menos de estrañar las nuestras si se atiende á que, de este ó del otro género, en faltas han incurrido cuantos han escrito nuestra historia. Sírvannos al menos de disculpa los deslices de los demas, pues justifican nuestro aserto de que el trabajo que hemos emprendido ofrece dificultades de gran cuantía. No cumpliéramos con nuestra patria ni con nuestros paisanos si no diésemos una prueba positiva de que nuestro deseo se limita á conseguir el acierto por todos los medios que podamos. Nos parece uno de ellos y muy eficaz el recomendar nuestra obra á los lectores, no para rogarles que la elogien, sino que la corrijan, supliendo nuestras omisiones y rectificando nuestros yerros. Por esto deseamos sinceramente que se nos dirijan particularmente cuantas advertencias puedan contribuir á presentar la verdad histórica tal como debe ser, cual nosotros anbeláramos haberla presentado. Recogerémos escrupulosamente todas esas advertencias, manifestarémos nuestra gratitud á quien nos las haga, y si en nuestro concepto son justas las añadirémos á la historia por medio de un suplemento, continuando los nombres de las personas á quienes las debamos, si no nos prohiben darles ese público testimonio de nuestro agradecimiento. Si se nos dirige alguna que en nuestro concepto sea infundada, no la despreciarémos tampoco, porque es justo reconocer la buena intencion del autor. Esta franca y decorosa comunicacion de ideas y noticias no puede redundar sino en enseñanza nuestra y en provecho de la historia que hemos escrito, la cual, lo confesamos ingenuamente, creemos que es defectuosa, por mas que no ven nuestros ojos todos los defectos de que adolece. Nuestra intencion ha sido buena, nuestro trabajo mucho y no pocas veces desagradable, y habrémos sacado de él todo el fruto que nos propusimos al emprenderlo, si hacemos un servicio, por mínimo que sea, á la historia de nuestra patria. |