La sensibilidad en la poesía castellanaCompañia Levytype Editores, impresores y grabadores, 1898 - 230 páginas |
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 27 - It was the lark, the herald of the morn, No nightingale ; look, love, what envious streaks Do lace the severing clouds in yonder east. Night's candles are burnt out, and jocund day Stands tiptoe on the misty mountain tops; I must be gone and live, or stay and die.
Página 164 - Tú das la caña hermosa, De do la miel se acendra, Por quien desdeña el mundo los panales; Tú en urnas de coral cuajas la almendra Que en la espumante jicara rebosa ; Bulle carmín viviente en tus nopales, Que afrenta fuera al múrice de Tiro; Y de tu añil la tinta generosa Émula es de la lumbre del zafiro.
Página 144 - Este llano fue plaza; allí fue templo; de todo apenas quedan las señales. Del gimnasio y las termas regaladas leves vuelan cenizas desdichadas. Las torres que desprecio al aire fueron a su gran pesadumbre se rindieron.
Página 142 - Dilata hasta los montes su ribera. Aquel entre los héroes es contado Que el premio mereció, no quien le alcanza Por vanas consecuencias del Estado.
Página 164 - Tú das la caña hermosa, de do la miel se acendra, por quien desdeña el mundo los panales ; tú en urnas de coral cuajas la almendra que en la espumante jicara rebosa; bulle carmín viviente en tus nopales que afrenta fuera al múrice de Tiro y de tu añil la tinta generosa émula es de la lumbre del zafiro.
Página 217 - ... aquella puerta llamarás al cabo... ¿Quién deja de llamar? Entonces que tu culpa y tus despojos la tierra guardará, lavándote en las ondas de la muerte como en otro Jordán; allí donde el murmullo de la vida temblando a morir va, como la ola que a la playa viene silenciosa a expirar; allí donde el sepulcro que se cierra abre una eternidad... ¡Todo cuanto los dos hemos callado lo tenemos que hablar!
Página 203 - Luego en la tierra la virtud, la gloria busqué con ansia y delirante amor, y hediondo polvo y deleznable escoria mi fatigado espíritu encontró. Mujeres vi de virginal limpieza entre albas nubes de celeste lumbre; yo las toqué, y en humo su pureza trocarse vi, y en lodo y podredumbre.
Página 184 - Yo vi del polvo levantarse audaces, a dominar y perecer, tiranos; atrepellarse efímeras las leyes y llamarse virtudes los delitos. Vi las fraternas armas nuestros muros bañar en sangre nuestra, combatirse, vencido y vencedor hijos de España, y el trono desplomándose al vendido ímpetu popular.
Página 114 - Flérida, para mí dulce y sabrosa más que la fruta del cercado ajeno, más blanca que la leche, y más hermosa que el prado por abril, de flores lleno...
Página 30 - Hilaba la mujer para su esposo la mortaja primero que el vestido; menos le vio galán que peligroso. Acompañaba el lado del marido más veces en la hueste que en la cama; sano le aventuró, vengóle herido. Todas matronas y ninguna dama, que nombres del halago cortesano no admitió lo severo de su fama.