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E despues de lo susodicho, en la dicha ciudad del Castillo de Garci-Muñoz, en veinte y quatro dias del dicho mes de noviembre del dicho año de mill e quinientos e sesenta e dos años, ante el dicho señor Juan de Yllanes de Castro, alcalde por Su Magestad, e por ante mi el dicho escrivano e testigos, pareció presente Juan Vazquez de Coronado e presentó por testigos en la dicha razon al dicho Francisco Xuarez de Grado, alcalde por Su Magestad en la dicha cibdad, e a Juan de Ovalle, Maestre de campo, que presen tes estavan, de los quales e de cada uno de ellos por el dicho señor alcalde fué tomado e rescebido juramento en forma de derecho, por Dios nuestro Señor e por su bendita madre e por las palabras de los sanctos quatro evange lios, donde mas cumplidamente son escriptos, e por una señal de la cruz que corporalmente tocaron sus manos derechas, la profesion de católicos e buenos cristianos, que en este negocio e cabsa que son presentados por testigos por parte del dicho Juan Vazquez de Coronado, dirian e declararian la verdad de lo que supieren e les fuere preguntado, e que, si la verdad jurasen, Dios nuestro Señor les favoreciese e ayudase, e de contrario, él se lo demandase como a malos cristianos, que a sabiendas se perjuraban e juran el nombre de su Criador en vano, los quales e cada uno dellos hizieron el dicho juramento, bien y cumplidamente, e a la fuerça e conclusion dél, dixeron: sí, juramos e amen. -Testigos que fueron presentes a los ver presentar e ju rar.-DIEGO CARO DE MESA e ANDRES PEREZ NEGRETE, vezinos de la dicha cibdad.-Ante mi.-FRANCISCO RUANO, escrivano.

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En la dicha cibdad del Castillo de Garci-Muñoz, en veiny seys dias del dicho mes de noviembre del dicho año de mill e quinientos y sesenta e dos años; ante los dichos señores Juan de Yllanes de Castro e Francisco Xuarez de Grado, alcaldes por Su Magestad de la dicha cibdad, pare

ció presente el dicho Juan Vazquez de Coronado, e presentó por testigo en la dicha razon á Ygnacio Cota, alferez general e factor e veedor por Su Magestad de las dichas provincias, e a Melchor de Abreo, vezino de la dicha cibdad, que presentes estavan, de los quales e de cada uno dellos por los dichos señores alcaldes fué tomado e recebido jura mento en forma de derecho, jurando por Dios Nuestro Señor e por una semejanza de cruz como esta en que corporalmente tocaron sus manos derechas, que en este nego. cio para que son presentados por testigos, dirian e declararian la verdad de lo que se les preguntase; los quales hizieron el dicho juramento bien y cumplidamente, como los de arriba contenidos, e a la conclusión dél dixeron: sí, juramos, e amen.—Testigos que fueron presentes a los ver presentar e jurar.— BARTOLOMÉ ALVAREZ e HERNAN SANCHEZ e ROJAS, vecinos desta dicha cibdad. - Ante mí. FRANCISCO RUANO, escrivano.

E despues de lo susodicho en la dicha cibdad del Castitillo de Garci-Muñoz, en primero dia del mes de diciembre del dicho año de myll e quinientos e sesenta e dos; ante el dicho señor Francisco Xuarez de Grado, alcalde por Su Magestad en la dicha cibdad, e por ante mí el di cho escrivano e testigos, paresció presente Juan Vazquez de Coronado e presentó por testigos en el dicho caso á GONZALO MEXIA, vecino de la cibdad de Leon, que presente estava, del qual por el dicho señor alcalde fué tomado e recebido juramento en forma, para que en este nego. cio para ques presentado por testigo por parte del dicho Juan Vazquez de Coronado, diria la verdad de lo que se le preguntase; el qual lo juró e prometió asy bien, como los demás testigos arriba contenidos. Testigos que fueron presentes de su presentación e juramento. - ANTONYO PEREYRA Y PEDRO ESTEVAN, vecinos de la dicha cibdad.Ante RUANO, escrivano.

E lo que los dichos testigos dixeron e depusieron, cada uno dellos por sí secreta e apartadamente, en presencia de los dichos señores alcaldes, como se contiene en sus declaraciones, es lo siguiente:

El dicho JUAN DE OVALLE, maestre de campo desta provincia de Costa Rica, testigo presentado e jurado en forma de derecho, e siendo preguntado por el tenor de las preguntas presentadas por parte del dicho Juan Vazquez de Coronado, dixo e declaró lo siguiente:

I. Ala primera pregunta del dicho interrogatorio, dixo: que conoce al dicho Juan Vazquez de Coronado, de diez y ocho años a esta parte, poco mas o menos, e que este testigo es de mas de quarenta años e no le empecen las generales.

