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con cuya falta no solo fuera del holandes sino que escusando los presidios, que para ellos sustenta, gozara de todo el comercio contando menos coste y mayores ganancias, cuanto se deja entender de lo referido.

La tercera, los grandes intereses de este comercio, pues por solo sustentarle, gasta el enemigo y sustenta tantas armadas y presidios, y siendo los estados de Holanda tan cortos y de poca importancia, respecto de la grandeza de la monarquía de España, con solo la buena administracion y libertad con que le usa, saca tantas ganancias, que con ellas conserva fuerza en la mar, y fuera mucho mayor á no oponérsele la que V. M. tiene en las islas Filipinas. Pues se afirma, que viniendo dos naos y un patache(1) de la India cargados á sus tierras, habiéndole perdido las naos y salvádose el patache, con solo él sacaron la pérdida y tuvieron ganancia considerable. Para que se vea cuánto conviene, para que el enemigo no crezca, que permanezcan las islas y sean favorecidos y ayudados sus vecinos.

Y volviendo al comercio que tienen y pueden tener, que es todo el referido y el del Japon y otros reinos de aquellas regiones, el principal y mayor y en que consiste en conservarse las Filipinas, es el de la China. Que si bien participa dél Portugal, es con mucho riesgo y trabajo por serle forzoso pasar el estrecho de Singapore, que siempre está ocupado de holandeses. En que hay esta diferencia, que los portugueses le van á buscar á la misma China, donde tienen poblada la ciudad de Macan (2)

(1) Patache, es un bajel de guerra, que generalmente sigue á otro mayor y sirve para reconocer las costas.

(2) Macan (como dice el original) ó Macao es una ciudad de la

y los castellanos le gozan en Manila, á cuyo puerto vienen cada año muchos navios de chinos, cargados de cuantos géneros naturales y artificiales produce aquel gran reino. El gobernador D. Francisco Tello el año de 1599 dió licencia á D. Juan Zamudio para ir á él y entablarle, como le usan los portugueses y fué con un navio á la ciudad de Canton; y aunque halló, no poca contradiccion con ellos, abrió puerto para los vecinos de Filipinas, y se les señaló el del Pinal y casa en Canton con chapas y pasa-portes para que fuesen á poblarle siempre que quisiesen. Y perdiéndose despues D. Luis das Mariñas, en la costa de la China, acoxieron los chinos y entraron en aquel puerto. Y aunque por ser esto contra la Real cédula de 593, se envió reprehension á la Audiencia; con todo se encargó al gobernador que hiciese junta sobre las conveniencias que podia tener, el proseguir aquel intento en carta acordada de 15 de Octubre de 603. Y de esta conferencia parece que resultó la Real cédula de 25 de Julio del 609, en que se permitió esta contratacion de la China y la del Japon á los vecinos de Manila. Aunque lo cierto es, que no la tienen por sus personas, sino que se contentan con aguardar á que los chinos les traigan sus mercaderias, por no hallarse con fuerza ni caudal para ir por ellas. Y se les permite el venderlas por junto y conforme á la órden que dejó introducida el gobernador Gomez Perez das Mariñas. Se les tasa en monton por personas diputadas para ello y luego

China, en la provincia de Canton; edificáronla los portugueses á principios del siglo XVI con permiso del Emperador de la China, que les cedió un terreno de una legua de circunferencia, á condicion de darle los derechos de entrada y un tributo anual de diez mill pesos.

se reparten y distribuyen entre los vecinos, para que todos participen del comercio; modo que está aprobado por carta acordada del 17 de Enero de 593 y es lo que llaman la pancada. Y solo ha quedado licencia al gobernador para enviar cada año una nao á Macan, á comprar pertrechos y no otra cosa, por cédula de 4 de Febrero de 608.

De poco tiempo á esta parte los portugueses de aquella ciudad han comenzado á venir á Manila ó enviar á ella mercaderias de China, lo cual es de mucho daño para los vecinos, porque se las venden más caras que los chinos. Estas mercaderias de China se solian traer libremente á Nueva-España, Guatemala y Panamá y se pasaban al Perú. Y porque son baratas y géneros de mucho consumo, y con la comodidad del precio perjudicaban á la de estos reinos, se fué sintiendo el daño que causaban al comercio de Sevilla y así se prohibió el traerlas á Guatemala y Panamá y despues el trasportarlas al Perú y quedó la permision para sola la NuevaEspaña, como se dirá, por ser el punto principal sobre que se discurre.

