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bano : : para cuya obra se sirvió mucho de la doctrina de Mr. Pomme. En 1794 se reimprimió este mismo tratado en Madrid por D. Plácido Barco Lopez con el título de « Nuevo método para curar flatos, « hipocondría, vapores y ataques histéricos « de las mujeres de todos estados, y en « todo estado, con el cual podrán los en« fermos cuidar por si de su salud en fal«ta de médico que los dirija; extractado « y traducido por el Dr. D. Josef Alsinet « médico de cámara deS M. y jubilado del « Real sitio de Aranjuez ». Esta obra es realmente un extracto y traduccion del célebre tratado de los afectos vaporosos de ambos sexos escrito en francés por Mr. Pomme. El señor Martí dice que tenia pronto para dar á la prensa otro epitome de flatos segun la doctrina de Mr. de Presavia. - Nuevas utilidades de la quina demostradas por el Dr. D. Josef Alsinet, etc. Madrid 1763 por D. Antonio Muñoz del Valle. Esta obra salió aumentada en la segunda edicion, y es seguramente preciosa, exponiendo en ella su autor el método de dar la quina en el período de los paroxismos de las calenturas intermitentes. Avisos sobre el método de recetar. Barcelona en 4°. V. Epidemiolog. Españ. t. 2. pag. 138.

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AMALRICH (Arnaldo de ), oriundo de la noble familia de los vizcondes de Narbona. En las actas de Poblet donde se vé ser Catalan aparece prior en 1192, , y despues en seguida abad del mismo monasterio fué sucesivamente décimo spétimo abad del Cister y general de todo el Orden. Asistió al concilio Lateranense de 1215, fué inquisidor en Lenguadoc contra los albigenses y como legado del papa mandó la cruzada que se envió contra aquellos herejes. Sus fervorosas exhortaciones fueron causa de que en el asalto de una ciudad, llevados los cruzados de un zelo mal entendido, cometiesen las mayores atrocidades pasando á cuchillo millares de habitantes sin distincion de sexo edad ni religion, entre ello 7000 refugiados en la iglesia de la Magdalena. En nombre del papa dió el abad del Cister al conde de

Monfort la soberania de las tierras conquistadas á los herejes, puso entredicho en los estados del conde de Tolosa, y le trató de suerte que el papa Inocencio Ill poco satisfecho de su conducta envió otro legado en su lugar. Esto no obstante, el misino pontifice le confirió poco despues el arzobispa lo de Narbona; y ultimamente pasó Amalrich á España á reunir los principes contra los moros. Fueron estos bárbaros vencidos en la famosa batalla de las Navas de Tolosa dada en 1212, de la cual nos ha dejado una Relacion en latin, como testigo ocular. Vuelto de esta guerra manifestó el arzobispo de Narbona deseos de que se erigiese su diócesis en principado, y habiéndose opuesto á ello el conde de Monfort, abandonó su partido por el del conde de Tolosa. Murió Amalrich en 1224 y su cuerpo fué trasladado al Cister. Algunos historiadores no han dejado de pintarle como muy amigo de la ostentacion falto de mansedumbre. Advocat. verbo Poblet..

y

AMAT (Antonio), jurisconsulto. Viñes le cita con el epiteto de Doctor práctico catalan, antiguo; y los catalanes citan á menudo la obra que publicó con el título de Repertorium, que se halla en la biblioteca de PP. Agustinos de Barcelona. En la práctica de Corts de D Luis de Peguera pag. 101, consta que en octubre de 1438 la serenisima señora reina Doña Maria convocó cortes ó Parlament en su palacio, y que nuestro autor concurrió como abogado de los diputados de Cataluña. V. Bosch, pag. 367.

AMAT (D. Bartolomé), natural de Barcelona, teniente coronel, graduado de coronel del R. cuerpo de ingenieros. Por espacio de 13 años fué profesor de matemáticas en la academia de Alcalá, y publicó en 1813 en la Isla de Leon un tratado trigonometria rectilinea: y geometria práctica.

