,, ni les era posible reclamar el orden ui la justicia, ni podian tam,, poco conformarse con leyes establecidas por la cobardía y la traicion, sostenidas la violencia, y productoras del desorden وو وو por ,, mas espantoso, de la anarquía mas desoladora, y de la indigencia universal. وو وو El voto general clamó por todas partes contra la tiránica Coustitucion, clamó por la cesacion de un Código nulo en su orígen, ,, ilegal en su formacion, injusto en su contenido; clamó finalmen,, te por el sostenimiento de la santa religion de sus mayores, por la restitucion de sus leyes fundamentales, y por la conservacion de mis legítimos derechos, que heredé de mis antepasados, que ,, con la prevenida solemnidad habiau jurado mis vasallos. وو وو وو وز وو que ,, No fue estéril el grito general de la nacion; por todas las provincias se formaban cuerpos armados lidiaron contra los soldados de la Constitucion: vencedores unas veces, y vencidos „ otras, siempre permanecieron constantes en la causa de la reli,,gion y de la monarquía: el entusiasmo en defensa de tan sagrados ,, objetos nunca decayó en los reveses de la guerra, y prefiriendo mis vasallos la muerte á la pérdida de tan importantes bienes, hicieron presente á la Europa con la fidelidad y su constancia ,, que, si la España habia dado el ser y abrigado en su seno á al,, gunos desnaturalizados hijos de la rebelion universal, la nacion entera era religiosa, monárquica y amante de su legítimo soberano. وو وو دو وو وو وو وو y La Europa entera couociendo profundamente mi cautiverio el de toda mi real familia, la mísera situacion de mis vasallos fieles y leales, y las máximas perniciosas que profusamente es,, parcian, á toda costa, los agentes españoles por todas partes, determinaron poner fin á un estado de cosas que era el escándalo universal, caminaba á trastornar todos los tronos y to,, das las instituciones antiguas, cambiándolas en la irreligion y en ,, la inmoralidad. Encargada la Francia de tan santa empresa, en pocos meses ha triunfado de los esfuerzos de todos los rebeldes del mundo, reunidos por desgracia de la España en el suelo clásico de la وو وو fidelidad Ꭹ la lealtad. Mi augusto y amado primo el duque de Angulema, al frente de un ejército valiente, vencedor en todos mis dominios, me ha sacado de la esclavitud en que gemia, res„ tituyéndome á mis amados vasallos fieles y constantes. وو وو وو Sentado ya otra vez en el trono de San Fernando por la mano „, sabia y justa del Omnipoteute, por las generosas resoluciones de mis poderosos aliados, y por los denodados esfuerzos de mi amado primo el duque de Angulema, y su valiente ejército; deseando proveer de remedio á las mas urgentes necesidades de mis " pueblos, y manifestar á todo el mundo mi verdadera voluntad „ en el primer momento que he recobrado mi libertad, he venido en decretar lo siguiente. " وو que ,, 1.o Son nulos y de ningun valor todos los actos del gobierno llamado constitucional, (de cualquiera clase condicion y ,, sean) que ha dominado á mis pueblos desde el dia 7 de marzo ,, de 1820, hasta hoy dia 1.o de octubre de 1823, declarando, como declaro, que en toda esta época he carecido de libertad, „obligado á sancionar las leyes y á espedir las órdenes, decretos " y reglamentos que contra mi voluntad se meditabau y espedian ,, por el mismo gobierno. وو وو وو ور ,, Apruebo todo cuanto se ha decretado, y ordenado por la junta „ provisional de gobierno, y por la regencia del reino, creadas, aquellas en Oyarzun el dia 9 de abril, y esta en Madrid el dia. 26 de mayo del presente año, entendiéndose interinamente, has-. ,, ta tanto que, instruido competentemente de las necesidades de mis pueblos, pueda dar las leyes y dictar las providencias mas. „, oportunas para causar su verdadera prosperidad y felicidad, ,, objeto constante de todos mis deseos. Tendréislo entendido comunicaréis á todos los ministros. وو ور و, Puerto de Santa María 1.9 de octubre de 1823. - Rubricado de la real mano. - A D. Victor Saez." Este documento manifestaba ya con bastante claridad lo que iba á ser de la Península. A la manera que los gobernantes de la época constitucional se equivocaron creyendo que la nacion se hallaba en estado de admitir gustosa las notables reformas que ha bian hecho, asi el nuevo gobierno se engañó creyendo que nuestra patria, estraña á las exigencias del siglo, podia retrogadar á las vetustas ideas que habian perdido