestable corte Cuzco daba dado Darien debia decia dejó dijo dió ejército empezó enemigos Enrique entonces envió eran escritor España españoles esperanzas estaba Fernando fortuna franceses Francisco Pizarro fueron fuerza fuese gente gloria Gobernador Gonzalo guerra gusto habia hallaba hermano Hernando de Soto Hernando Pizarro hicieron hijo hizo HORMESINDA hubiera Inca indios Infante instante Italia llegó llevaba mandó mano miserable modo monarca muerte mundo MUNUZA Nápoles navío noble obispo padre parecia pecho PELAYO podia poesía poeta presente principal Príncipe pudo pueblo puso queria quiso reino respeto rey de Aragon rey de Navarra Roger Roger de Lauria salió Sicilia socorro soldados talento tambien tenia tierra trato tuvo venir ventura versos vino volvió
Pasajes populares
Página 32 - Así, rota la vela, abierto el lado, Pobre bajel a naufragar camina, De tormenta en tormenta despeñado, Por los yermos del mar; ya ni en su popa Las guirnaldas se ven que antes le ornaban, Ni en señal de esperanza y de contento La flámula riendo al aire ondea. Cesó en su dulce canto el pasajero, Ahogó su...
Página 32 - Bárbaro gozo en su ceñuda frente resplandeció, como en el seno oscuro de nube tormentosa en el estío relámpago fugaz brilla un momento, que añade horror con su fulgor sombrío. Sus guerreros feroces con gritos de soberbia el viento llenan; gimen los yunques, los martillos suenan, arden las forjas. ¡Oh vergüenza! ¿Acaso pensáis que espadas son para el combate las que mueven sus manos codiciosas?
Página 32 - España: en el preciado seno de América, en el Asia, en los confines del África, allí España. El soberano vuelo de la atrevida fantasía para abarcarla se cansaba en vano; la tierra sus mineros le rendía, sus perlas y coral el Océano, y donde quier que revolver sus olas él intentase, a quebrantar su furia siempre encontraba costas españolas.
Página 33 - Sí, yo lo juro, venerables sombras; yo lo juro también, y en este instante ya me siento mayor. Dadme una lanza, ceñidme el casco fiero y refulgente; volemos al combate, a la venganza; y el que niegue su pecho a la esperanza, hunda en el polvo la cobarde frente. Tal vez el gran torrente de la devastación en su carrera me llevará. ¿Qué importa? ¿Por ventura no se muere una vez?
Página 32 - Jano el templo abrimos, ya la trompa de Marte aliento dimos; tres veces ¡ay! los dioses tutelares su escudo nos negaron, y nos vimos rotos en tierra y rotos en los mares. ¿Qué en tanto tiempo viste por tus inmensos términos, oh Iberia?
Página 142 - Iriarte cuenta bien, pero Samaniego pinta: el uno es ingenioso y discreto, el otro gracioso y natural. Las sales y los idiotismos que uno y otro esparcen en su obra son igualmente oportunos y castizos : pero el uno los busca, el otro los encuentra sin buscarlos, y parece que los produce por sí mismo...
Página 27 - ¿Qué es del monstruo, decid, inmundo y feo que abortó el dios del mal y que insolente sobre el despedazado Capitolio a devorar el mundo impunemente osó fundar su abominable solio?
Página 33 - No ha sido en el gran día el altar de la patria alzado en vano por vuestra mano fuerte. Juradlo, ella os lo manda: ¡Antes la muerte que consentir jamás ningún tirano!
Página 32 - ¡Ya acabaron los tiranos!" ¡Oh triunfo! ¡oh gloria! ¡oh celestial momento! ¿con que puede ya dar el labio mío el nombre augusto de la patria al viento? Yo le daré; mas no en el arpa de oro que mi cantar sonoro acompañó hasta aquí; no aprisionado en estrecho recinto, en que se apoca el numen en el pecho y el aliento fatídico en la boca.