De la revolucion actual de la España, y de sus consecuencias

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José Ferrer de Orga, 1820 - 311 páginas
 

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Página 240 - Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidad que establezcan las leyes.
Página 253 - La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas y prohibe el ejercicio de cualquiera otra.
Página 236 - La Nacion está obligada á conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
Página 237 - El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen.
Página 244 - Sólo se hará embargo de bienes cuando se proceda por delitos que lleven consigo responsabilidad pecuniaria, y en proporción a la cantidad a que ésta pueda extenderse.
Página 268 - Durante el tiempo de su diputación, contado para este efecto desde que el nombramiento conste en la permanente de Cortes, no podrán los diputados admitir para sí, ni solicitar para otro, empleo alguno de provisión del Rey, ni aun ascenso, como no sea de escala en su respectiva carrera.
Página 243 - Se dispondrán las cárceles de manera que sirvan para asegurar y no para molestar a los presos...
Página 3 - Sírvase VS atender las insinuaciones de este cuerpo por medio de su diputado, que no lleva otro objeto que el bien de la patria, y el establecimiento de un gobierno que haga felices estas provincias, conservando en ellas la pureza de nuestra religión santa y los derechos del desgraciado Fernando VII.
Página 15 - Europa, no querais desmentirlo en América. La América es libre, esperémoslo todo de la consanguinidad y de la amistad ; abjuremos lo que solo debimos á la dominacion.
Página 244 - Ninguna pena ha de ser transcendental á la familia del que la sufre.

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