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APENDICE.

IGLESIAS DE JALAPA.

Construccion del convento de S. Francisco.-Vicisitudes del templo.-Descripcion del citado convento.-Su organizacion religiosa -Convento de S. Juan de Dios.-Objeto de estos asilos.-Historia del Hospital de este convento.-La parroquia.-Su descripcion.-Su trasformacion en catedral.-El reloj público y sus vicisitudes. -Iglesia de S. José.-El Beaterio.-El Calvario.

ESTANDO Jalapa colocada en el tránsito de Veracruz á Méxica y en el límite de las zonas fria y caliente, convidando con su clima templado á la emigracion, comprendieron pronto los franciscanos que este lugar tendria que ser notable por estar tan bien situado, y trataron de construir un convento de su órden, el que en efecto se fundó el año de 1534, y se concluyó bajo la administracion del primer virey de Nueva España, D. Antonio de Mendoza. Quedó arruinado el primer templo á consecuencia de un furioso terremoto ocurrido en 1546, haciéndose uno nuevo á costa de la Real Hacienda, el cual permanece hasta hoy, concluido en 1555 en el gobierno del virey D. Luis de Velasco.

TOMO II.-80

La administracion eclesiástica se mantuvo en el hoy territorio veracruzano, sujeta á los frailes hasta el año de 1641.

El convento de S. Francisco de Jalapa comprendia los claustros y el cementerio, teniendo 300 varas de N. á S. y 200 de O. á P.

La fábrica del convento é iglesia es tan sólida que hasta hoy se conserva sin alteracion notable; la iglesia es de una sola nave, ámplia, de bastante altura, arreglada al órden jónico, con pilastras que sostienen los arcos que son de punto entero ó alto, como tambien lo son sus bóvedas.

El coro, bastante capaz, tuvo un magnífico órgano hasta 1856. El adorno del templo siempre faé pobre, de pequeños y antiguos retablos, y solo se notaba una estatua de S. Diego, obra de gusto, que fué descompuesta con muchos malos retoques que le dieron en diferentes ocasiones; despues se comenzó á componer á semejanza del de Puebla de la misma órden seráfica, pero quedó en sus principios y fué abandonado el templo por el año de 1859, y vuelto á poner en servicio al establecerse el obispado en la ciudad de Jalapa, sin que el adornc interior haya adelantado nada.

Mas adornada y rica fué su capilla, llamada de la Tercera Orden, contigua á la iglesia, pero su fábrica era de un pésimo gusto; tuvo siempre un lucido cuerpo de hermandad que le proporcionó mas riquezas que á ringuna otra cofradía de las que existieron en dicha ciudad.

Esta casa de S. Francisco tenia voto en los capítulos; componíase su Cuerpo religioso de un Guardian, un Custodio, un Comisario y un Ministro de Terceros, un segundo predicador y varios conventuales, siendo el número de estos hasta fines del siglo XVIII de 10 religiosos, aunque el convento podia

contener mas de 50.

En la época moderna, durante las guerras de Independencia, extranjeras y civiles, ha servido el convento para alojar á la

tropa y los oficiales, y para sala de sesiones de los Congresos y Tribunales del Estado.

En Junio de 1855 emprendió el Sr. D. Antonio Rivera reformar el interior del templo, quedando la obra sin terminar á causa de haberse acabado los fondos para ella, y de haberse derrumbado lo construido.

El último guardian de San Francisco fué el Sr. D. Rafael Espino.

El año de 1592 se fundó en el pueblo de Jalapa con el título de Concepcion, el convento y hospital de caridad de Religiosos de S. Hipólito, fundacion hecha en la capital por un soldado á quien protegió la fortuna en el juego dándole $30,000, y en los demas lugares á expensas de los vecindarios.

En esa época era mucho el tránsito de españoles por Jalapa á causa de estarse poblando las Filipinas, haciendo los emigrantes á ellas el paso por tierra entre Veracruz y Acapulco.

Estos conventos se costruyeron con el objeto de servir de asilo á los emigrantes que venian de España; no habiendo entonces mesones ni hospitales donde recibirlos, se mandaron establecer dichos asilos en la isla de Sacrificios, en Jalapa, Perote, Puebla y México: acerca de los de Perote y Sacrificios no se ha conservado noticia alguna; pero el de Jalapa que llegó á ser por su situacion el mas interesante entonces, duró dirigido por los hipólitos, hasta 1822, en cuya época, por su mala administracion, fué quitado al último miembro de la órden, Fray Juan Bonilla.

No obstante que fueron construidos á expensas de los vecindarios, se formaron en el de Jalapa dos salas por cuenta de la Hacienda pública en el canton de 1808.

Cuidaban de este convento un prior y dos religiosos para atender al cuidado del hospital, el que hasta el año de 1810 se halló bien asistido á pesar de sus escasas rentas; en él se notaba la buena asistencia á los enfermos, estando las camas lim

pías y aseadas; su botica estuvo regularmente provka has; fines del siglo XVIII, la iglesia, los corredores y la enfemería vijilados en su aseo, asistiendo hasta aquella festa á le enfermos con tal tino y delicadeza, que servia de estinzio á los demas hospitales situados en las grandes ciudades.

Despues, segun dijimos arriba, tolo cambió completamente. Tambien sirvió este asilo de hospital militar, desde la época en que á consecuencia de la toma de la Habana por los ingleses (1762), vinieron á Jalapa los primeros batallones de milicias del Interior, en la administracion del virey marques de Cruillas. Pero en 1813 á causa del mal tratamiento que reci bian los enfermos de parte de los padres juaninos, propuso el brigadier Olazabal, separar el hospital militar de la dependencia de estos religiosos, cuyo proyecto, aprobado por el ayuntamiento, se ejecutó estableciendo ese hospital en el cuartel chico llamado del vecindario, con el nombre de S. Fernando.

En Agosto de 1813 se hizo por el vecindario una acusacion formal contra aquellos religiosos ante el ayuntamiento, po haber olvidado su institucion y obligaciones, no haciendo mas que avivar á muchos infelices la carrera de sus dias, por la falta de alimento y por el olvido ó malicia en no medecinarlos. La suciedad de las camas y de los pavimentos en las enfermerías, obligaba á las gentes á no visitar aquel establecimiento ni aun pasar por sus puertas, por la fetidez que se percibia, capaz quitar la vida á los mas sanos, resistiéndose por esta causa los enfermos á ir al hospital, temiendo morir con solo entrar en él. El hospital se sostenia de limosnas.

de

En Abril de 1816 era prior del citado convento D. Juan Bonilla, llegado á Jalapa de lego de la misma religion en 1809, el cual sirvió la plaza de practicante de hospitales durante 10 años, y despues la de facultativo en el departamento de cirujía, siendo el año de 12 el único médico que habia en la Villa de Jalapa. En aquel año se daba al lego que cobraba las limos

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