AMAT (Fr. Dalmacio), del orden de predicadores. En la bibiloteca de Sta. Catalina de esta ciudad se guarda un MS. con este título: Relacion del principio que tuvo la causa de auxiliis entre los PP.

y

de la orden de predicadores y los de la de muy buen genio, y naturalmente amancompañia de Jesus. 1605. te de los niños, que lo era de la villa, y al cual la casa de Torres mantuvo como á hijo hasta la muerte. Contribuyó tambien mucho á su educacion el doctor D. Melchor Torres, sacerdote respetable é instruido, que siendo el primogénito de la casa, abrazó el estado eclesiastico. Ama. ban al uiño Felix todos cuantos le cono-, cian, y especialmente el digno párroco de Sallent, doctor D. Pedro Verdaguer académico de la RI. de buenas letras de Barcelona, el cual quedó un dia muy admirado al ver que Felix de menos de 9 años de edad se habia formado un cuadernito en que escribía las preguntas y respuestas de doctrina cristiana, añadiendo varias cláusulas con que el párroco en sus doctrinas explicaba los dogmas de Ntra. santa religion, las festividades de la iglesia, etc. Asi es que desde entonces solia llamarle el teólogo, y tenia gran gusto en llevársele á paseo y conversar con él como si fuese de edad madura. Lo mismo sucedía al canónigo de Vich D. Magin Cantacorps, y á otros varios sugetos instruidos que iban á tomar los baños de Llobregat. Y pues que se ha hecho mencion de los eclesiásticos que contribuyeron á la educacion de Felix, no debo callar aqui que el venerando Arzobispo de Palmira contaba muchas veces en sus últimos años y no sin enternecerse, lo mucho que debia á su querida hermana Da. Teresa. « Pe» díala muchas veces (son palabras del » señor Amat) antes de ir á la escuela que « me tomara la leccion de los nombres y " verbos de los géneros y sintaxis latina, << y casi nunca me volvia el libro sin ha«blarme del santo temor de Dios, del « horror a toda mentira, ó sin darme al« gun otro documento importante ».

AMAT (D. Felix), abad de san Ildefonso, arzobispo de Palmira ( 1 ) Nació en la industriosa villa de Sabadell obispado de Barcelona á 10 de agosto de 1750. La familia de Amat, aunque solamente gozaba de un módico patrimonio, era por el lustre de su antigua nobleza de las mas principales de dicha villa. Ya en 1529 asistió y firmó en las cortes de Barcelona D. Miguel Juan Amat en calidad de noble caballero, uno de los progenitotes de D. Felix. Un talento despejado, junto con el espíritu de paz y caridad fraternal, forman desde muy antiguo el carácter de la familia de Amat. En este diccionario se hace memoria del P. Fr. José de santo Tomás de Aquino, varon de ejemplar virtud y saber, honra de la órden de carmelitas descalzos, y tio carnal del padre de D. Felix; y tambien ocupa su lugar D. Jaime Amat hermano suyo. La madre de estos Doña Teresa Pont, fué hija de la antigua casa de este nombre que habia en la villa de Tarrassa, y tiene ahora el nombre de Vidal. De la admirable vida de su santo hermano el venerable D. Francisco Pont se lée un resumen en la coleccion de santos mártires, confesores y varones venerables del clero secular por D. Fernando Ramirez de Lu que, vicario de Lucena. ( Suplemento al tomo 7o. p. 1'. pag. 128). Asi que cumplió Felix los siete años de edad le enviaá dos 10n sus padres á la villa de Sallent, leguas de Manresa, paraque bajo el cuidado de su hermana mayor D'. Teresa mi muy amada madre, estudiase la gramática latina y principios de retórica. Fué su maestro D. Silvestre Riera, sacerdote

(1) Espero que en este artículo se me disimulará que me extienda mas de lo regular, en atencion á que mi amado tio y padrino el Ilmo. Sr. Amat ha sido el á cuvo que me ha educado desde niño, y lado he vivido por espacio de 40 años, habiendo sido mi segundo padre, mi sabio Mentor y mi primer amigo.

A los once años, acabada la gramatica latina y principios de retórica, pasó á Barcelona para seguir allí el estudio de la elo

cuencia y de la poesía, y cursar en seguida la filosofia eu las aulas del seminario episcopal. Cuidó de él entonces su hermano mayor D. Antonio Amat establecido en aquella ciudad: dispertábale él mismo

sacion se le manifestó muy ajeno de todo
fanatismo de escuela, aun de la tomística
de la cual era el Sr. Climent, y solamente
ansioso de abrazar la verdad donde quie-
ia que la hallase.

