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Los documentos que publicamos, si se quiere sacar de ellos todo el fruto que deben producir, necesitan ser estudiados aun por aquellos que investigan sobre asuntos independientes del que aparece en primer término en cada documento, y que vendrá á quedar talvez en el último, segun el objeto que se proponga el investigador.

Quien no haga indagaciones sobre áreas de tierra, ⚫ por ejemplo, sino sobre puntos históricos que nada tengan que ver con ellas, cometeria una grave omision dejando de imponerse del contenido de las mercedes de tierra que publicamos, pues no es raro encontrar en ellas, datos históricos, que sería en vano buscar en otros documentos.

Con motivo de la publicacion de mercedes semejantes, hecha en el Registro Estadistico, hemos tenido ocasion de hacer observaciones iguales; y ahora repetimos que, todo el que se ocupe de la Historia del Rio de la Plata, tendrá que consultar aquellos documentos, que solo parecen ser útiles en cuanto se refieren á la propiedad territorial y á la topografia del pais.

No hay duda que este modo de investigar indirecto, es mas trabajoso, pero en recompensa ofrece resultados mas seguros, por lo mismo que se revelan los hechos sin que haya habido el propósito de dirigirlos á un fin preconcebido; y sobre todo, es el único camino que nos queda para alcanzar sucesos de que nadie se ocupó directa

mente.

Quién creeria, por ejemplo, que en una merced de tierra se habia de revelar la espedicion del gobernador de Tucuman, Ramirez de Velazco, á la conquista del Valle de Londres, de que ninguna noticia nos dejaron los historiadores?.....

Todo el que conoce lo que es hacer investigaciones sobre asuntos determinados, sabe que es necesario por lo

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general practicarlas por senderos tan variados como caprichosos, que solo el tino especial del investigador puede facilitar, sin que este le sirva en muchos casos, si no ha llegado á convencerse que para tratar de usos y costumbres de ciertas épocas, por ejemplo, no podria dar un solo paso, sin tomar el camino de la Aduana, para estudiar las tarifas de avaluos de aquellas épocas, y suplir con ellas la falta de noticias directas sobre esos particulares.

Caminos semejantes, y á primera vista estraños, necesitamos recorrer, si queremos alcanzar resultados satisfactorios en tantas materias que pueden ser objeto de investigaciones.

Se vé pues, no solo la imposibilidad, sino lo perjudicial que seria someter una publicacion como esta á un plan cualquiera, no solo por la dificultad de clasificar los documentos que se ocupan de asuntos diversos, sino tambien porque las clasificaciones generales contribuirian á apartar la vista de documentos, que conteniendo precisamente lo que buscasemos, aparecerian agenos al asunto, solo en virtud de la clasificacion que hubiesen recibido por el objeto principal que los motiva.

Nuestra Revista tendrá pues que ser estudiada por entero, so pena de no utilizar los datos que se necesiten, á pesar de hallarse consignados en ella. Por eso ao seguiremos otro órden que el de las fechas de los documentos que contenga cada tomo.

De todos modos, el trabajo no será irrealizable para los hombres estudiosos, y mucho menos cuando podrán praticarlo con la comodidad que proporciona la imprenta á los que no son hábiles, ó no se encuentran en circunstancias aparentes para consultar los originales en el maremagnum de los archivos públicos.

Por lo que respecta á nosotros, con mas fundamento que Newton, ofrecemos los pequeños resultados de nuestra contraccion, con la modestia que aquel ilustre sábio presentó sus grandes descubrimientos á la admiracion de los siglos; significando de este modo cuán inmenso es el trabajo preparatorio que falta realizar para que la Historia del Rio de la Plata pueda ser apreciada debidamente, en la oportunidad que aun no ha llegado.

Nota del Archivero General proponiendo la fundacion de esta Revista.

ARCHIVO GENERAL:

Buenos Aires, Diciembre 10 de 1867

Al Sr. Ministro de Gobierno, Dr. D. Nicolás Avellaneda.