su influjo. Partiendo de este errado principio proscribió de cuajo todo lo hecho en los tres últimos años, sin respetar las personas ni tener consideracion á los intereses. Pudiera servirle de ejemplo lo acaecido en la transcurrida época, cuyas exigencias y cuyas reformas harto aceleradas y generales sublevaron á los pueblos contra el gobierno, y era de prever que el retroceso absoluto habia de producir iguales efectos. Condenáranse en hora buena los principios, pero dar de nulidad los hechos, castigar con el despojo á aquellos que habian adquirido á costa de sus intereses lo que les permitia adquirir la ley vigente, era un acto de notoria injusticia que por fuerza debia suscitar enemigos y preparar nuevas reacciones y venganzas nuevas. Retardaban sin embargo estos resultados la memoria de los males sufridos eu el período reciente, la presencia del ejército estrangero, y el poder de las naciones que habian resuelto la entrada de este en nuestra patria. El gobierno sin embargo alucinado con su sistema creia que sus fuerzas bastaban no solo á reprimir á los descontentos, sino tambien para sofocar las ideas novadoras que eran la esencia del siglo en que nos hallábamos, y que derramadas por las naciones no podian ser proscritas de España. Aun era tiempo de atajar todos los males. En el año 1814 pudo Fernando VII hacer la ventura de nuestra patria sobreponiéndose á todos los partidos, transigiendo con el uno y forzando al otro á que transigiera; en 1823 le era posible y hasta fácil verificar lo mismo; mas ahora como entonces desconoció la marcha del siglo, las nuevas necesidades que habian traido los tiempos, y ahora como entonces su reactivo sistema preparaba una revolucion capaz de conmover el trono hasta sus cimientos, y de precipitar á España en una espantosa anarquía. Momentos hubo en que pareció que conociese Fernando estas verdades, puesto que derrocado el primer ministerio se entregó el poder á los hombres cuyo sistema conciliador y moderado hizo augurar una marcha tolerante y acomodada á los tiempos; pero el conde de Ofalia, Zea Bermudez y el general Cruz desaparecieron uno tras otro y rápidamente para dejar su puesto en 1824 á Don Francisco Tadeo Calomarde, representante de los principios que habian dirigido al primer ministerio. de 1823. Y no es decir esto que en aquella época dominase á Fernando el espíritu de reaccion que hasta entonces fue el alma de sus planes, pues si Calomarde era su ministr o predilecto tenia tambien á su lado hombres amigos de las reformas, que conociendo las necesidades actuales procuraban satisfacerlas en cuanto de ellos dependiera. Entre tales hombres debe contarse á D. Luis Lopez Ballesteros que puesto á la cabeza de la Hacienda logró introducir regularidad y órden, pagar los intereses de la deuda y rehacer el crédito, á pesar de cuanto le habian perjudicado la falta de reconocimiento por parte de Fernando de los empréstitos hechos por las Córtes. Tanto era mas digno de encomio el entendido ministro cuyo saber consiguió este resultado en cuanto no podia contar con aquel caudaloso manantial que desde los primeros dias del siglo XVI habia derramado en nuestra patria sus inmensas riquezas. En la época en que nos encontramos la América ya no nos pertenecia. Hemos dicho el efecto que produjeron en aquellas colonias los acontecimientos de Bayona, la parte que tomaron en el levantamiento de España, las modificaciones que en aquel pais sufrieron las ideas con respecto á la metrópoli, los primeros síntomas de independencia que allí se notaron, los resultados de la sublevacion que se ejecutó mas tarde, y como el ejército destinado á ultramar en 1819 publicó la Constitucion el primer dia de 1820 quedándose por lo mismo en la Península. Estensos territorios se habian emancipado absolutamente de España desde entonces, y siguiendo otros el ejemplo de los primeros alzaron el grito de libertad, batieron al ejército español que allí quedaba, y en 1824 nuestras posesiones en el Nuevo Mundo quedaban limitadas á las islas de Cuba y Puerto Rico. Estas desgracias como decíamos secaron la mas abundosa fuente de nuestras riquezas, y dificultaban mas la obra que se atrevió á emprender Ballesteros. Circunscrito este ministro al ramo de su incumbencia, que no era por cierto el mas influyente en la política interior de España, no podia lisonjearse de que su sistema moderador cundiese en los demas ministerios. |