Aconsejábanle algunas personas de mu-
cho saber y talento, singularmente el céle-
bre director de la academia de cadetes que
habia en Barcelona D. Pedro Lucuze, que
prefiriese la carrera de jurisprudencia á la
de teología, pero nuestro joven cuyo di-
rector espiritual era el sabio y virtuoso Sr.
Ferrer (véase FERRER ) de la congregacion
de S. Vicente de Paul, creyó ser mas pro-
pio del estado eclesiástico á que se sentia
llamado por el Señor, el estudio de la teo-
logía. Durante estos años aprendió en el
tiempo de las vacaciones las lenguas fran-
cesa é italiana y principios de la griega,
no habiendo dejado nunca el estudio de
las matemáticas, al cual sentia arrebatar-
se placidamente su grande alma.

cada dia á las cinco de la mañana paraque
estudiase; y en los dias festivos le lleva-
ba á dar un paseo que terminaba casi siem-
pre en los claustros del convento de car-
melitas descalzos. Divertiase en enseñarle
laaritmética, y no tenia aun cumplidos Fe-
lix los 13 años, cuando pidiéndole un dia
en qué estado tenia el palomar que para
su diversion le había formado, le presen-
tó el niño un estado de cargo y data segun
la forma de escritura doble, que dejó ad-
mirados á todos los que le vieron, y oye-
ron como se explicaba. Entre los MMS.
del señor Amat se ven pruebas evidentes
de los rápidos progresos que hizo en la elo-
cuencia y poesia. Pero los hizo luego ma-
yores en la filosofía, y sobre todo en las
matemáticas. Estudiaba el segundo año de
filosofia, y disgustado de aquellas rancias
é inútiles cuestiones que aun hacian las de-
licias de casi todos los profesores, y ha-
biendo oido hablar un dia del maestro sas-
tre Gaspar Fuster como de un gran ma-
temático, el amor á la verdad y su vehe
mente deseo de saber le condujo á ser ami-
go del sastre para ser su discipulo. Varias
veces le oí decir despues lo mucho que ba-
bia adelantado en el cálculo y en la geo-
metría, con las lecciones que le dió aquel
ilustrado artesano. Brillaba tanto entre
los cursantes del seminario episcopal
el joven Amat, que el Illmo. Sr. obis-
po D. Asensio Sales quiso tenerle en
su palacio; y asi que se le presentó
le dijo con afable sonrisa: «Mira que
<< habrás de trabajar mucho para po-
« der defenderte, porque así yo como to-
ados los de esta casa somos de la escuela
a jesuítica ». Los PP. de la Compañia de
Jesus le trataron siempre con singular agrado lo exigia la civilidad, dejase de tomar
do y afabilidad; y una vez me añadió al
contarme esto: ¿Quien sabe lo que hubie-
ra hecho yo, sino hubiese muerto el Sr.
Obispo, y sido expelidos los jesuitas?
Informado luego el Sr. Climent sucesor del
Sr. Sales de las raras prendas del joven
Amat, le contó luego entre sus familiares,
y así que le conoció personalmente cobró-
le singular aficion, por el candor é inge-
nuidad con que desde la primera conver-

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Era á los 17 años de su edad de una
ya
estatura muy extracrdinaria, pues llegaba
á diez palmos y tres pulgadas, de frente
espaciosa, de ojos metidos, pero brillan-
tes y hermosos, nariz aguileña, carilargo,
flaco de mejillas y picado de viruelas : su
semblante y todo su porte inspiraba mo-
destia era en el hablar muy comedido, y
hasta en el metal ó tono de la voz dejaba
entrever la dulzura y afabilidad de su al-
ma. El juego y otros entretenimientos y
frivolidades que ama la juventud, jamás
tuvieron para él atractivo ninguno: pero
enemigo de cierta singularidad, hija mu-
chas veces del orgullo, jamás siguió con
tanta rigidez su decidida inclinacion y
amor á las ocupaciones serias, que cuan-

parte en las honestas diversiones á que le
convidaban las familias de sus hermanos,
parientes, ó especiales amigos. Descollaba
sobre todas sus prendas su ardiente amor á
la verdad, y así es que jamás se le vió
usar de artificio ni engaño para excusar
sus faltas ó descuidos. Pocas veces se ha-
bia visto en el seminario de Barcelona un
joven tan universalmente querido de to-
da clase de personas.