2. A la segunda pregunta del dicho interrogatorio, dixo este testigo que sabe e vido, como vecino ques de la cibdad de Leon, de la provincia de Nicaragua, quel dicho Juan Vazquez de Coronado fué enviado a ella por mandado de los señores presidentes e oidores de la Real Audiencia de los Confines, a que tubiese la vara de la justicia mayor en la dicha provincia de Nicaragua, e pusiese en paz y concordia ciertas personas entre las quales avia algunos enojos, e que como dicho es, vido este testigo quel dicho Juan Vazquez de Coronado puso en paz al eleto de la dicha provincia (1), e al arcediano della, entre quien avia las dichas disensiones e alboroto, e paciguó lo susodicho. E despues de fecho lo susodicho, sabe este testigo quel dicho Juan Vazquez fué informado como, dentro en la laguna de la dicha cibdad de Granada, estava cierta ysla llamada de Celintiname, la qual avia mas de catorce años que se avia

(1) Alusion al Licenciado Carrasco, Obispo electo de Leon, y al Bachiller Juan Alvarez, Arcediano, expulsado por el primero. V. pág. 186.

rebelado, e los yndios della estavan alçados e abian fecho algunos agravios, e asy por esto e lo dicho, Juan Vazquez adereçó un navío e con mucha gente que para el mismo efeto hizo, fué por la dicha laguna a la dicha ysla en tiempo de muchas aguas e trabaxoso, e por via de paz atraxo e reduxo al servicio Su Magestad los dichos yndios, y este testigo vido en la dicha cibdad de Granada a los caciques de la dicha ysla, que avian venido de paz, e que la dicha jornada hizo a su costa e mynsion e para ella llevó mucho adereço de armas e otras cosas, e que sabe este testigo que estando el dicho Juan Vazquez entendiendo en lo susodicho, el ilustre señor Juan Martinez de Landecho, Presidente e Governador de la Real Abdiencia de los Confines, en nombre de Su Magestad, proveyó al dicho Juan Vazquez de Coronado, para que, como celoso del servicio de Dios nuestro Señor e de Su Magestad, e persona en quien concurria el ser e calidad que convenia, dexando asiento en la dicha provincia de Nicaragua, fuese a las dichas provincias de Nueva-Cartago e Costa-Rica a las pacificar e poblar en nombre de Su Magestad, e a que reduxese a los naturales dellas al verdadero conocimiento y al dominio de Su Magestad, e que este testigo vídole salir, porque vido la Real provision que sobre ello se le envió e por esto sabe esta pregunta.

3. A la tercera pregunta dixo: que sabe este testigo quel licenciado JUAN DE CAVALLON salió de las dichas provincias de Costa Rica al llamamiento de la dicha Real Abdiencia de los Confines e fué a asistir en la fiscalía que por Su Magestad le avia sydo fecha merced, en el cual dicho oficio sabe este testigo que está e asiste al presente, e que salido el dicho licenciado, se salian e yban de la dicha jornada algunos soldados que dezian que estavan necesitados de armas e ropas, e que teniendo respeto el dicho Juan Vazquez a lo que dicho tiene, e a que se dezia que se salia

de cada dia la gente de la dicha jornada, e que era importante al servicio de Su Magestad que se siguiese e obiese efecto la jornada, por que muchas vezes lo comunicó e dixo a este testigo; e lo mesmo vido este testigo que, estando el dicho licenciado Cavallon en las dichas provincias de CostaRica y el dicho Juan Vazquez gobernando la de Nicaragua, procuraba e procuró con toda ynstancia e solicitud el aumento de la dicha jornada, y así solicitaba e solicitó de enviar gente a la dicha jornada, y este testigo lo vido asi por vista de ojos, e por esto sabe lo que dicho tiene.

4. A la quarta pregunta dixo este testigo que vido como el dicho Juan Vazquez, abiendo acetado la dicha jornada, como tiene dicho en la pregunta antes desta, con todo calor e ynstancia, a costa de su hazienda, envió ganados a la dicha jornada e bastimentos, e para este efecto compró un navio, el qual con algunos soldados proveydos de armas e lo necesario, él envió a la gente española de la dicha provincia, con que se remedió la gran necesidad que de presente avia, e que, volviendo este testigo, encontró algunos soldados de la dicha provincia de Costa Rica que se salie ron della con fin e proposito de no volver á ella, porque ansy lo dezian e publicaban, e que pasando por la dicha provincia de Nicaragua, donde el dicho Juan Vazquez estaba, con mucho amor e regalo los persuadia para que volviesen a servir a Su Magestad en la dicha jornada, e para ello les daba vestidos, armas e cavallos, e dineros e otras cosas, e que los dichos soldados, mediante lo susodicho, volvieron á la dicha jornada, a donde al presente estan e residen, e por esto sabe esta pregunta.

5. A la quinta pregunta del dicho ynterrogatorio, dixo este testigo que sabe e vido como, demás del dicho socorro que dicho Juan Vazquez envió a la gente española que residia en la dicha provincia de Costa Rica, compró otro navio de mucho porte en el qual a su propia costa compró muchos

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