chas, pedazos de oro y plata; y para su Magestad 38 vasijas de oro y 40 de plata, en que habia una águila en que cabian dos cántaros de agua; y dos ollas grandes, una de oro y otra de plata, y en cada una cabia una baca despedazada; y dos costales de oro que en cada uno cabian dos fanegas de trigo; y un ídolo de oro del tamaño de un niño de cuatro años. Las demas vasijas eran cántaros de oro y plata que en cada uno cabian dos arrobas de vino; veinticuatro de plata y cuatro de oro, estas eran de pasajeros. El tercer navío entró en el mismo año con 146,518 pesos de oro y 300,511 marcos de plata; y cuando el Dr. de la Gasca volvió á España trajo para su Magestad el Emperador, un millon y medio, y otro tanto para particulares, dejando 600,000 pesos en Panamá, por falta de navío (1). De los instrumentos de ereccion de los edificios públicos y religiosos, así como por los títulos de la mayor parte de las fincas de particulares, aparece que Lima adelantó considerablemente su parte material en los dos primeros siglos de su fundacion; y que el aumento progresivo del siglo diez y seis á la fecha, no es proporcional al de áquellos. Apesar de los terremotos que la han arruinado varias veces y de los cuales hablarémos oportunamente, el año de 1793, se contaban tres mil seiscientas cuarenta y una casas, con ocho mil doscientas veintidos puertas (2), y segun los apuntes estadísticos de Córdova Urrutia, el número de estas era, en 1839, de diez mil seiscientas cinco, inclusas en ellas, las correspondientes á setecientas cuarenta casas arruinadas. Cierto es que la cifra exacta de las fincas que han existido en años anteriores, no puede alcanzarse por ninguno de los documentos á que pudiera recurrirse, porque todos ellos se contradicen hasta tal punto, que es posible deducir la verdad. En cuanto á construcciones, debemos á los españoles las únicas obras de arquitectura que podemos enseñar con orgullo al extranjero; nuestros templos y conventos, sobre todo, hechos con elegancia, con solidez y ostentando en sus pórticos la suntuosidad y la riqueza, nos ponen en el caso de no envidiar los edificios de su clase de ninguno de los pueblos de la América del Sur. Volvamos á la vida política del Perú, con el propósito de ocuparnos de los acontecimientos esenciales de que Lima ha sido teatro. El Perú corria naturalmente la suerte de los pueblos atados á naciones poderosas por el fuerte vínculo de la conquista, y por lo mismo sus adelantos en cultura y civilizacion no eran tan rápidos ni tan generales como los que se alcanzan con la libertad y con la independencia, cuando estos preciosos bienes no se convierten en elementos de disociacion y de anarquía. Privados los peruanos de comunicacion con los pueblos civilizados y recibiendo solo los beneficios sociales que quisiera dispensarle la Metrópoli, el estudio de las ciencias estaba, por decirlo así, monopolizado por reducido número de personas, entre las cuales ocupan el primer lugar los religiosos y en especial los frayles. Apesar de ello, Lima produjo hombres cuya reputacion literaria y científica, llegó á hacerlos célebres (1) GONZALEZ DAVILA-Obra citada. (2) Dr. Unanue Guia política del Vireynato del Perú. en Europa, y si bien es cierto que la pluma no era manejada por la generalidad de los peruanos, es evidente que los escritos antiguos se elevaban á objetos de séria meditacion y de profundo estudio. La industria nacional no recibió tampoco ningun género de proteccion de parte del gobierno español, porque tal ha sido el principio de los antiguos conquistadores, que han mirado las colonias como plazas de espendio de sus artefactos, evitando, por lo mismo, el establecimiento en ellas de manufacturas que disminuyeran el consumo de los productos de lo nacion madre. Limitadas las relaciones mercantiles á la España, cerrados los puertos á toda nave no cubierta con el pabellon conquistador, el Perú se veia condenado á permanecer en la condicion estacionaria del siervo, porque semejante estado importaba no tanto á las conveniencias del Gobierno de Madrid, como á los intereses privados de los jefes del Vireynato. Sin embargo, Lima como lugar de residencia de personas que por su rango y empleo pertenecian á la clase mas distinguida de nuestros padres, pudo ponerse, con respecto á la civilizacion, en mas alto grado que la mayoria de los pueblos del Perú. El número de gobernadores y vireyes que residieron en la capital, se verá en el siguiente CUADRO DE LOS GOBERNADORES Y VIREYES QUE HAN RESIDIDO EN LIMA DURANTE EL COLONIAGE. Setiembre.. 