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Oh Felix Felix! quis te felicior umquam ? Qui semper felix, semper amatus eris.

Con este distico le dió la enhorabuena el catedrático de retórica y poesia Dr. D. Joaquin Esteve, delante de un gran concurso que asistió á las conclusiones de filosofía que defendió el jóven Ainat. En 17 enero de 1767 le dióel Inmo. Sr. Climent la primera tonsura: acabada la filosofía le hizo estudiar el tratado de locis theologicis de Melchor Cano, haciéndole traducir en ese tiempo varios pasajes escogidos de las dos mas célebres historias eclesiásticas del abad Fleury y del cardenal Orsi, dándole con este motivo luminosas reglas de sana crítica, y preparando su entendimiento para que algun dia pesase en fiel balanza las opiniones y los hechos en la historia eelesiástica que habia de formar. Fué extraordinario su lucimiento en el acto de conclusiones generales de teología que sostuvo en los dias 9 y 10 de junio de 1770, las cuales se imprimieron precedidas de una elegante dedicatoria que de ellas hizo al Sr. Climent. A los tres meses despues fué á graduarse de doctor en la universidad de Gandia, en cuyos brillantes ejercicios hizo conocer bien el nuevo doctor, que no seria de aqueIlos que con su ignorancia y con la flojedad en proseguir el estudio de la sagrada escritura, concilios y padres de la iglesia, envilecen este honor académico sabiamente establecido y protegido por las leyes eclesiástions y civiles.

Es digno de notarse, que durante sus estudios casi siempre sirvió de amanuense al Sr. Climent en la visita de la diócesis, en la cual le servia tambien de capellan y secretario, y así es que en todas las parroquias del obispado se ven inventarios de sacristias Ꭹ archivos, decretos, provisiones, etc. de letra suya. Entre sus MMS. se ven copias de sermones hechas con tanta velocidad y claras abreviaturas, que puede decirse que poseia ya el arte de la taquigrafia. En 1775 le confirió el Sr. Climent la capellania de Marcus que

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tiene su residencia en la iglesia parroquial de santa Maria del Mar, y en 1774 le ordenó de sacerdote, habiéndole confiado mucho antes la direccion de sus pajes. Le nombró luego catedrático de filosofia, y poco despues á propuesta suya le nombró S. M. bibliotecario de la pública episcopal. Todavia despues de 50 años sirven para el uso de esta biblioteca, los inventaios é indices de autores y de algunas materias principales, que en calidad de interinos formó de su puño con singular tino en menos de un año nuestro primer bibliotecario; á pesar de que pasan de diez mil volúmenes los que tuvo que arreglar. Entonces comenzó á trabajar por encargo del Sr. Climent las instituciones de filosofia, entresacando y refundiendo lo mas util y acomodado que halló en otras antiguas y modernas.

Ocurrió en marzo de 1775 la memorable renuncia que hizo del obispado el Illmo. Sr. Climent. De letra del Sr. Amat está escrita así la renuncia como todas las cartas

y papeles, que se conservan en el archivo de la real Cámara. Son muy dignas de léerse las memorias que acerca de dicho suceso reunió despues en un tomo en 4°. que existe entre sus MMS. y del cual envió copia á varios prelados de España que deseaban léerlas. Visitó muchas veces al Sr. Climent durante los tres años, que este vivió retirado en su casa paterna de Castellon de la Plana, y despues en la muerte de este gran prelado predicó la oracion fúnebre que se imprimió, y de la cual el Illmo. Sr. D. Felix Rico, obispoque fué de Teruel, le escribió con fecha de 1 abril de 1782, que los que habian leido el sermon y tenian voto en la materia, como el Sr. Tavira célebre predicador de S. M. (despues obispo de Salamanca) le aplaudian como á pieza concluida y perfecta. El Illmo. señor Valladares, digno sucesor del Sr. Climent, instó luego á nuestro Sr. Amat paraque concluyera las Instituciones de filosofia, las cuales mandó en seguida enseñar en su seminario episcopal, y adoptaron despues otros colegios, conventos y establecimientos literarios. Formó luego

