Santa-Fé ha podido obtener la Comision Nacional de Educacion!...

Cuande en diciembre de 1883, estábamos preparando para dar á la prensa los originales de nuestro libro Descripcion Geográfica y Estadistica de la Provincia de Santa-Fe, nos dirigimos á aquella ciudad, solicitando los últimos datos sobre escuelas. Un amigo nos remitió la Memoria ya referida, y nos decía en su carta:-¿Por qué no espera Vd. para publicar su obra, el Censo Escolar que se está levantando en esta Provincia, como en toda la Nacion, y así podrá Vd. tener datos completos y recientes?

Si yo fuera á esperar, para imprimir mis trabajos, contestamos, las publicaciones oficiales de esta provincia, esté Vd. plenamente convencido de que jamás publicaría nada, porque no las hay, ó salen con tanto retraso que de poco sirven!

Esto decíamos en diciembre; nuestro libro se dió á luz en marzo, y actualmente no solo está completamente agotada la edicion de setecientos ejemplares que hicimos, sinó que estamos preparando otra nueva, para dar abasto á los pedidos que se nos han hecho.

En cuanto al Censo Escolar cuya terminacion se nos aconsejaba que esperásemos para publicar el libro...

-Señor, ahí lo busca un jóven.

—Que pase adelante el jóven. (Interrumpimos nuestro trabajo para atender á la persona que entra.)

Se presenta un mocito con varios papeles en la mano, y un lápiz en la oreja, y dice:

-Desearía saber, señor, si en esta casa hay niños.
-Sí, hay varios.

-Cómo se llaman?

-Isabelita Carrasco.

-¿Edad?

-Seis años.

-¿Sabe leer?

-Sí, jóven, sí sabe.

-¿Y escribir?

-Ella dice que sabe escribir al dictado, porque cuando le dictan papá ó mamá, hace algunos garabatos como señales de patas de gallinas, pero, como veo que me hace Vd. sufrir un interrogatorio, ¿quiere Vd. decirme con qué objeto?

-Sí, señor, vengo encargado de levantar el Censo Es

colar...

en

¡ Recien ahora en marzo de 1884, se está levantando Santa Fé el Censo Escolar que ha quedado concluido en toda la República desde enero !

Este era el Censo que se nos aconsejaba esperar para imprimir nuestro libro!

Lo único que se ha publicado anualmente con regularidad, en un folleto de cuarenta á cincuenta páginas, es la ley de presupuesto de gastos y cálculos de recursos, á la que se agregan las leyes de impuesto.

Con la primera, aconteció que en un año (el 81), el Gobierno compró á nuestra imprenta la publicacion del folleto, y al corregir las pruebas, con arreglo al original impreso en El Santafesino, encontramos grandes errores numéricos que pretendimos salvar.

Nos impusimos entonces la tarea de revisar todo el presupuesto y rehacer los cálculos y sumas, de lo cual resultó que en el original que se nos enviaba había ¡ quince errores! no de imprenta, sinó de sumas y cálculos, cometidos por los legisladores, resultando por ejemplo, que en el capítulo V, inciso III, la suma era de

299,825, cuando, practicados los cálculos, resultaba de F 305,105. En el inciso VII, se habían dejado en el tintero mas de mil patacones; en el capítulo XII, el error era de tres mil pesos, y, así, por el estilo, toda la ley!

Es decir que la base de la administracion, el presupuesto de gastos y recursos, era todo entero una máraña de errores imposibles de descifrar.

Tomamos entonces el partido de imprimir la ley con todos sus errores (que no podíamos enmendar, pues solo corrigen las leyes los que las hacen) y publicar en hoja suelta la fé de erratas! para que los legisladores las corrigiesen, si quisieran tomarse ese trabajo!

Y, es lo mas singular, que esos errores se venían repitiendo

desde varios años antes!

¡Latin perdido!

Al año siguiente, se publicó el presupuesto con tantos ó más errores que el anterior!

Pero, no son esas solas las deficiencias con que se publica la mas importante ley de una administracion.

Se creeria que esa publicacion contiene todo lo presupuestado por recursos y gastos.