1548 Setiembre.. 1551 Abril. Noviembre. 1569 23 Setiembre.. 1581 Noviembre. 1586 1596 Enero. 11 Diciembre.. 1615 25 Julio...... 1622 1661 1667 1674 Julio.. 1678 Noviembre. 1681 Agosto..... 1689 Licenciado Cristóbal Baca de Castro * Licenciado Pedro de la Gasca * Antonio Mendoza, Marqués de Mondéjar.. Diego López de Zuñiga, Conde de Nieva.. Luis de Velasco, Marqués de Salinas, Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montes Francisco de Borja y Aragon, Príncipe de Es- Diego Fernández de Córdova, Marqués de Gua- Luís Fernández de Cabrera, Conde de Chinchon. Luis Enriquez de Guzman, Conde de Alba de Diego de Benavides, Conde de Santistevan, Melchor Portocarrero, Conde de la Monclova. Diego Ladron de Guevara, Obispo de Quito.... J. Diego Morcillo Rubio de Auñon. José Armendaris, Marqués de Castel-fuerte.. Regresó á España.. 1544 Asesinado en Iñaquito... 1546 Regresó á España.. 1550 Murió en Lima.. 1552 1561 1564 Martin Enriquez, hijo segundo del Marqués de Fernando de Torres, Conde de Villar Dun García Hurtado de Mendoza, Marqués de Ca- Se hizo cargo del Arzobsp. 1724 Regresó á España....... 1736 1745 Los acontecimientos políticos de que la España fué el teatro en el año de 1808, á consecuencia de la invasion francesa, ejercieron en las colonias americanas una grande influencia ó inspiraron las ideas de independencia y libertad. En el Perú existieron conatos mas ó ménos desarrollados de sublevacion, pero no era de fácil asunto combatir la numerosa fuerza española que sostenia la autoridad del monarca. El desastre que sufrió parte de estas fuerzas en el Maipú, el 5 de Abril de 1818 despues de la derrota de los insurjentes en Cancha-rayada el 19 de Marzo anterior, y la prontitud y actividad con que estos se rehicieron fué el preludio de los sucesos quo dieron por resultado la emancipacion del Perú. El espíritu de insurreccion, amortiguado en Lima desde que fracasó la intentada revolucion de 22 de Julio del año 1818, descubierta en los momentos de estallar en las fortalezas del Callao, y por la cual fueron presos los caudillos Espejo, Alcázar, Barboza y otros, se reanimó vigorosamente en vista de los triunfos alcanzados por los patriotas de Chile. El ejército español derrotado quedó reducido á un pequeño número de hombres, y sus desorganizados restos encerrados en las plazas de Concepcion y Talcahuano. Las fuerzas que existían en Lima, aunque numerosas y bien disciplinadas, perdieron parte de la fuerza moral que, mas que la física, importa conservar en las circunstancias solemnes, aumentando ese desaliento la llegada al Callao del general vencido, con algunas partidas de los regimientos que combatieron á sus órdenes. La energía y actividad de los jefes lograron reanimar á las tropas que fueron reforzadas por la llamada division intermedia del Ejército Real del alto Perú, que se hallaba situada en Sicasica, 25 leguas al Sur de la Paz. Esta division formada de los batallones de Castro (chilotes) y del primer batallon del Regimento del Cuzco, del que era comandante D. Agustin Gamarra, despues Presidente de la República, fué conducida á marchas forzadas, á la capital, por el Brigadier D. Gerónimo Valdés y por el coronel D. Antonio Seoane, jefes que, desde su llegada, se pusieron en pugna, aunque no manifiesta, con el Virey, sin duda para realizar mas adelante y en la ocasion oportuna el plan de deponerlo del mando, para lo cual estaban de acuerdo con el General Canterac; supónese que este proyecto de deposicion tuvo su origen en la desaprobacion que mereció, aun de las personas mas adictas al Virey, el nombramiento de general en jefe de la expedicion de Chile en la persona del Brigadier D. Mariano Osorio pero quizá no se hubiera realizado tan pronto sin la derrota del Maypu, y sin los posteriores ensayos de invasiones al Perú, presentándose