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de un artículo determinado de ellos; en este caso es forzoso hacer un recuento.

El modelo que se acompaña con el número 7 asimilado al del libro de Caja, con el que tiene mucha analogia, ha de dar á conocer siempre que se necesite la situacion de cualquiera de los principales artículos del comercio. Ademas de las columnas destinadas al movimiento de los géneros, se han puesto otras que determinan el importe de cada factura á la entrada y á la salida, para su comprobacion con los asientos del Diario en las respectivas fechas: estas columnas no es necesarió saldarlas, porque se hace en su respectiva cuenta del libro Mayor.

El auxiliar de Letras giradas por el banquero se ha de llevar como expresa el modelo número 8, cuidando de poner en la última columna cuándo fué aceptada ó pagada, y cualquiera otra observacion que se crea necesaria.

El libro de Letras para cobrar, ó negociar y el de Letras por pagar ó de aceptaciones se disponen segun indican los modelos números 9 y 10.

Cada uno de ellos ha de tener un Registro de vencimientos, con dos columnas para cada uno de los dias del año; en la primera se pondrá el número dado á la letra á su ingreso en nuestro poder en el de las que son por cobrar, y el de la aceptación cuando son por pagar. Véase el modelo número 11. El Copiador de letras que se reciben sobre fuera de la plaza, no necesita modelo, pues se reduce á copiar en él literal y correlativamente todas las que van llegando, con sus endosos, dejando un pequeño márgen para expresar el número de su ingreso y los folios del Diario á su entrada y salida de nuestro poder.

En el Copiador de facturas remitidas se insertarán literalmente las que contienen el pormenor de los géneros vendidos,

segun el órden con que se vayan expidiendo; y al principio ó final de cada una, se pondrá el fólio del Diario en que se haya sentado la salida del género. Para las facturas recibidas no se necesita libro auxiliar, pues deben conservarse en legajos colocadas por orden de fechas, y escribir en ellas el fólio del Diario en que está el cargo del género recibido.

El libro de Cuentas corrientes, sirve para abrir en él cuentas á muchas personas que nos compran géneros de poco valor á crédito y los van pagando en pequeñas cantidades; cuentas que debemos suprimir en el libro Mayor en que bajo una partida y con el título de Varios deudores y acreedores se comprendan todos estos picos en las épocas que se quiera hacer el asiento de ellos.

Tambien podrán sentarse en este libro las cuentas de aqueHos sujetos a quienes por pequeñas compras ú otros conceptos debamos algunos cantidades, que habiendo de serles satisfechas de un dia á otro, no hay necesidad aparezcan por sí solas en el libro Mayor.

Pueden figurar igualmente en este libro, las cuentas corrientes con interés que se llevan á los corresponsales ó asociados de acuerdo con ellos, estableciéndolas en la forma que aparece en el modelo número 18, ú otra semejante, cuidando de redactar en el Diario el resultado de ellas cuando quieran saldarlas, para pasar á la cuenta que se tendrá abierta en el Mayor á estos individuos, el interés que corresponda al balance de los números. Tampoco este libro necesita modelo, porque bastan las columnas destinadas á las fechas y á las cantidades, segun estan en el libro Mayor.

Copiador de recibos que doy por entregas que me hacen, y cuentas de resaca: libro en que se copian literalmente los recibos y papeles de cualquiera clase, por los cuales contraiga obligacion el banquero: en este se pueden copiar las cuentas

de resaca por protesto de letras que se remiten, segun el modelo número 12.

En fin, es necesario advertir que no debe tenerse libro auxiliar de aquella clase en que se hagan pocas operaciones, y si estas originasen asientos, se pondrá entonces un poco mas de. explicacion en el Diario, con lo que desaparecen los inconvenientes que pudieran resultar de dicha falta.

PROGRAMA DE LA LECCION 4.a

¿Qué objeto tienen los libros auxiliares? ¿Puede determi

narse su número? ¿Cuáles son los mas usuales? ¿Qué uso se hace del Borrador? ¿Y del de Inventarios? ¿Y del Copiador de cartas? ¿Cuál del de Caja? ¿Y del de Almacen? ¿Y del Extracto de letras giradas por el banquero? ¿Y del de Letras para cobrar ó negociar? ¿Y del de Letras por pagar? ¿Y del Regis tro de vencimientos? ¿Y del Copiador de letras pagaderas fuera de la plaza? ¿Y del Copiador de facturas remitidas? ¿Y del de Cuentas corrientes? ¿Y del Copiador de recibos y cuentas de resaca?

LECCION 5.a

DEL DIARIO.

El Diario es un libro llamado asi, porque se escriben en él dia por dia, correlativamente todos los negocios ú operaciones administrativas: es el libro mas importante, no solo para cumplir el artículo 33 del Código de Comercio, pues que llevado con arreglo á sus prescripciones impide los fraudes, sino por las dificultades que ofrece su redaccion, en la cual el Tenedor de libros ha de determinar quién es el deudor y el acreedor en cada negocio, y las cuentas que convendrá abrir en el libro mayor, calculando el resultado que han de dar para que la contabilidad cumpla su objeto. La ley no indica el método que haya de seguirse para su escritura; pero previniendo ha de ser de modo que cada partida manifieste quién sea el acreedor y quién el deudor en la negociacion á que se refiere, se comprende que solo por el de partida doble puede satisfacerse esta disposicion.

