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conservarse en paz y en las cosas de nuestra fée y que tenga quién en todas le gobierne, y con lo que le dan las minas de Potosí se consigue todo esto.

Ni se debe por el bien secundario, que es ayudar este reino al de España y á su Rey y señor, para la defensa de sus reinos, pues con lo que saca de Potosí se acude y se ha acudido tambien suficientemente á esto, y antes que se fundara el asiento de Soocha, se gozaba de todos los dichos bienes; y pues no dependen de estos asientos y otros semejantes, débense deshacer como medios sin fin del todo justificado; que son degolladeros de indios y naturales, principalmente dando Potosí hoy más quintos que nunca ha dado.

Item, en género de buen gobierno el gobernador está obligado, en conciencia, á moderar cuanto se puedan los trabajos de la república, con notable detrimento de los particulares della; y constando, como consta, que se van muy aprisa acabando los indios, y que los trabajos de las minas son insoportables, tienen obligacion de aliviarlos y reparar esta violencia de trabajo, moderando las minas saltim inútiles, reservándoles del todo de esta carga y no añadiéndosela, valiéndonos del exemplo que tenemos en el repartimiento de indios para las minas de Potosí, que por haberlos ido cada dia cargando y no haber tenido ningun descanso, están las provincias perdidas y acabadas, como verá V. E. por este particular. En la provincia de Chuquito se hallaron diez y seis mill indios tributarios, cuando el Sr. D. Francisco de Toledo, repartió mill para la labor de las minas de Potosí y ciento para suplir faltas de la mita. Vemos que este repartimiento era llevadero y carga que se podia tolerar; pues considerando que en los treinta y dos años que van, á

decir de diez y ocho que comienzan á tributarlos, hasta cincuenta que acaban, solo le cupiese de venir dos veces en la vida á estas minas á cada indio, fuése disminuyendo el número de la gruesa de los diez y seis mill indiós, que habia de haber sido causa para que se les relevase y disminuyese el número de mill y ciento que se le habian repartido; y en lugar de hacer esto, se les repartieron y añadieron otros mill ciento, con que se les repartió la séptima parte, y la provincia de Chuquito se ha ido acabando de gente y adelgazando de suerte, que es compasion mirarla. Lo mismo digo de los indios que están repartidos á estas minas inútiles, que tienen exhaustos y acabados sus pueblos, y en lugar de tratar el aliviarlos y descansarlos, proponen á V. E. los echen en nuevas minas, donde se acaben de acabar y se concluya con todo de una vez.

Item, los indios del Pirú no están obligados à beneficiar cuantas minas hay, que los de Nueva España con estar menos destruidos y dar menos plata á S. M., no labran todas las que tienen, antes se reparten con mucha moderacion, y previniendo que no vayan de partes apartadas, si no de las más cercanas, y con otras comodidades que en esto se han tenido por la piedad de los que lo han gobernado, con que está aquel reino más entero que

este.

Ultimamente digo, que no es beneficio el que se les hace á los indios en pasarlos á mejores minas con las comodidades que se pueden prometer de mejores temples, más abundancia de comidas, las minas más fáciles de labrar, por estar sobre la tierra, etc. Las razones son

estas.

Lo primero, las comidas no serán en muchos dias y

meses más baratas, porque aunque diéramos que agora hay mucho trigo y maiz en los puestos, que pretenden ser asientos de minas nuevas, en poblándose de gente, así de españoles como de indios, ha de subir la comida por razon de la demás gente que la gastará, y porque serán menos las sementeras que se harán entonces, que sin duda ocuparán más los españoles en otras cosas á los indios de la comarca, y no les dexarán con sosiego en sus casas y en sus chacarillas, y cesará la abundancia de comida, que solo era abundancia para los pocos que la gozaban y tenian quietud para acudir á sembrar y labrar la tierra.

