LITERATURA ESPAÑOLA

LOS AUTORES DRAMÁTICOS COMTEMPORÁNEOS Y EL ARTE DRAMÁTICO ESPAÑOL EN NUESTROS DÍAS.

Los siglos XVI y XVII fueron la edad de oro para el arte dramático español. En esa época decaía poco á poco el espíritu viril de la nacion española, de cuya virtud gozó bajo los imperios de Carlos I y Felipe II. Bajo el mando de los dos Felipes III y IV y del débil y apocado Cárlos II, la nacion española había perdido ya aquellas condiciones que la habían hecho respetada en el orbe, y reputada en todos los ámbitos del mundo por la primera nacion, bajo el mando de los solitarios de Yuste y del Escorial. Al venir la decadencia política de España en tiempo de los últimos reyes de la casa de Austria, la literatura y las artes florecen del mismo modo que al llegar á su ocaso las grandezas de Grecia y Roma; la literatura, las artes y la legislacion, se elevaron en aquellos países á inconcebib'e altura. Fenómeno es este, observado en todas las naciones del mundo, así en las que florecieron en las edades antiguas, como las de la moderna, que no acertaremos á explicarnos, á pesar de conocer la opinion de muchos escritores ilustres sobre este punto. ¿Qué

de cuatro dolars, devolviéndome el tiquetero, tres chelines. En el teatro daba una lectura un pitre, cuyo frac digo y chaleco mordoré, le daban el aspecto de un bucanero. Despues de la lectura, jugaron una petipieza, con lo que acabó de maguarse la fiesta. ¿Quién es capaz de entender semejante galimatías ?

Aquí nos vemos obligados á terminar este artículo que, muy á pesar nuestro, ha tomado proporciones mayores que las que queríamos concederle. Más no nos despedirémos del paciente lector sin recomendarle la adquisicion de la obra á que nos venimos refiriendo, seguros de que verá en ella datos muy interesantes, noticias muy curiosas, definiciones muy hábiles, y un lenguaje florido y galano, en el que no entra ninguna de las voces exóticas tomadas de extranjero idioma, sin estar sancionadas por el buen gusto de los hablistas delicados.

R. DE ZAYAS ENRIQUEZ.

Veracruz, 1884.

LITERATURA ESPAÑOLA

LOS AUTORES DRAMÁTICOS COMTEMPORÁNEOS Y EL ARTE DRAMÁTICO

ESPAÑOL EN NUESTROS DÍAS.

Los siglos XVI y XVII fueron la edad de oro para el arte dramático español. En esa época decaía época decaía poco á poco el espíritu viril de la nacion española, de cuya virtud gozó bajo los imperios de Cárlos I y Felipe II. Bajo el mando de los dos Felipes. III y IV y del débil y apocado Cárlos II, la nacion española había perdido ya aquellas condiciones que la habían hecho respetada en el orbe, y reputada en todos los ámbitos del mundo por la primera nacion, bajo el mando de los solitarios de Yuste y del Escorial. Al venir la decadencia política de España en tiempo de los últimos reyes de la casa de Austria, la literatura y las artes florecen del mismo modo que al llegar á su ocaso las grandezas de Grecia y Roma; la literatura, las artes y la legislacion, se elevaron en aquellos países á inconcebib'e altura. Fenómeno es este, observado en todas las naciones del mundo, así en las que florecieron en las edades antiguas, como las de la moderna, que no acertaremos á explicarnos, á pesar de conocer la opinion de muchos escritores ilustres sobre este punto. ¿Qué

relacion puede tener la decadencia política de una nacion con su florecimiento artístico y literario?

A fines del último siglo, Moratin (don Leandro) empezó á sacar el arte dramático español del olvido en que yacía desde los tiempos de Lope, Calderon, Tirso y Moreto.

La Mojigata, El Si de las Niñas, El Baron, El Café ó la Comedia Nueva, son obras que á su gran mérito artístico unen la oportunidad de sus asuntos en la época en que se escribieron. Cerca de cien años hace que se escribieron dichas obras, y aún se representan. Este es el mayor elojio que puede hacerse del teatro de don Leandro Fernandez de Moratin.

ΕΙ

La Mojigata castiga la hipocresía en la mujer, vicio que si aún hoy existe, en la época en que se escribió esta obra era aún mucho mayor; El Baron critica la ambicion desmedida y fastuosa de ciertas mujeres, que por entregar sus hijas á hombres ilustres, salen las más de las veces burladas, por resultar que han dado aquellas á pillos que solo ambicionaban el dote de sus hijas. El Si de las Niñas está reputada por la mejor comedia de Moratin, no obstante que muchos críticos sobreponen á esta El Café ó la Comedia Nueva aquella corrije un vicio aún de muchas más fatales consecuencias que los que se propuso criticar en sus obras anteriores.

Tal es la imposicion de ciertas madres obligando á sus hijas, niñas de cortos años las más, á entregar su mano á viejos achacosos y decrépitos, á quienes no solamente no aman, sino que detestan sus corazones, creyendo aquellas madres que pueden hacer felices á sus hijas con semejantes uniones que rechazan de consuno el amor y la naturaleza en El Si de las Niñas existe además otra idea de gran trascendencia: criticar el poco valor de las jóvenes que consienten en tales uniones, cuando su corazon está entregado á otros seres más dignos de ellas, por no tener el valor de confesar á las que las llevaron en su seno, l sccreto que guardan dentro de su pecho, y manifestarles que su

union con un viejo achacoso las haría infelices, cuando por el contrario las aguarda la felicidad con los hombres á quienes han entregado su alma.

El Café 6 la Comedia Nueva corrije un vicio social que estaba tan arraigado en la nacion española y en donde quiera que se hablara el armonioso y noble idioma de Cervantes y de Caldederon, en la época en que se dió á luz, que hubo de ser necesario el nacimiento de un jénio como Moratin, para desterrarlo para siempre de estas sociedades.

Nos referimos al afectamiento en el lenguaje, que destruía y viciaba para siempre nuestra hermosa lengua.

Si Moratin no hubiera publicado su Cafe, ¿cuántos Hermójenes no habría hoy? Es más, nuestra rica lengua, más rica y más fluída que ninguna otra, hubiera perdido hasta su nombre, y en vez de llamarse lengua española, sería hoy Hermojeniana.

Como Cervantes mató con su Quijote el vicio fatal que corría su época, cual era las aficiones caballerescas de la edad en que vivió, de igual modo Moratin con su Café ó la Comedia Nueva, borró el vicio de la suya, cual era la afectacion en el lenguaje, conviertiendo á éste de natural y sencillo, en ampuloso y lleno de figuras del peor gusto literario.

Moratin prestó á la literatura grandes servicios, volviendo por los principios de la lengua, matando el hermojenianismo y publicando obras que son modelo de la literatura contemporánea.

A veces Moratin ahoga la inspiracion lajo el peso de las reglas retóricas; defecto es este disculpado por todos, si se atiende á que el principio á que obedeció siempre aquel vate fué el del clasicismo literario, y lo cumplió de tal modo, que sus obras son modelo de la literatura clásica de los tiempos antiguos y de la edad de oro de la dramática española.

Despues de Moratin, vuelve España á su mutismo dramático, hasta que por los años de 1830 al 1840 descollaron hombres tan grandes en el arte dramático español, que volvieron á elevar la