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huano sea solo comun entre los grados 23 y 24, cuyo territorio pertenece á Bolivia». En el tratado que celebró con España en 22 de abril de 1844, se fijaron los límites de Chile, desde el desierto de Atacama al Sur: el artículo 1o dice: « Su Magestad Católica usando de la facultad que le compete por decreto de las Cortes Generales del Reino, de 4 de diciembre de 1836, reconoce como Nacion, libre soberana é independiente á la República de Chile, compuesta de los países especificades en su Ley Constitucional; á saber en todo el territorio que se extiende desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos, y desde la Cordillera de los Andes hasta el mar Pacífico, con el Archipiélago de Chiloé y las islas adyacentes de la costa de Chile.....

En vista de las legales y clarísimas pruebas que acabamos de reproducir ¿ podrá dudarse que el límite Norte de Chile no pasó nunca de los 25o 3' mas o menos, en que está situado el Paposo ? Está vigente la Real Orden de 1803, que tiene fuerza de Ley; está probado que se le dió pleno cumplimiento, puesto que el Virey Abascal en 1816 aseguraba á su sucesor que « el Perú se extendía por el Sur hasta los grados 25° 10'» por consiguiente lo que Chile ocupe ó posea al Norte de este paralelo, es una usurpacion ó una conquista, mientras no bonifique sus títulos por tratados celebrados en buena paz, y no impuestos por la fuerza de las armas, despues de una victoria.

A las anteriores razones agregaremos la siguiente que manifiesta lo fundado y lógico que fué la Real Orden de 1803, ratificada en 1805. Al fijar límites, el objeto principal es el evitar cuestiones futuras, determinando con toda precision el punto ó línea divisoria, por medio de los lindes mas notables y duraderos que el caso lo permita; en el desierto que media desde el Loaá Chile, ó sea el desierto de Atacama, solo existen dos rios, el Loa y el Salado. El Rey pudo y debió elegir como límite cualquiera. de estos rios; porque sonilos únicos lindes que en esa region pueden determinar con la precision, claridad y estabilidad necesarias

el dominio de los colindantes; y absurdo é inmotivado habría sido dividir el desierto por una línea imaginaria, ya sea que partiera de Mejillones ó de Antofagasta, lugares entónces de ninguna importancia, y casi desconocidos; puesto que en vez de esta línea, bajo todo punto inconveniente, existían las naturales y ventajosísimas de! Loa y del Salado. Solo una circunstancia pudiera haber obligado al Monarca á dividir de esa manera el desierto, y es la de tener que conciliar intereses opuestos; pero no necesitamos decirlo, el Rey, dueño absoluto y único de las secciones territoriales cuya demarcacion verificaba, no pudo encontrarse en tal caso; nada hay que hubiese podido inducirio á este extremo. Ahora, entre el Loa y el Salado, la eleccion no podía ser dudosa, puesto que por disposiciones vigentes entónces, se sabía y reconocía que el Vireinato del Perú se extendía mucho mas al Sur del Loa; y por consiguiente lo natural, lo lógico y lo conveniente fué, designar la línea del Salado llamado tambien el Paposo.

MARIANO F. PAZ SOLDAN.

VUELTA A LA PATRIA

A TRAVES DE UN HEMISFERIO (1)

Nosotros que tenemos mas inteligencia, mas libertad, mas vigor físico que los chinos, podemos hacer mucho mas y mucho mejor en ese sentido. Porque los chinos están gobernados por déspotas que no les permiten pensar, sino por el camino oficial. Nosotros que vivimos en República y que somos libres, podemos llevar la antorcha de nuestra razon, de nuestro pensamiento por todo, y descubrir la verdad y la ley del equilibrio y del bien en todo. Equilibrio, esto es, equitas, lo opuesto á la iniquitas, verdadera causa de nuestros males presentes. Si el género humano ha salido de la infancia como lo vemos, como lo prueban sus descubrimientos en el campo de la filosofía, de las ciencias y de la industria, entonces ya es tiempo de abandonar nuestras antiguas andaderas de la infancia, y llevar la ciencia, la razon y la verdad por todo. Si la edad de emancipar la razon, de la fé ciega de la infancia, ha llegado, cuanto mas pronto asumamos nuestro rol de hombres, tanto mejor para nuestra dignidad y nuestro bien. Si la fé es insuficiente, es atraso é hipocresía