Lo segundo, es engaño decir que tendrán menos trabajo los indios, antes se debe figurar mayor, pues solo trabajan agora en los asientos donde están en sacar metales, y si se diesen á minas nuevas, trabajarian en ellas y en hacer cosas para españoles y fundar pueblos y hacer ingenios, y con la codicia que acuden los españoles á los principios á estas cosas, seria muy doblado el trabajo y carga que tendrian los indios; y como los mineros á los principios son siempre pobres, no pagarian á los indios, y vemos que en Castrovireina no les pagaban sino de cuatro á cuatro meses, en acabando la mita, y no sé si de presente se hace así, y sí sé que D. Alonso de Mendoza me dice que sí, y es muy digno de remedio. Y si pedian los indios antes plata para comer, les pagaban en maiz á como queria el español, y si el indio enfermaba antes de cumplir la mita, ó se iba ó se quedaba sin paga de lo trabajado; y aunque estos jornales de indios, que faltaban al tiempo de la paga, hacia D. Pedro de Córdoba Mexia que con efecto se pagasen y se pusiesen en una caxa, no sé cómo se repartian des

pues, ni entiendo cómo se podrian repartir ni dar á quien los habia comprado con su sangre. Y últimamente digo en este punto, que si los indios se hubiesen de mudar de minas no buenas á otras que lo fuesen, seria processus in infinitum, aunque lo más cierto y sin duda seria ser finito, porque se acabarian más presto los indios. Y así no seria yo de parecer que se diesen, ni se debe juzgar por voluntad de S. M. sino contra ella, que manda que no se dén de nuevo á minas indios, y esto es dar de nuevo, pues los indios que se dieron á Castrovireina, etc., no fue por sentencia de culpas en que no lo es; luego debe cesar la obligacion, si alguna tienen, y débese llamar nueva la que de nuevo se les pidiere, mudándoles á otro asiento.

Para entender bien lo que sobre este punto se dixére, es necesario suponer que de las provincias de Pacaxes, Carangas, Paria, Omasuyo, Chuquito, Canes y Canches y de todo el Callao, lo más lexos del Cerro ciento cincuenta leguas, van cada año de mita doce mill y seiscientos indios para repartirse en tres tercios del año de cuatro á cuatro, y se necesita bajar en ellos los cuatro mill y doscientos, de suerte que nunca falte este número en el Cerro, sino que trabaje de ordinario en él. Y acabada esta mita, viene otra, y van á descansar los primeros, aunque al primer tercio que acaba de servir los cuatro meses, les cabe luego á los dos mill el trabajar dos meses en servir en las lagunas, tragines de metales, servicio de la villa y hospital y minas de Porco (1), que es

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. (1) Poblacion del Alto-Perú, dependencia de Potosí: de las minas de Porco sacaban los Incas la mayor parte de la plata que empleaban; y fue una de las primeras que esplotaron los españoles despues de la conquista del Perú.

tán siete leguas de Potosí. Y para que mejor se entienda el agravio que se les hace á estos indios y las injusticias que padecen, pondremos exemplo de lo que pasa á los indios que salen de la provincia de Chuquito (1), que repetirse (2) se puede entender que pasa así á los demas.

es

De la provincia de Chuquito salen dos mill doscientos indios cada año para el entero de la mita que hemos dicho. Todos estos van ordinariamente con sus mujeres é hijos, que por haberlos visto subir dos veces, puedo decir que serán todos más de siete mill almas. Cada indio de estos lleva por lo menos ocho y diez carneros y algunos pacos ó pacas para comer; otros de más caudal, llevan treinta y cuarenta carneros; en estos llevan sus comidas de maiz y chuño, sus mantas para dormir, terillas para defenderse del frio, que es riguroso, porque siempre duermen en el campo. Todo este ganado pasa ordinariamente de treinta mill cabezas, y casi siempre llegan á cuarenta mill, y año que se contaron cincuenta mill trescientas cabezas. Pues digamos que no son más de treinta mill, estas con el chuño, maiz, harina de quinoa y cecina y sus vestidos nueves, vale todo más de trescientos mill pesos de á ocho ..... (3)

Toda esta riqueza con este carruaxe se ha caminado á Potosí por зus jornadas, y en distancia de cien leguas tardan dos meses por no poder caminar más aprisa el ganado ni sus hijuelos, que de seis á cinco años llevan á pié. De toda esta comunidad y riqueza que sacan de la

(1) Chuquito ó Chucuyto, provincia del gobierno de Buenos Aires, en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes. (2) Asi.

(3) Está algo borroso en este lugar el original de que nos servimos.

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