El que firma, desde que se encuentra al frente de esta reparticion, ha procurado llevar al dominio público todos aquellos documentos que ocupando un lugar en nuestros archivos, hasta ahora sin utilidad, son, sin embargo, de un interes indisputable para nuestra historia ó para nuestra administracion, que mas tarde ó mas temprano, son llamadas á resolver porcion de problemas que permanecen envueltos en la oscuridad por falta de antecedentes que los ilustren, permitiendo hacer justicia á las épocas como á los hombres.

La necesidad urgente del estudio de nuestra historia, cuando no fuese reconocida por todos los hombres ilustrados, bastarian para justificarla las infundadas ó falsas apreciaciones que se han hecho y se hacen sobre los

sucesos, llegando las aberraciones hasta el estremo de anatematizar nuestra propia raza y la civilizacion que nos dió existencia, atribuyéndoles, esclusivamente, ser la causa de males que provienen de muy diferentes y variadas circunstancias.

Ese medio tan fácil, como injusto,, de esplicar efectos por causas que no han podido producirlos, no es, ciertamente, el resultado del estudio de una historia, sino la espresion desesperada de quienes no han podido estudiarla, ó no han tenido el valor de dedicarse á hacerlo en sus verdaderas páginas.

Es, por otra parte, muy notorio que, por que, por falta de antecedentes que han debido estar, hace mucho tiempo, en el dominio público, no se hace en muchos casos justicia, ó se alargan sin término cuestiones que habrian sido resueltas ajustadamente ó sin perjudiciales demoras, sí los datos necesarios no permaneciesen fuera del alcance de los interesados, cubiertos por el polvo y ocultos en el misterio de nuestros archivos.

Los esfuerzos del que firma han tenido siempre la doble mira de la historia y de la administracion. Pero, muy lejos de estar satisfecho con los resultados en general, sin dejar por eso de estarlo respecto de muchos casos particulares, crée, por el contrario, que ha hecho muy poco en comparacion de lo que falta realizar para aproximarnos siquiera á la verdad de nuestra historia y proporcionar elementos indispensables á nuestra administracion.

Asi como un distinguido historiador contemporáneo ha dicho, que "los descubrimientos y conquistas que en el Nuevo Mundo continuaron haciéndose despues de Cristóval Colon, exigen para ser debidamente conocidos y apre

ciados, no una sino muchas historias particulares,” del mismo modo podemos decir nosotros que, la historia del Rio de la Plata, exige, sino muchas historias particulares, al menos muchas monografias, y sobre todo, muchísimos documentos, sin el ausilio de los cuales seria imposible llegar á la verdad de los sucesos, desconocida por falta de verdaderos antecedentes.

En la Revista de Buenos Aires, que con tanto aplauso, pero con tan escasa proteccion real, se publica desde hace algun tiempo en esta ciudad, vamos adquiriendo una preciosa coleccion de monografias. Pero, el Registro Estadístico de Buenos Aires, en algunas de cuyas secciones el firma inserta documentos inéditos, ni por su plan, que ni por los limites á que debe sugetarse, puede dar cabida á todos los que es necesario conocer para los fines espresados.

Se hace, pues, indispensable una publicacion aparte, para reunir en ella todos aquellos monumentos que se guardan, puede decirse, sin objeto en los archivos públicos, y sin que se sepa siquiera que en ellos se conser

ven.

Esto es lo que viene á proponer al Gobierno el que firma, pidiéndole su proteccion para llevar adelante el pensamiento y realizar hasta donde le sea posible la obra.

Facilmente percibirá V. S. que, teniendo otras atenciones, el infrascripto no podria dedicar sino una pequeña parte de su tiempo á este nuevo trabajo: pero, contando con bastantes materiales reunidos de antemano con esa idea, no será un inconveniente el manifestado para que la obra vaya adelante con la regularidad posible.

Los medios para hacer frente á los gastos se encuentran destinando una parte de la suma votada para mejo

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