Para encontrar el deudor y el acreedor de todos los asientos (1) del Diario, se ha de considerar que en toda negociacion entran siempre dos individuos: el uno que recibe ó pierde es deudor, y se le debe cargar á él, ó al objeto que le representa: el otro que entrega ó gana es acreedor, y se le debe abonar á él, ó al objeto por que está representado.

Este principio es general, seguro é invariable; pues no solamente hace encontrar en todos los casos posibles el deudor y el acreedor para los asientos del Diario, sino indica que se pueden presentar casos de deudores que nada hayan recibido

(1) Prefiero la denominacion de asiento á la de articulo, por ser mas general en la práctica y mas propia, segun el Diccionario de la Academia Española, y porque asi los denomina el Código de Comercio,

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ó acreedores que nada hayan entregado. En efecto, cuando yo pierdo soy deudor, y debo cargar á pérdidas y ganancias que me representan, aunque nada haya recibido, y si gano soy acreedor, y tengo que abonar la misma cuenta, aun cuando nada haya entregado. Del mismo modo, si Juan pierde conmigo, porque me debe intereses, gastos ó una comision, es deudor aunque nada recibe; y si él gana porque yo le deba por los mismos conceptos, es acreedor aun cuando nada me haya entregado. Hay, pues, casos en que es uno deudor sin haber recibido nada, y acreedor sin haber entregado cantidad alguna.

En este principio está fundado el arte de la Teneduria de libros por partida doble. De consiguiente es muy fácil en toda operacion distinguir con brevedad el deudor y el acreedor, para lo cual conviene habituarse á estas preguntas: ¿Quién recibe ó pierde? ¿Quién entrega ó gana? las que discurriendo, dan naturalmente por respuesta el título de la cuenta deudora y el de la acreedora.

El comerciante de quien se llevan los libros, es siempre directa ó indirectamente el uno de estos dos individuos, que figuran en la operacion, sin lo cual no le interesaria (Lec. 3.a): por eso en todas es deudor ó acreedor. Si es deudor ha recibído ó perdido, y si es acreedor ha entregado ó ganado; pero como él no puede recibir ó perder sin que otro entregue ó gane, ni dar ó ganar sin que otro reciba ó pierda, se sigue que no se puede cargar sin abonar, ni abonar sin cargar.

De este modo cuando recibe, se carga al efecto que ha recibido, y cuando entrega, se abona al efecto que ha dado: de suerte que se carga ó abona á mercaderias, letras, etc., cuanco se reciben ó entregan géneros, letras, etc. Por ejemplo: si presto á Juan una cantidad en metálico, diré: Juan debe á Caja, porque Juan ha recibido, y la Caja le ha entregado: si

compro géneros y los pago en una letra aceptada por mí á la órden del vendedor, será: Mercaderias deben á letras por pagar, porque el almacen recibe estos géneros, y se entrega una letra aceptada por mí, que pagaré à su vencimiento: si cobro una letra que tenia en cartera por haber vencido ó que se haya negociado, escribiré: Caja debe á letras por cobrar, en atencion à que ha ingresado en caja el valor de la letra que al mismo tiempo ha salido de la cartera. En consecuencia, todo cuanto acabamos de decir viene á parar al principio general ya explicado al fin de la segunda leccion, y que no debe olvidarse jamás en razon á su importancia.

Sobre estas bases empieza la redaccion del Diario dispuesto préviamente en la forma que se dirá, teniendo á la mano el libro borrador y los demas auxiliares, asi como los documentos que han motivado los apuntes hechos en ellos, los cuales se centralizarán y pondrán en órden, á fin de que en los asientos, sencillos ó compuestos, segun deban ser, aparezcan con exactitud, precision y claridad todas las operaciones verificadas en el dia de su referencia.

Hablemos ya de la preparacion del Diario, y de la fórmula destinada á principiar la redaccion de los asientos en él.

Primeramente se deja á la izquierda un márgen para colocar los folios del libro Mayor, en la forma que se dirá mas adelante: despues una pequeña columna entre dos líneas, para principiar los asientos desde la exterior, y desde la interior se escribirá la explicacion y cuentas acreedoras en los asientos compuestos; á la derecha se dejan cuatro casillas iguales; las tres primeras para los reales vellon y la última para los céntimos. Preparado asi el Diario se coloca la fecha entre dos líneas horizontales de tinta, que no atraviesen las verticales de que acabamos de tratar, teniendo cuidado de expresar dia, mes y año en el primer asiento de cada mes; el dia y el mes

en el primer asiento de cada folio: en los siguientes se pondrá el dia (1).

