Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[graphic][merged small][merged small][merged small]

SANTA LUCÍA.

XTINGUIDA esta parroquia desde 1868, hállase hoy incorporada á la de San Julián, siendo el edificio actualmente de propiedad particular. Debe, sin embargo, el curioso examinar su portada, construida á principios del siglo XIV que conserva notables esculturas de piedra muy interesantes para el estudio, por marcar ya un nuevo período artístico. De la torre que se halla aneja á la imasronte hemos tratado en la pág. 136. Poseyó esta iglesia algunos lienzos de Roelas y esculturas de Montañés, que con los trastornos sufridos han desaparecido en su mayor parte.

SANTA CATALINA.

UE esta iglesia primitivamente mezquita, como comprueba su elegantísimo alminar y otros considerables restos que conserva procedentes de la dominación almohade. Del primero dejamos hecha minuciosa descripción en la pág. 120, al tratar del período Mauritano.

Reedificada en el siglo XVI, levantáronse entonces sus tres naves y ábside; el segundo con nervios de estilo ojival que hoy se encuentran alterados, y bóvedas de ladrillo: mucho más tarde, en 1617, hubo de cambiarse el primitivo retablo mayor por otro de gusto del Renacimiento, no muy puro,

que es el que actualmente vemos. En un inventario que obra en el archivo parroquial, en 1655, descríbese de este modo: «El retablo del altar mayor es nuevo, dorado y estofado, tiene seis nichos, y en ellos imágenes de bulto de escultura: en el primer cuerpo Santa Catalina, y á los lados San Pedro y San Pablo, en el siguiente la imagen de la Concepción de bulto, San Juan Baptista y Evangelista, en el último un Santo Cristo en la Cruz, y los demás nichos son de pinturas de la historia de Santa Catalina (1).

También este altar ha sido groseramente estropeado, al adornar su nicho central con ornatos churriguerescos de pésimo gusto. En cuanto á sus pinturas, son endebles y de las estátuas citadas, mencionaremos como las mejores las de la Santa titular, ejecutada por Bernardo de Gijón; las de la Concepción y San Juan Evangelista.

La primera capilla del lado de la epístola es importantísimo recuerdo del estilo árabe mauritano: su planta cuadrada y cubierta con una cupulilla de diez y seis lados, hállase exornada de primorosa labor de ladrillo cortado en relieve en forma de ajaraca: en cada uno de los ángulos se ven sencillas pechinas; por último, son dignos de mención el alto zócalo de azulejos polícromos planos que revisten los muros. Los demás altares y capillas de esta nave, nada de particular contienen.

Hállase á la cabeza de la nave del evangelio, la sacramental, cuyos adornos de pésimo gusto churrigueresco, pero de esmeradisimo trabajo, fueron ejecutados á principio del

(1) 1572. En este año se bajó el altar mayor de Santa Catalina y se entró en la iglesia el arco que estaba fuera de ella, sobre que estaba el altar, y se pasaba por debajo. Noticias y casos memorables de Sevilla que empiezan en 1481.» m. s. Bib. Colmb. La ambigüedad con que está redactada la anterior noticia, nos impide formar juicio de la colocación primitiva de dicho altar, consignándola solamente por si acaso algunos nuevos datos pueden facilitar su comprensión.

siglo XVIII por Pedro Tortolero. Imposible imaginar un conjunto más disparatado ni más inextricable laberinto de hojarascas, borlones y angelitos; maréase la vista en su conjunto, y el espectador fatigado, apenas si puede darse cuenta de semejante confusión.

Dentro de esta capilla, en el altar que se vé apoyado contra el muro del evangelio, se encuentra una hermosa tabla que representa á Cristo atado á la columna, y á sus piés, en actitud de adoración, al lado derecho San Pedro, y al opuesto los retratos de los donantes del cuadro, que los autores que nos han precedido confundieron con Santos. En la parte inferior de la izquierda de esta magnífica pintura, se lee:

HOC OPUS FACIEBAT PETRUS CAMPANIENSIS.

Por último, bajando la grada del presbiterio y dentro de la Capilla mayor, hay otra que llaman de los Carranzas, con verja de 1603, en que se vé un sencillo retablo, con seis huecos donde se conservan otros tantos lienzos hechos al estilo de Pacheco.

SAN ESTEBAN.

M

ERECE muy particular mención y detenido estudio este templo, entre los monumentos religiosos sevillanos, por presentar rasgos característicos de los tres estilos empleados en las fábricas románico-mudejares levantadas en el último tercio del siglo XIII y comienzos del XIV, y también por los que conserva, muy valiosos de la mezquita

mauritana, de los cuales vamos á tratar con el debido dete

nimiento, para lo cual comenzaremos por el examen de sus portadas exteriores, fijándonos en la más importante, que corresponde á Poniente, y que se halla al extremo de la nave central. Compónese, como las ya descritas de estos mismos tiempos, de un alero saliente del muro, sostenido por diez y seis groseras cabezas de leones de marcado caracter románico; sigue después un elegante friso formado por columnillas con arcos de ocho lóbulos y primorosos atahuriques enlazados, interrumpido en el centro por una hornacina con doselete ojival casi destruido, y sencilla ménsula de estilo románico que corresponde á la clave de la archivolta, que es abocinada con ocho arcos y una ancha moldura, compuestos aquellos de gruesos boceles, y la última ornada de puntas de diamante, á las que sigue una labor á modo de angrelado, continuando los baquetones de tres boceles cada uno; descansa la arquería en ancha imposta, también románica con adornos de hojas de higuera, parra, trébol y funículos. Los fustes de todos estos arcos se hallan destruídos. A ambos lados de la arquería levántanse sobre sencillas basas dos columnillas formadas asimismo de baquetones, coronados por capiteles en que se ven juntas dos cabezas de leones, que á su vez sirven de ménsulas, sobre las cuales aparecen las hornacinas con arquillos angrelados cobijadas por umbelas de estilo mudejar. Este curioso monumento tiene en sí tales caracteres, que nos parece puede clasificarse sin riesgo á equivocación, pues que ya en él se advierte la superioridad del estilo mudejar sobre el románico que llega á su completo áuge y desenvolvimiento en el siglo XIV.

El gran tamaño de las puntas de diamante y la delicadeza que se advierte en los arcos concéntricos que no son ya solamente gruesos y lisos boceles, es una prueba más en que nos fundamos para estimar que esta portada se construyó durante el primer tercio de la XIV centuria. La

« AnteriorContinuar »