PROLOGO DE LA SEGUNDA EDICION Cuando, en el año de 1857, emprendí la publicacion de esta obra, estuve muy lejos de pensar que el público la acogiera con tanta benevolencia. Apenas se dió á luz el prospecto, anunciando su venta por entregas, cuando se suscribieron espontaneamente mas de trecientas personas notables de la Capital, y el Supremo Gobierno quizo dar una prueba mas de su eficaz proteccion á los trabajos literarios, abonandose á ciento cincuenta ejemplares. Nada podia alentar á un autor ni estimularlo tan activamente á llenar sus compromisos para con el público, y pretendí ciertamente cumplirlos empleando todos los medios que estuvieron á mi alcance, para que esta obra, la primera en su género que se hácia en el Perú, adoleciese del menor número posible de defectos é inexactitudes. No solo el público de mi patria premió con generosidad mis esfuerzos sosteniendo la publicacion hasta su término, á pesar del subido precio á que ella llegaba; la prensa extranjera, y especialmente la de Berlin, se ocupó de la obra, analizandola y prodigandome elogios que, desnudo de toda hipocresía, no creo haber merecido. El libro, despues de agotada completamente la edicion, ha sido solicitado por muchas personas, y tal es el móvil que me ha inducido á hacer esta reimpresion. En ella he adoptado un plan que me parece ofrecer ventajas á los lectores: los que solo quieran instruirse en los apuntes históricos y descriptivos de Lima, sus monumentos y edificios, los encontrarán en un solo cuerpo, formando otro los que contienen los datos puramente estadísticos. Ademas se han corregido cuidadosamente los errores sustanciales y tipográficos de que la primera edicion salió plagada. Como en los diez años corridos desde 1857 ha progresado Lima considerablemente, el tercer tomo, que me propongo publicar el año próximo entrante, se ocupará de esos progresos y de los nuevos establecimientos, haciendo un estado comparativo del movimiento de la poblacion, bajo sus diversos aspectos. En una reimpresion, sobre todo de escritos que se refieren á hechos de un tiempo determinado, no es lícito alterar nada. Sin embargo, la modificacion introducida, desde ahora pocos años, en la nominacion de las calles haria ininteligible el antiguo plano de Lima, sobre todo para los extranjeros : estas poderosas razones me han hecho dejar eseplano, con su explicacion, y agregar el nuevo plano oficial levantado por el Arquitecto del Estado, D. A. Dupart. Esta agregacion, en la obra, no presenta inconveniente alguno que dañe á la unidad del tiempo; ofrece, por el contrario, la ventaja de corregir los errores sensibles del plano antiguo. Paris, 1866. ADVERTENCIA. No puede ménos que calificarse de muy atrevida, la empresa de acometer una obra que necesita de mucho tiempo, de mucho estudio y de mucho trabajo para que llegue á producir los beneficios que deben ser su resultado. Mucho mayor es aun ese atrevimiento si un hombre desnudo de autoridad y de profundos conocimientos en las ciencias sociales, pretende, con solo sus propias fuerzas vencer las dificultades quea un los Gobiernos no pueden disipar, sino empleando los diferentes y enérgicos medios de accion de que disponen. Convencido de estas verdades, pero lleno de buena fé y con una voluntad decidida, me propuse hacer al país un pequeño servicio, poniendo en un órden regular y ajustado á las prescripciones de la ciencia, los datos históricos y estadísticos que desde algun tiempo ántes habia logrado colectar. La obra tiene que resentirse, sin duda, de los defectos de mí falta de capacidad, y de los que engendran la carencia de medios activos, y de la cooperacion pública, sin la cual nunca pueden ser perfectos, ni aun aproximados á la perfeccion, los trabajos de esta clase. Como la tarea del estadista no consiste solo en la coleccion, combinacion y descomposicion de los datos, sino en marcar, mediante la comparacion de ellos, el camino de las sociedades en su progreso ó decadencia; y como no puede tomarse un punto de partida seguro entre nosotros, por la no existencia de noticias estadísticas coordinadas y sucesivas, creí que debia buscar en las diferentes crónicas, mas ó ménos antiguas, el bosquejo de lo que ántes fué Lima, para que comparado con su actual estado, puedan apreciarse sus adelantos ó atrasos en tales ó cuales ramos de su existencia material y política. Tal ha sido la razon por qué al tratar de la estadística de la poblacion, no me he limitado á la simple enumeracion de los hechos, sino que me he detenido algo en la fundacion é historia de algunos establecimientos. Cierto es que tales noticias no pertenecen en rigor á esa parte, pero no por eso le son enteramen te extrañas. Fácilmente se comprenderá la multitud de obstáculos que he tenido necesidad de superar, para reunir datos diseminados en distintos lugares, y sin fuente segura donde poder recogerlos. Nuestra Biblioteca pública carece de todas las obras nacionales y extrangeras necesarias para escribir alguna vez una completa historia de Lima, ciudad de célebre recuerdo por su casi fantástica riqueza, y por la multitud de heróicos y curiosos episodios occurridos en los primeros tiempos de su fundacion. Los datos referentes al movimiento de la poblacion, han sido tomados hasta el 30 de Junio año pasado de 1857; algunos otros que dicen relacion al servicio público y al territorio, hasta fechas posteriores; porque si bien es cierto que en una obra de esta clase, la unidad de tiempo es el mas esencial requisito, no por eso deben suprimirse ciertas modificaciones, ocurridas en las oficinas y estable cimientos públicos, sin incurrir en una grave falta de exactitud respecto á la actualidad. Desnudo de toda pretension vanidosa, y sin una fingida modestia, ofrezco á mis compatriotas una obra, que no tiene otro mérito que haber sido trabajada con buena fé, y con asidua constancia por mas de un año. Si hay error en el número de los hechos, y en las deducciones sacadas de ellos, puedo asegurar que yo no he alterado en lo menor los datos que me ha sido posible adquirir, y cuya exactitud he pretendido alcanzar sin pararme en gastos ni diligencias. Nada hay que sea supuesto por mí, ni que descanse en meros cálculos y conjeturas. Tanto mas merezco la indulgencia de mis lectores, cuanto que es la primera vez que se ha emprendido un trabajo de la naturaleza del presente, para el cual hay que tocar con muchas personas, algunas de las cuales han contestado á mis respetuosas solicitudes ·que no querian satisfacer curiosidad ajena ni ocuparse en ministrar datos para especulaciones particulares. Sin embargo, ni esas repulsas ni otras, hechas por individuos cuya ilustracion me hacia esperar que se dignarian ayudarme, me han desalentado, porque me habria sido sensible no corresponder á la honra que el público me dispensara, contribuyendo á la impresion de este libro. Debo tributar al Excmo. Consejo de Ministros un homenaje de reconocimiento, por la proteccion que se ha servido dispensarme, no solo concediéndome permiso para recoger datos de las oficinas públicas, y dándome todas las órdenes particulares que me han sido necesarias, sino tambien suscribiéndose á ciento |