¡No es así!

A mas de ese presupuesto, hay otro especial-el «Presupuesto Escolar» que importa sesenta ó setenta mil patacones.

Nadie ha podido averiguar porqué ese presupuesto se hace tan independiente del otro que ni siquiera figura su importe en el general.

Cierto es que la ley de educacion establece que deben consignarse impuestos ó entradas especiales y organizacion propia, para el fomento de la educacion comun, pero esto de ninguna manera para que en el presupuesto general de la administracion figuren, como deben figurar, todas las partidas, ya sean de entrada ó salida con que cuenta la provincia.

De esto resulta que la persona que hojea el presupuesto general, se escandaliza de que una provincia que dedica F150,000 á las policías, solo emplée ¡7,500! en la educacion, porque solo

esa partida figura en él, siendo así que debiera incluirse el total del presupuesto escolar, sin perjuicio de su independencia.

Veamos ahora lo que acontece con la importante reparticion. llamada Inspeccion de colonias.

La creciente prosperidad de los centros agrícolas de Santa-Fé determinó al Gobierno á fundar una oficina destinada exclusivamente á velar por ellas, y í publicar anualmente sus datos estadísticos.

Esta es, en efecto, la única reparticion que cada año ha dado ó hace una Memoria de cuyas cifras se apoderaba la prensa, para hacer resaltar nuestros progresos.

Pero, el deseo inmoderado de preconizar la importancia de ellas, ocasionó un abuso incalificable: inspector hubo, que, ó por indolencia, ó por falta de competencia, 6 por desco de hacer notables las colonias, exageraró las cifras reales, poniendo en sus inform s errores tremendos.

Ya hab'amos notado este hecho, cuido en una obra que publicamos en 1881 dijimos: «habiendo una notable diferencia entre las cifras de poblacion de las colonias en 1879 y 1880, y no fundando a Memoria en dato alguno positivo el enorme crecimiento que denuncia, creemos que esa cifra es demasiado subida».

Ese mal, se agravó despues, dando lugar á la importante observacion del Dr. Zeballos, en la página 287 de su Region del Trigo cuando dice:

«Si los cuadros que el Gobierno de Santa-Fé ha puesto á disposicion del Presidente de la República para este libro, son exactos, es forzoso concluir que son imaginarios los informes oficiales publicados por la Inspeccion de Colonias de Santa-Fé en noviembre de 1881.

«Estas deplorables contradicciones reclaman con urgencia la intervencion de los poderes públicos para regularizar las oficinas de estadística, cuyas cifras se lanzan á la publicidad con tanto

abandono y con tan grave falta de sentido comun y de buen criterio, que pudieran redundar en perjuicio de la colonizacion argentina».

Posteriormente, en la Memoria de esa Inspeccion, presentada en abril de 1883, se hacía notar que los errores cometidos en la anterior Memoria, eran tan graves, que, resultaban las siguientes diferencias en la cifra de habitantes de diversas colonias.

MEMORIA DE 1881

a-Cañada de Gomez.. decía 4,000 habitantes en vez de 952

Puede comprenderse, por eso solo, cuán deficiente es la organizacion de una oficina que comete tan culpables errores.

A esto debe agregarse otra circunstancia que empeora aun, las condiciones de esa oficina, y es que, por lo regular, se dan á la prensa con tanto atrasɔ sus estadísticas, que cuando ven la luz pública son ya viejas.

Por ejemplo, el informe correspondiente á 1882, se ha impreso á mediados de 1884; como en ellos se hace constar la poblacion y produccion agrícola, sembrados, etc. de las colonias, resulta que los datos de 1882, pierden todo su interés en 1884, cuando solo serían de importancia verdadera publicados inmediatamente de obtenidos.

A pesar de todo, la Inspeccion de Colonias de la Provincia de Santa-Fé es la única reparticion que hace conocer algunos ditos estadísticos sobre tan importante materia, lo cual la constituye acreedora á mas decidida cooperacion para que pueda tomar el grado de elevacion y exactitud que requiere una institucion de

su naturaleza.

Hemos dejado para la última parte de este artículo el ocupa: