indignas intrigas y simulados amaños, la consideracion, el respeto y hasta las simpatías de que gozaba en España, se trocaron en ódio profundo, mortal, inestinguible. Habia, es cierto, varios personajes, que habiendo alcanzado los funestos y bochornosos tiempos de la privanza de Godoy, conociendo el carácter de Fernando VII, sus antecedentes y educacion, comprendian y esperaban, que no era el principe destinado á labrar la felicidad de España, y que esta desdichada nacion solo recibiria de un ingrato mo narca, la ruina, la humillacion y el duelo; pero el pueblo se habia acostumbrado desde los primeros tiempos del reinado de Cárlos IV, á mirar á Fernando como una víctima del orgulloso valido, y esta idea aumentaba el áura popular de un modo tal, que llegaba hasta el entusiasmo de la locura. Por esta razon, José I, que introdujo en el reino de Nápoles durante el corto espacio de su mando, una nueva era, que inició grandes reformas en armonía con el espíritu de los tiempos, que se captó universales simpatías, penetró en España apreciado tan solo por unas cuantas y escasas individualidades, y seguido de otros pocos de los que siempre se adhieren á los atractivos del poder. La Constitucion de Bayona, mezquina y estrecha, era, sin embargo, un progreso para una nacion sumida en el despotismo, y el monarca intruso, en el tiempo que dispuso del gobierno y aun en circunstancias anormales, introdujo varias mejoras y reformas, que si no produgeron los resultados que su espíritu exigia, débese esto al ódio con que los españoles consideraban aquella estraña dominacion, y á los furores insensatamente reaccionarios que se apoderaron del ánimo de Fernando, tan pronto como se vió restaurado en el trono que ocupáran sus mayores por la bravura de un pueblo generoso, digno en verdad de otras recompensas. El pueblo hubiera rechazado como una calamidad todo lo bueno y próspero que pudiera haber realizado José, y en este punto, si bien instintivamente estaba en lo cierto. El bien estraño, el bien impuesto por el estranjero, jamis se cumple sino á costa de la independencia de la patria, y sin independencia no puede haber libertad, ni bien, ni nacionalidad. La cuestion que se debatia en los campos de batalla no era en su esencia y principio de mejora y reforma, era de llegar á consolidar la vida propia y la existencia. Por estos motivos, los primeros cuidados de las juntas provinciales, se dirigieron á fomentar el armamento y defensa de la nacion, las distintas opiniones, la divergencia de ideas, los ódios y rencores de clase, la rivalidad de gerarquía, todo cesó ante la magnitud del peligro, ante la necesidad de sostener una lucha encarnizada. de todos los momentos. Cuando aquella córte, formada en Bayona por todos los que habian llevado la flexibilidad de carácter hasta la deshonra, hacia los preparativos necesarios para celebrar con pompa la instalacion de la nueva dinastía, que atacaba directamente nuestro carácter original, sujetándonos al yugo de la Francia imperial, el pueblo que habia doblado á muerto el dia de la entrada del soberano improvisado en la córte, se disponia a humillar las invencibles águilas francesas. La proclamacion del nuevo soberano se verificó el 25 de junio, con toda la pompa compatible sin la entusiasta participacion del pueblo, pero poco tiempo duró la tranquilidad de aquella córte improvisada, que se vió en la necesidad de abandonar la capital de la monarquía y trasladarse provisionalmente á las provincias del Ebro á causa del giro que tomaron las operaciones de la guerra. CAPÍTULO XII. BAILEN. El general Castaños.—Apuntes biográficos.-Su carácter organizador.-Los reclutas. - Crítica situacion del general Dupont.-Llega Vedel con refuerzos.-Espedicion de Lassalle contra Jaen. -Impaciencia del pueblo. -Revista del 26 de julio. Son rechazados los ofrecimientos de los ingleses.-Reding y Coupigny.Plan de ataque:-Dupont en Andújar.-Ataque simulado de Castaños.-Vedel en Andújar.-Marchas y contramarchas de Reding.-Vedel desorientado.-Reding en Bailén.-Terror de Dupont. El todo por el todo.-Encarnizado encuentro. -Retira sus tropas Dupont.-Armisticio.-Vedel no parece.-Capitulacion.— Inicianse las negociaciones. — Vacilaciones de Dupont.-Tratado de Andújar. Rinden los franceses las armas.-Sensibles desmanes.-Reflexiones. - Terror de la córte de Madrid.-José se retira al Ebro.-Los que se van y los que se quedan. El general Castaños, fué uno de los primeros militares de elevada graduacion, que decidida y espontáneamente se adhirieron al movimiento nacional, ejemplo que arrastró á algunos otros, que menos resueltos y patriotas, vacilaban entre cumplir los deberes que les imponia la patria, el temor que causaban en todas partes las tropas imperiales, hasta entonces dueñas de la victoria. y Procedia Castaños, como militar, de la suprimida escuela de Santa María, en donde se captó el afecto de sus compañeros, tanto por su buen comportamiento, como por su jovial y franco carácter, demostrando tan pronto como fué incorporado al ejército, que reunia el saber y la |