por encargo del Illmo, señor Valladares unas constituciones para el seminario que se imprimieron en nombre de dicho prelado, consultando las de otros seminarios del reino y de fuera de él, y adoptáronlas varios prelados de España. Comenzó tambien un librit para direccion de los seminaristas que intituló: El seminarista en el seminario de Maria Santisima de Montealegre y de Sto. Tomás de Barcelona. Instado por el Illmo. Sr. Obispo pasó á vivir en dicho seminario con el destino de director, á lo cual fué consiguiente una grande mejora de dicha casa, á savor de la cual logró despues en 1807 una pension de 36000 reales sobre la mitra de Barcelona. Se resiente su salud con tanto trabajo mental, y por consejo de los médicos hace un viaje á Madrid, en donde rehusa quedarse con otro destino mas brillante, que ofreció proporcionarle su primo D. Juan Fermin de Ochoa caballero del hábito de Santiago, y contralor del real palacio de S. M.; y así despues de haber contraido amistad con varios literatos y sabios de la corte, regresó á Barcelona al cabo de unos tres meses. La real académia de buenas Letras de esta ciudad le nombró individuo de ella, encargándole luego varios asuntos literarios. En 1784 acompañó por Barcelona á unos sabios profesores de la universidad de Dinamarca que viajaban por España; y con motivo de enseñarles el edificio de la Inquisicion y haberles llevado al aposento del fiscal de la misma el erudito y amable Sr. D. Simon Rodriguez Laso, les hizo formar muy diferente concepto del que tenian de dicho tribunal.

En 1785 fué al concurso para la canongia magistral de Tarragona, con sentimiento del Ilmo. Sr. Valladares y de varios canóniges que le deseaban para la catedral de Barcelona: pero de cuya ciudad deseaba vivamente salir el Sr. Amat por los muchos asuntos en que se veia metido y que le dejaban poco tiempo para el estudio. En los ejercicios literarios para la magistral, manifestó su sólida instruccion y la grandeza de su alma; á esta debió el competidor suyo el haber salido con honor de un

argumento que le habia objetado, y el que votasen despues á favor de Amat algunos canónigos que antes se decia que estaban por dicho competidor. Obtenida la canon gia, fué luego el íntimo amigo del Illmo Sr. Armañá dignísimo arzobispo de aquella iglesia: y la sabia direccion y escogida libreria de este prelado le animaron á emprender luego la Historia eclesiástica. Armañá y Amat, dos nombres que recuerdan aquella dichosa época de los grandes obispos que tenia España en el siglo XVI, y que tanto brillaron en el concilio de Trento. A estos dos insignes varones se debió la ereccion de la sociedad económica de amigos del pais de Tarragona. Sin descuidar otras tareas literarias eclesiásticas forma las constituciones para dicha sociedad: responde á los editores valencianos que le preguntaban sobre la existencia de los llamados malos usos de Cataluña : escribe contra un capitulo de la obra de Filangieri Scienza della legislazione: y tambien sobre un real decreto que permitió la entrada de muselinas en España, sobre la industria de las telas de algodon, etc. en cuyos dos últimos escritos le suministró muchos materiales su digno hermano D. Jaime Amat. Encargóle el Illmo. Sr. Armañá la reforma de los reales estudios y seminario tridentino de aquella ciudad: introdujo los exámenes de los estudiantes al fin del curso, los cuales presidia él mismo, examinando al propio tiempo con gran arte la conducta moral y la vocacion de los jóvenes. Por estos años registró el Sr. Amat los dos preciosos archivos de la iglesia de Tarragona y de su antigua provincia eclesiástica. En este tiempo respondió tambien por comision delayuntamiento de Tarragona á las 146 preguntas, que hizo el fiscal de la real audiencia de Ca. taluña comisionado por S. M. para formar la estadística de esta provincia. Franqueó muchas noticias al erudito P. Traggia para la Historia eclesiástica de Aragon, en cuyo primer tomo de Aparato hace digna memoria del canónigo magistral D. Felix Amat.

Llegó el año 179c en que ya la revolu·

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