Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[ocr errors]

habia presenciado, como caballero le remitia cien duros, canti dad entregada á Aviraneta por el armador del barco, el mismo que fué portador de la respuesta de aquel á la generala. Esta está escrita en términos de afecto y gratitud, y como prueba de la sinceridad de sus palabras, enviaba una contraseña para que la esposa del general hiciese recoger todos sus papeles, autorizándola para que los examinase; cuyos papeles, asi como las dos cartas de Aviraneta, se conservan aun en poder de dicha señora.

Tal es la verdad de los hechos que rectifico en vista de documentos irrecusables que tengo en mi poder, deduciéndose de ellos que sí, como no dudo, hubo alguna injusticia en los procedimientos á que se referia mi amigo Ribot cuando escribió las espresadas líneas del apéndice á los Políticos, debe culparse ai general Alvarez y no al insigne Mina quien con sus victorias y patrióticos sentimientos.conquistó el aprecio de todos los buenos españoles mientras vivió, y el derechová que su glorioso nombre, despues de muerto, se inscribiese en el salon del Congreso entre los mas beneméritos defensores de la libertad.

Volviendo, para terminar este capítulo, á los hechos que dicen relacion al general ESPARTERO y pasando por alto algunos detalles relativos á la activa y acertada persecucion que hizo á la faccion espedicionaria, diré sencillamente que despues de los sucesos políticos que han dado motivo á esta larga digresion, el general Córdova dejó el mando de las tropas, que cedió al general Oráa con la condicion de entregarlo á ESPARTERO tan pronto como este se presentase, El ministerio pidió el parecer á Córdova respecto al general que mejor podia desempeñar el mando, á lo que aquel contestó que el que en su concepto reunia mejores condiciones era ESPARTERO por su alta graduacion, esperiencia de la guerra, perfecto conocimiento del pais, crédito entre las tropas leales y aun entre los enemigos y por otras no menos recomendables prendas. El gobierno conformándose con la opinion de Córdova nombró á D. BALDOMERO ESPARTERO en 16 de setiembre de 1836 general en gefe del ejército de operaciones del Norte, virey de Navarra y capitan general de las Provincias Vascongadas. La opinion de Córdova es la mayor apología de ESPARTERo y desmiente la idea de que entre ambos caudillos hubiese et menor asomo de rivalidad, como algunos han supuesto, cosa que no le hubiere ocurrido al mismo D. Nazario Carriquiri.

CAPITULO XVI.

ESPEDICION DE NARVAEZ Á ZARAGOZA.—SUS FANFARRONADAS.—A IMITACION DEL ÁNGEL MALO ES VENCIDO POR SAN MIGUEL.-SUS MANIOBRAS PARA NO ENCONTRARSE CON LOS FACCIOSOS.

Cayó pues el ministerio
Mendizabal, con afrenta,
merced al tremendo golpe
de una intriga palaciega;
y gran sensacion produjo,
(sin que sentimiento diera)
porque el señor Mendizabal
tiene una estatura inmensa ;
y si no era un buen ministro
para dirigir la hacienda,
era el ministro mas grande
que ha gobernado en la tierra.
Este señor es sin duda
hombre de talla tan buena
que para hablarle al oido
se necesita escalera.

Es tan alto, en fin, tan alto,
y tiene tan altas prendas
que sin ser de régia estirpe
debiera dársele alteza.

9

Por esta razon cayendo armó tan gran polvareda cual si el Coloso de Rodas, siendo ministro, cayera. Surgió desde su caida una reaccion tremenda, proclamada por Isturiz y nacida en las tinieblas, y á la que ayudó Galiano, por lo que á nadie sorprenda que se asustára la España de una reaccion tan fea. Era tal en aquel tiempo del pueblo la efervescencia que bien pronto los ministros llorar sus culpas debieran; y, en efecto, no gozaron puede decirse hora y media de aquella calma y reposo que los gobiernos desean. Inútilmente querian aparentar calma ó flema, si el temor de los motines trastornaba sus cabezas, y cada paso que daban demostraba su impotencia para contener entonces el curso de las ideas. Temian á cada instante recibir las tristes nuevas de que en Zaragoza ó Cádiz ó Barcelona ó Valencia ocurriese lo que llaman, los moderados, revuelta; y se irritáran los ánimos y una de pópulo hubiera : por cuya razon pensaron tomar medidas muy sérias de los patriotas ardientes castigando la impaciencia.

[ocr errors]

Dieron órden á NARVAEZ
de que á Zaragoza fuera
con una fuerte brigada
furioso como una hiena,
para mantener el órden
aunque preciso creyera
bombardear los edificios
ó cortar diez mil cabezas.
Con gusto cumplió NARVAEZ
comision tan estupenda
por este par de razones
que comprenderá cualquiera.
Primero, porque en Navarra
juzgaba su vida espuesta
y anhelaba retirarse
donde peligros no hubiera.
Segundo, porque creia
que sin hallar resistencia
entraria en Zaragoza,
y le halagaba la idea

de hacer correr de los negros
la sangre pícara y negra,
sin perdonar á los niños
los viejos y las doncellas.
Retiróse pues contento
del teatro de la guerra
y echó á andar á Zaragoza
bramando como una fiera,
dispuesto á hacer mil estragos,
que tales son sus proezas,
y dispuesto, en un apuro
tambien, á tomar soleta.

Era grande el entusiasmo que reinaba en Zaragoza cuando apareció Narvaez echando ternos y roncas. «Aquí estoy yo, dijo ufano,

con mis escogidas tropas,

que traigo la comision 2 on ***) de acabar con los patriotas.» Vo Imposible és que el asombros describa mi pluma tosca que se pintó en los semblantes al escuchar tales cosas: asombro no por temor

á aquellas bravatas tontas,s of pues son los zaragozanos hombres que no se atortolan, sino porque no esperaban que al frente de Zaragoza echase tales bravatas tan ridícula persona. El general San Miguel escribió un oficio en prosa

que voy a poner en verso á

si él su licencia me otorga,

«Sino quiere Vd. tronar, ciudadano D. Ramon, y un desengaño llevar, librese bien de pisar

la capital de Aragon.mon De revolucion el fuego, mj se teme aquí; yo lo niego,

y le juro por mi fé

que aquí, si no llega usté, oui oup no se turbará el sosiego.thep Y puesto que la anarquía solo de Vd. marcha en pos, esta es la respuesta mia : «Vaya Vd. mucho con Dios, Sr. D. Ramon María. »

Recibió el Sr. Narvaez este oficio y por la posta contestó con otro oficio, que tambien estaba en prosa,

« AnteriorContinuar »