Los asientos empiezan siempre con los títulos de las cuentas deudora y acreedora, que se escriben con letra mas grue ́sa de lo regular, intermediados de la preposicion á, sobreentendiéndose la palabra debe ó deben: inmediatamente la cantidad, seguida de la explicacion de todas las circunstancias esenciales de la operacion con el laconismo posible, y se lleva á la columna exterior el importe del asiento. (Véase su modelo, número 2.)

(1) No hago mérito de los números de órden que algunos dan á los asientos, porque prescribiendo el Código que no se dejen blancos ni huecos en los libros, es imposible intercalar otros; carecen de objeto y aumentan sin fruto el trabajo y cuidado del que lleva el Diario. Para las referencias del Mayor á este libro es preferible citar el fólio del Diario, que se halla siempre mucho antes que el número del asiento.

PROGRAMA DE LA LECCION 5.a

¿Qué es el libro Diario y qué importancia tiene? ¿Qué método ha de adoptarse para la redaccion de sus asientos? ¿Cuál es el principio general que sirve de base á los asientos? ¿Puede haber algun caso de ser deudor y acreedor sin que nada haya recibido ni entregado? ¿Cómo se han de buscar el deudor y el acreedor? ¿Por qué se llaman asientos y no artículos? ¿Por qué la persona ó sociedad á que pertenecen los libros es siempre deudora ó acreedora? ¿Puede haber en los asientos deudor sin acreedor? ¿Qué datos han de concurrir á su redaccion? ¿En qué forma se prepara el Diario? ¿Cómo se expresa la fecha? ¿Cómo se escriben las cuentas deudora y acreedora? ¿Cómo se expresan los pormenores de la operacion que motiva el asiento? ¿Son necesarios los números de órden para ellos? ¿En suma, qué debe contener un asiento del Diario?

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Para verificar la de los compuestos con mas facilidad, se leerá con atencion el apunte del borrador, despues de haber preparado un papel doblado por el medio en forma de separacion de hoja, y en la cabecera de la izquierda se pondrá ó figurará la palabra deudores y en la de la derecha acreedores, y partida por partida se examinará cuál es la cuenta deudora de ella y cuál la acrreedora, para colocarlas en el lado que las corresponda. En un asiento puede haber mas deudores que acreedores, ó mas acreedores que deudores; pero es indispensable que en todos los asientos de esta clase, la suma total de los valores cargados á las deudores sea igual á la suna total de los valores abonados á los acreedores.

Debe advertirse, que cuando en un asiento aparezca una cuenta deudora ó acreedora de varias partidas, se reunirán en una sola, expresando su pormenor en columna interior del Diario, á fin de que en un mismo asiento jamás una cuenta figure dos veces como deudora ni dos veces como acreedora.

Los asientos de la segunda clase se pasan al Diario, cargando á la cuenta que recibe de Varios, y se explica el negocio: despues se datan las que entregan, á cada una su respectivo valor, que se llevará à la columna exterior, cuidando de que la suma sea igual à la cantidad que ha sido cargada al deudor.

Para redactar los asientos de la tercera clase, se expresa el cargo de todos los deudores, por solo la palabra Varios, y se abona á la cuenta acreedora, poniendo su título precedido de la preposicion á, y se explica el motivo por qué se abona: se carga á cada deudor separadamente, expresando la razon por qué se hace y sacando las respectivas partidas à la columna exterior, cuya suma debe ser igual à la que se abonó á la cabeza del asiento.

Los de la cuarta clase se empiezan cargando á todos los

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deudores con solo la palabra Varios, y se abona á todos los acreedores por la misma palabra Varios, precedida de la letra á; se explica brevemente la operacion, en seguida se cará cada una de las cuentas deudoras como en los asientos de Varios á Tal y se suma; se abona tambien separadamente á cada una de las cuentas acreedoras como en los asientos de Tal á Varios, y la suma que resulte ha de ser igual á la de los deudores y á la del principio del asiento.

Los asientos de la segunda y tercera clase se pueden evitar, si se quiere, y aun tambien muchas veces los de la cuarta: pero regularmente no se hace, porque usándolos se trabaja menos, sin faltar á ninguna de las circunstancias que se requieren; pero conviene evitar los de la cuarta siempre que sea posible, a fin de que aparezcan las operaciones con mayor claridad.

Algunos tenedores de libros suman el Diario á la derecha, otros á derecha é izquierda, con el objeto de comparar la suma total con la que resulta de los deudores y de los acreedores del libro Mayor, y conocer si la diferencia que puede aparecer al verificar el balance está en las partidas de los unos ó de los otros, y cuando las hallan conformes con las del libro Mayor, dicen es una prueba de que los asientos han sido bien pasados á dicho libro; pero la experiencia ha hecho abandonar este método por ser insuficiente, mas trabajoso, aumentar la probabilidad de equivocarse y no prestar mayor seguridad; pues aun cuando esten conformes las sumas de los dos libros, puede haberse incurrido en un error grave, abonando ó cargando una cantidad á diferente cuenta de la que pertenecia, y las sumas estar iguales.

PROGRAMA DE LA LECCION 6.a

¿Con cuántas clases de asientos puede hacerse la redaccion

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