Discursos leídos en el Ateneo científico, literario y artístico de Madrid: con motivo de la apertura del curso de 1884

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Impr. central á cargo de V. Saiz, 1884 - 186 páginas
 

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Página 137 - Pero la excelencia de la poesía es tan limpia como el agua clara, que a todo lo no limpio aprovecha; es como el sol, que pasa por todas las cosas inmundas sin que se le pegue nada; es habilidad, que tanto vale cuanto se estima; es un rayo que suele salir de donde está encerrado, no abrasando, sino alumbrando; es instrumento acordado que dulcemente alegra los sentidos, y, al paso del deleite, lleva consigo la honestidad y el provecho.
Página 108 - ¿Qué humor puede ser más raro, que el que falto de consejo él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?
Página 8 - ... así como con otras muchas cosas. Nombrado ahora por el nuevo Ateneo español para la misma clase, puedo, al continuar mis lecciones, decir como el ilustre Luis de...
Página 57 - En resumen: la soberanía de hecho reside en la voluntad, no hay duda alguna; pero la de derecho pertenece a la nación; y como ésta sea cosa natural o divina, algo hay, no sólo de derecho natural, sino divino, en la soberanía, bien que no lo que el monarquismo antiguo supusiera.
Página 79 - Y aun por eso imagino yo . que, más que por su propio valor, con no ser corto, las lecciones acerca de los Problemas del Socialismo, obtendrán señalada mención en la historia, que habrá de escribirse algún día de los trabajos intelectuales que se han ejecutado en España durante el presente siglo.
Página 60 - Emprendí, después de veinte años, la relectura de la Historia de la literatura española, francesa, inglesa e italiana en el siglo XVIII.
Página 57 - ... divina, algo hay, no sólo de derecho natural, sino divino, en la soberanía, bien que no lo que el monarquismo antiguo supusiera. La voz de Dios o de la naturaleza es más imperiosa en las naciones que en el hombre mismo, dotado de mucho más libre voluntad que ellas, de un conocimiento racional infinitamente mayor, y de más segura conciencia de sus intereses. Por eso corren ellas mayor riesgo trasladando las impaciencias que en la efímera vida individual se padecen, al movimiento tranquilo,...
Página 56 - Mal , pues , que á sus ciegas pasiones pese , toda nación que , á impulso de ellas , ilegítimamente ejerce la soberanía , sin remedio continúa siendo en su interior la misma que antes y en estado normal era, aunque desquebrajada por el inútil esfuerzo, y más incapaz que nunca de satisfacer sus realmente legítimas aspiraciones. La voluntad general que tan evidente ley desconoce, no acierta...
Página 54 - El año anterior dije, y habréisme de permitir que repita sumariamente, que nación es cosa de Dios ó de la naturaleza, no de invención humana. Dije que no puede ser, por tanto, una nación producto de plebiscitos diarios, ni de un asentimiento constantemente ratificado por todos sus miembros; dije que el vínculo que la mantiene en uno es indisoluble, porque no hay voluntad individual ó colectiva, ni de mayoría ó minoría, que tenga derecho á privar...
Página 55 - ... el principio psicológico, el alma de una nación, consiste en la identidad de recuerdos, de sentimientos, de esperanzas, y en la unidad del propio carácter, que hace a cada una diferente de las otras, señalándole peculiar misión para la obra universal del progreso humano.

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