fuerzas marítimas de Chile, al mando de Lord Cochrane en el Callao, el 28 de Febrero de 1819, entablando un bloqueo que duró hasta el fin de Marzo, retirándose á Chile y volviendo á presentarse en el Callao á fines de Setiembre (1). La aparicion, en las aguas del Callao, de la fragata española Prueba, que se presentó con bandera inglesa, y la creencia de que era seguida por los navíos (1) No es exacto lo que D. Jose Córdova Urrutia expone en su opúsculos: LAS TRES ÉPOCAS DEL t PERU, ó « compendio de la Historia, en lo relativo al lanzamiento del brulote el 22 de Marzo ; pues este hecho ocurrió el 5 de Octubre siguiente cuando se presentó la fragata «< Prueba. » de guerra San Telmo y Alejandro que con ella formaban la expedicion que salió de Cádiz con destino al Callao, y de los cuales el uno regresó á aquel puerto desde la línea, y el otro se perdió en el Cabo de Horn, hicieron apresurar las operaciones de la escuadra bloqueadora, que se hallaba fondeada á lo largo de la Isla de San Lorenzo; intentaron los patriotas incendiar los buques de guerra y mercantes que se encontraban en el puerto, no pudiendo lograrse ese propósito, porque habiendo sido descubierto el brulote que para el efecto enviaron, apesar de la oscuridad de la noche, por un sarjento del regimiento del Infante, desde el castillo de San Rafael, fué echado á pique antes de que llegase al punto donde debia hacer la explosion. Aunque este suceso no fué feliz para los buques patriotas, no por eso levantaron el bloqueo, ni dejaron de prepararse para emprender nuevas hostilidades: y el 5 de Noviembre del año siguiente se sacaron del fondeadero á la fragata de guerra nacional Esmeralda (1), tomandola al abordaje, no obstante la vigorosa resistencia que hizo, y el vivo fuego de mar y tierra con que se pretendió impedir el apresamiento. Estos acontecimientos, la retirada de la escuadra de Chile, y los rumores de que el General San Martin preparaba, en Mendoza, una cruzada para unirse con ella á los vencedores del Maipu, entusiasmaron á los patriotas de Lima y de la costa, que trabajaban ya con ahinco y ménos reserva para coadyuvar á que aquella expedicion, en caso de ser cierta, alcanzára un éxito feliz. El gobierno, naturalmente alarmado, empezó á perseguir á los partidarios de la Independencia, y entre otras personas notables, fueron presos el Coronel D. José de la Riva Agüero, los DD. Pezet y Devoti y D. Fernando López Aldana. Mientras tanto, el ejército llamado de Lima, se aumentaba rápidamente y se disciplinaba con grande actividad; y habia sobrados fundamentos para pronosticar que la expedicion del General San Martin, impotente para resistir á fuerzas numerosas y bien organizadas, no podria jamas alcanzar la realizacion del grande objeto para que se la preparaba. Pero á estos elementos de superioridad material, se oponian otros de no ménos importancia, nacidos de la rivalidad que reinaba entre los jefes venidos del Alto-Perú y el Vírey: rivalidad que, aumentando cada dia mas y mas, alentaba á los patriotas para trabajar con mayor desembarazo en favor de su causa; la llegada del General Canterac, que siendo Jefe del Estado Mayor General del Ejército del Alto-Perú, sin órden del Virey ni consentimiento del Teniente General D. Juan Ramirez, se separó acompañado de un batallon y un escuadron, bajo el pretesto de estar amenazada la capital, vino á poner en mayor compromiso la situacion del Virey. Las exigencias del recien llegado fueron inmensas; quiso sostituir al Benemérito General La-Mar en su cargo de Jefe de Estado Mayor del Ejército de Lima. El Virey accedió á todo, relajando su firmeza y energía, con el propósito de conciliar los ánimos y uniformar las opiniones, para evitar de este modo algun funesto acontecimiento. En tales circunstancias, se confirmaron las noticias sobre la salida de la expedicion chilena, y el (1) En otra equivocacion incurre Córdova al asegurar que la « Esmeralda » se hallaba cargada con dos millones de pesos para regresar á España. Este buque era uno de los que formaban la línea de defensa del puerto, y nunca se pensó en su regreso, tanto por la falta que hacía como por la no llegada de los que se esperaban. |