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puso

ejecutaba, segun se vé por las mismas cartas. Ultimamente adoptó en el grabado un nuevo estilo que le al nivel de los primeros profesores de su tiempo. El retrato de Magallanes, el Pasmo de Sicilia de Rafael, y otras obras de esta última época, manifiestan lo varonil de su nuevo gusto; y aquellos toques maestros que animaron su grabado, dándole mayor espíritu y valentia (1).

Contribuyeron tambien á los progresos del arte Moles, Montaner, Fabregat, Ballester, y sobre todo Ametller, Enguídanos y Esteve, quienes con sus escelentes grabados han adquirido un glorioso nombre dentro y fuera de España. Sus obras, como mas inmediatas á nuestro tiempo, son mas conocidas; y esta circunstancia, junta con la limitacion á que me reduce el plan de esta obra, disculpa suficientemente la generalidad con que hablo de estos distinguidos profesores.

Como principales restauradores del grabado en hueco, merecen particular mencion don Tomas Francisco Prieto, y especialmente su discípulo don Pedro Gonzalez de Sepúlveda, á quien debe este arte sus mayores adelantamientos. Distínguense entre las muchas obras que ejecutó, las monedas árabes grabadas de orden del rey para el de Marruecos; las matrices para las casas de

(1) Resúmen de las actas de la Academia citadas antes.

moneda de España é Indias pertenecientes al reinado de Carlos IV; los sellos de todos tamaños para S. M. y demas personas reales, como tambien para diferentes cuerpos y particulares; y la medalla que ejecutó con motivo de la institucion de la orden de Carlos III, notable por la correccion de su dibujo, por el buen gusto de su composicion y limpieza del grabado.

Despues de esta breve noticia de los progresos de las artes en España durante el siglo XVIII, nada mas justo que asociar á tan distinguidos profesores el respetable nombre del señor Cean, cuyo diccionario citado por mí tantas veces, es una de las mejores obras que se han escrito sobre las artes. Sus datos estan por lo general sacados de los archivos y documentos públicos de las iglesias y conventos; y en esta parte aventajó mucho á Palomino, cuyas noticias de los antiguos pintores, son en gran parte inesactas. Los juicios de Cean son tambien mas seguros, mas filosóficos y determinados que los de aquel profesor; y en suma, la obra es tan interesante por su contenido como acertada en su plan, método y distribucion. Asimismo es muy apreciable por los fragmentos del poema y de otras obras de Céspedes sobre la pintura, insertos en el Apéndice; como tambien por las tablas cronológicas y geográficas del últi

mo tomo.

CAPÍTULO XVIII.

De las vicisitudes de la enseñanza pública, y de los medios empleados por el gobierno para su reforma desde la invasion de los franceses en 1808 hasta la época presente.

En

n este capítulo me ocuparán los objetos que espresa el epígrafe, sin descender á las tareas individuales, por la razon que indiqué en el capítulo anterior; despues de lo cual añadiré algunas reflexiones sobre la urgente necesidad de arreglar bien los estudios preparatorios para la tercera enseñanza, ó sean las facultades profesionales.

La invasion de los franceses que causó tan grandes trastornos en la sociedad española, hizo

notables perjuicios á la enseñanza pública, cuyos fondos sufrieron incalculable detrimento, como los demas del Estado. Sucedió tambien que muchos profesores abandonaron sus cátedras, huyendo de la dominacion estrangera; y un gran número de estudiantes tomó las armas ó voluntariamente, ó por requisicion militar. Aun los que permanecieron en los estudios ¿qué sosiego podrian tener para entregarse á la meditacion en medio de aquella desolacion universal? Las alarmas eran continuas; el estrépito de la guerra no dejaba una hora de reposo á los ingenios. Hoy ocupaban los enemigos un pueblo donde habia algun establecimiento de enseñanza ; mañana eran lanzados de él, volvian á ocuparle y en cada alternativa de estas, las venganzas, muertes y saqueos destruian los institutos de mayor utilidad.

El asturiano, por ejemplo, planteado con tanto acierto por el sábio Jovellanos, se vió arruinado y desierto: los soldados franceses convirtieron en cuartel su edificio; y cuando su ilustre fundador, huyendo de la perfidia de los hombres que tan mal le pagaban sus servicios patrióticos, volvió á su pais nativo, trató de restablecer su querido Instituto. Para ello destinó la cuarta parte de su sueldo, que no pasaba de 400 rs. (i), y

(1) Otros 100 cedió para los gastos de la guerra, que

desde luego se dedicó á tan benéfica obra. Pero habiendo los franceses invadido nuevamente aquel pais, tuvo que fugarse, pereciendo en aquel amargo destierro.

Ni ganó tampoco la enseñanza en la primera restauracion de Fernando VII; pues si bien los establecimientos de instruccion pública recobraron sus antiguas rentas, no asi muchos de sus buenos profesores, que por haber sido partidario de las instituciones políticas de Cadiz, fueron despojados de sus cátedras arbitrariamente. Agrégase á esto el mal sistema que se adoptó, volviendo á los atrasados estudios de la edad media; mientras en otras naciones cultas de Europa, las ciencias hacian rápidos adelantamientos. Este movimiento progresivo se halla hábilmente descrito en la Historia de los progresos de las ciencias naturales por Cuvier, inserta por suplemento á la historia de Bufon, publicada en castellano, edicion de Barcelona, 1832 (1).

Restablecido en 1820 el régimen constitucional, llamó la atencion de las Cortes el mal es

dándose solo con 203 para sus gastos. Este desprendimiento es uno de los muchos rasgos que caracterizan la magnanimidad de Jovellanos.

(1) No menos se trabajaba en la literatura, como acreditan las muchas obras de todas clases publicadas en Tomo IV.

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