(1) Véase el t. X pág. 629-636.

contentarse con ella. La Alemania, la Inglaterra, se han emancipado de la fé ciega, son naciones viriles, que hoy se hallan á la cabeza de la humanidad por el espíritu, por la ciencia, por la industria, por el valor viril. Si los latinos seguimos en una infancia eterna, nos perdemos para siempre, y nuestros malos guías espirituales habrán perdido por dos veces repetidas el Imperio latino, el antiguo y el nuevo de hoy. Pretenderán que se pierden junto con nosotros? No, porque tienen aliados en el campo enemigo, cualquiera que él sea, los irlandeses en el campo anglo-sajon; los bábaros en el aleman. Sin duda los Papas han perdido la Italia por su espíritu de inmovilidad oriental, su oscurantismo é intolerancia: han perdido la Italia perdiéndose ellos mismos. Mas la Italia ha sido salvada primero por la filosofía y el liberalismo del mundo moderno: la nueva vida de Italia comienza desde la revolucion de Francia; y en seguida por la simpatía de los otros pueblos, que estiman su antigua gloria, y por el valor de sus hijos. Garibaldi, que tenía toda la energía y grandeza de las almas superiores, tenía tambien todos los buenos instintos del patriota italiano, y él ha creido que el oscurantismo y la barbarie ultramontana, son opuestos á la integridad é independencia de Italia. Las nuevas generaciones deben cultivar su razon, como el mejor guía para su salud, su bien y su gloria!

Pero hé aquí que á unas 200 millas al Oeste de Ceylan el mar se presenta jaspeado con vastas manchas de algas flotantes de un verde ante ó amarilloso claro: estas algas no son como las del Pacífico, formadas de una vegetacion gruesa y coriacea de un verde sombrío, sostenidas flotantes sobre las olas en vastas extensiones por vejiguillas llenas de aire, como la vejiga de aire del pescado. Entendemos que las vastas vegetaciones del mar de Saragaso, en el Atlántico, se componen de esta última clase de algas. Las otras, las del mar Indico á que acabamos de hacer referencia, son de una naturaleza mas débil, mas delgada, mas su color, en vez de verde sombrío, es de un verde

fina

y

limon amarillento. Tienen casi la misma forma que esas algas de agua dulce que dan á nuestros pantanos y charcos de la pampa su color de un brillante verde; solo que esta alga marina es mas gruesa, mas coriacea y amarilla; ocupando vastas extensiones flotantes de mar. Pero las vegetaciones de las otras algas gruesas del Pacífico y dei Atlántico, son de un gran espesor y consistencia, son verdaderos suelos flotantes, sostenidos á flote por gruesas é infinitas vejiguillas vegetales llenas de aire, de manera que un hombre puede sentarse, tenderse ó caminar sobre ellas sin que se hundan demasiado. Admirables adaptaciones inteligentes de la naturaleza orgánica, que forma la vejiga de aire en el pez y en esta planta marina. ¿Esas vejigas de aire, desarrollólas la planta ó formólas el mar? Solo el sistema de Darwin, esa punta del velo que cubre la naturaleza, Isis, y que él osó alzar atrevidamente: porque la verdad es el deber y el sustento del hombre fuerte, la médula de leon de que se alimentan los grandes caractéres, como dice Plutarco; solo ese sistema, el sistema de la seleccion natural y de la adaptacion en la lucha por la existencia de todos los seres, puede explicar ese bello y admirable fenó

meno.

Y apropósito de adoptacion y de lucha por la existencia, este es sin duda el hecho, la verdad universal que no se puede negar, porque es evidente. Mas en qué categoria debemos colocar este hecho espontáneo, natural de los seres, ante el hombre pensante y racional? Debe el hombre conformarse con ese hecho y adoptarlo y perfeccionarlo? Debe combatirlo para establecer la razon, la equidad, la armonía, en vez de la violencia y de la iniquidad de las fuerzas ciegas de la naturaleza? La respuesta está en el modo como se quiera tomar y entender la mision del hombre sobre la tierra. A nuestro entender, el hombre, ser racional y de conciencia, está en el deber y en la necesidad, de establecer el equilibrio, la armonía, la paz, subsiguiente á su propia conservacion en las fuerzas contendentes y cie

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