Y concluyendo con las razones que hacen importantes las Filipinas, la quinta es la superioridad que en el Oriente tienen á no pocos reyes coronados. Y no provée V. M. plaza en todos los reinos de esta monarquia que en esta parte se iguale al gobernador de las islas sino el virreynato de la India. Al doctor Francisco de Sande, como á tal gobernador, dió la obediencia el rey de Borneo, confesándose vasallo, aunque mahometano, de la corona de Castilla. En tiempo de Gomez Perez das Mariñas fué á Manila el rey de Siro, otra isla, y dió la obediencia. D. Pedro de Acuña en la jornada de Terre

nate trajo preso á su rey y lo detuvo en aquella ciudad, y cuando fué D. Juan Niño de Tabora llevó órden para darle libertad si le pareciese conveniente, por cédula de 10 de Noviembre de 626, y no se la dió, y murió preso el de 629 y su hijo poco antes, y sucedió un Cachahil que habia sido prisionero con el Rey y quedó de guerra. El de Tidore es confederado y reconoce al gobernador por superior, y por amparo las armas de España. Con el de Macazar (1) por ser importante para el sustento de Terrenate se asentó paz el año de 618. Con el de Mindanao, es continuo el cuidado que se tiene, que habiéndole sujetado algunas veces, y en particular el de 597 por el valor de D. Juan Ronquillo, que tuvo en aquella isla muchos reencuentros con los naturales, se ha vuelto á revelar, y aunque ha sido castigado con rigor, nunca está seguro sino cuando conoce que hay fuerza en las Filipinas, y asi es necesario para que no se atreva á hacer mayores daños, pues por los hechos, están declarados por esclavos los mindanaos que se cogieron en la guerra por cédula Real de 29 de Mayo de 620. Con el Emperador del Japon está encargada la paz por cédula de 4 de Julio de 1609 y con él se tuvo mucha correspondencia enviándole cada año un presente y recibiendo otro suyo, admitiéndose navios y comercio, de una parte á otra, hasta que el año de 624, los holandeses le irritaron de modo contra los católicos, que levantaron en sus reinos nueva persecucion contra ellos y cesó la amistad con Filipinas, que no es de poco perjuicio, asi por faltar su correspondencia como por ser aquel barbaro poderoso

(1) Macazar, reino considerable de las Indias en las islas de los Célebes.

y los japoneses piratas comunes. Con la gran China y su rey está mejor introducida la paz y se conserva mediante el comercio y algunos presentes que se envian. El doctor Sande escribió que se atrevia á conquistar aquel reino, que fue prometer mucho, y se le respondió á 9 de Abril de 586 que no tratase de ello, sino de conservar la amistad con los chinos, y asi se ha hecho. Y son tantos los que hay en Manila, que tienen dos pueblos, uno el de Vindonac, que está junto á la ciudad y es de los cristianos casados; y otro el Porian, que es como arrabal cerrado y en él asisten los que traen mercaderias y á todos llaman sangleyes. Los reinos de Champa, Camboja y Sian que ocupan la tierra firme, están por fronteras de guerra. La conquista de Champa está dada por lícita con acuerdo de teólogos, por ser sus naturales públicos piratas de los que pasan por sus costas y tener muchos cautivos cristianos y consentir y amparar la ley de Mahoma y ser casi todos moros, como se refiere en cédula Real del 13 de Octubre de 600. El de Camboja no es tan dañoso y deja - sacar maderas de que abunda, para fabricar naos en Filipinas, con otros géneros y drogas estimables. Historia hay de los embajadores que el rey Apranlangala envió á Manila, de donde le fué el socorro que llevó el capitan Gallinato y el suceso que tuvo, y asi aquel reino siempre quedó afecto á los españoles. El de Sian es de la calidad del de Champa; tiene mas de catorce mill cautivos cristianos de varias naciones, el año de 629 cojió su rey dos navios de Manila en sus puertos y los detuvo, por lo cual el gobernador D. Juan Niño envió dos galeones que hicieron bastante castigo en las costas y luego una embajada á pedir la satisfacion de los dos navios y que no dándola, proseguiria en cobrarla. El rey era muerto y

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