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CAPITULO XVII.

Continuacion de la anterior marcha del gobierno.-Felicitacion del infante Don Francisco de Paula. Cuestion de tutela.-Protesta de la reina viuda doña María Cristina.

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o sino el mismo dia en que se presentó el señor Gonzalez á las Córtes para darles cuenta de la marcha política que pensaba seguir el ministerio, quiso este justificar sus palabras y acreditarlas con sus hechos. Uno de los mas importantes era sin duda alguna el afianzamiento del órden, la seguridad de la propiedad, la proteccion de los particulares y estincion de malhechores; y como estos tan sagrados y vitales objetos no podian menos de haberse resentido de los trastornos de la guerra y frecuentes convulsiones políticas, el ministro de la Gobernacion que los consideraba preferentes á todo otro que pendiese de su ramo, espidió con fecha del mismo 22 una circular dirigida á todos los gefes políticos, cuya atencion se llamaba hácia aquellos escitando al propio tiempo todo su celo y actividad. Pero este deber que era, puede decirse asi, de primer órden; esta obligacion imperiosa de todos los gobiernos no satisfacia tan esclusivamente los deseos del ministro que no exigiese

de sus subdelegados el cumplimiento de otras muchas. Las mejoras reales del pais, el espíritu de asociacion, la industria y comercio, los arbolados, los caminos interiores, los riegos, la salubridad de las poblaciones, su belleza, comodidad y ornato; la educacion en fin de los naturales de sus respectivas provincias eran otros tantos objetos que se les encargaba tener siempre muy à la vista y fomentar en todo cuanto aquellos funcionarios emprendieran por sí, ó creyesen conveniente consultar al gobierno. Para llenar cumplidamente estos deberes recordábaselos la necesidad que tienen los empleados de dar ejemplos de moralidad en todos sus actos, de observar severamente lo dispuesto en las leyes del reino y en las órdenes del gobierno superior. «Sin legalidad y sin pureza, decia el ministro de la Gobernacion, no puede haber administracion benéfica y liberal, y los gobiernos que disimulasen en este grave asunto el mas leve descuido, se harian cómplices de un crímen imperdonable, y en lugar de ser los protectores de sus subordinados, se convertirian en instrumento miserable de la. mas pequeña tiranía. »

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A su vez el ministro de Hacienda dictó varias disposiciones para llevar á efecto el sistema de centralizacion y distribucion de fondos establecido por decreto de 4 de noviembre último, tan necesario para producir las ventajas y mejoras positivas que exigia la opinion y el estado del erario; dirigiéndose con fecha 24 de este mes de mayo por este ministerio una circular á todos los intendentes, en la cual se les hacian las mas sérias prevenciones para que con mano fuerte, liéndose de los medios que la ley y el gobierno tenian puestos á su disposicion, atajasén los estragos que á la industria y al comercio ocasionaba el contrabando, cuyo abuso habia dado lugar á un número estraordinario de quejas que se producian constantemente; advirtiendo por último que el mérito que estos funcionarios contrajesen al frente de sus respectivas provincias habia de justificarse por el resultado que ofreciese la administracion de cada una de las rentas de aquella; mientras que desembarazado el gobierno de las graves y perentorias obligaciones que le rodeaban, podia llevar á cabo la completa reorganizacion de los resguardos y las medidas que para tan importante servicio tenia meditadas.

Otra circualar del ministerio de la Guerra disponia que se espidiesen las licencias absolutas á los cumplidos del ejército y milicias provinciales procedentes de la quinta decretada en 11 de febrero de 1833 con las mismas consideraciones y ventajas que se habian dispensado á los que habian sido licenciados en febrero de este año de 41. Justa disposicion que à la vez que tenia por objeto el cumplimiento de una sagrada obli

gacion que el gobierno habia contraido, disminuia las cargas del tesoro público y las que pesaban sobre los pueblos, y con la cual el gobierno, no menos que con las anteriores de que nos hemos hecho cargo, anunciaba su propósito de entrar en una senda de regularidad, y de sujetarse estrictamente á la ley y á los vinculos con que le habian ligado sus anteriores promesas. No á esta época del ministerio Gonzalez sino á la anterior en que el ministerio de la Guerra era desempeñado por D. Pedro Chacon, pertenece un decreto firmado por el REGENTE DEL REINO y dirigido á conceder una condecoracion en prueba de singular distincion á los beneméritos españoles que en el año 1830 y siguientes espusieron generosamente sus vidas penetrando en la Península con las armas en la mano por varios puntos de la costa y frontera del Pirineo con el loable objeto de restablecer en España el gobierno constitucional. Eterna pesadilla del partido vencido en setiembre una determinacion que ocupando uno de los primeros lugares entre las espedidas por el REGENTE DEL REINO justificaba su patriotismo y las simpatías que encontraban en su pecho todos los que en cualquiera época habian hecho sacrificios generosos en obsequio de la libertad de su patria, calificaron de descabellada la disposicion del gobierno, de intentona al hecho heróico que la habia producido y de temeridad al de haber espuesto sus vidas para defender un sistema de gobierno que, al decir de los órganos de ese partido que se titulaba moderado, no habian sabido sostener. Y como si todo esto fuera poco, y como si á hombres que se titulaban liberales pudieran ocultarseles las causas verdaderas del encadenamiento de la opinion. pública decian que el pais no habia salido á recibir á los emigrados á la frontera y encontraban en este hecho una prueba de calificar de nuevo à la aparicion de los emigrados como una revuelta estéril, sin crédito y sin raices en el pais. Sin poder disimular su encono á los defensores de la libertad los que habiendo hecho alarde algun dia de pertenecer á sus filas renegaban ahora en cuantas ocasiones se les presentaban de la causa que habian abrazado preguntaban á propósito de la medida de que hablamos. ¿Qué hicieron los que tan pomposamente aspiran hoy á condecorarse? Pero esa pregunta que en el enfático y subido tono con que se presentaba, parecia uo esperar contestacion, la tuvo y muy pronto de algunos á quienes ella con harta injusticia é ingratitud atacaba. «Lo que hicieron, (contestaron) fué presentar noblemente la bandera gloriosa de la libertad constitucional á una nacion que no fué vencida en 1823, que sucumbió á la mas negra trảicion, pero en la que ardia aun el fuego santo de libertad é independencia nacional; lo que hicieron fué recordar á esta nacion el origen impuro, antiespañol de un gobierno tan estupido como cruel, que debió su restablecimiento á 100, 000 bayonetas estrangeras; su aparicion en la frontera elec

TOMO III.

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trizó á esta nacion aletargada; desde entonces durmió el despotismo sobre un lecho de espinas. Su aparicion reveló la existencia de un partido nacional, fuerte, liberal, que preparó los sucesos de la Granja en 1832, que conservó el trono á la legitimidad, espulsando ignominiosamente á la usurpacion. No, no eran intentonas descabelladas, el pais no nos rechazó. »

Dada tan cumplida y terminante respuesta á cuantos ponian en duda los eminentes patrióticos y arriesgados servicios de los emigrados que en 1830 y siguientes habian penetrado en la Península por la costa y por el Pirineo para restablecer el gobierno constitucional con las armas en la mano, creyeron estos necesario pagar una deuda de gratitud al guerrero ilustre que no menos entusiasta y celoso por la conservacion y sosten de la causa de la libertad, acababa de galardonar sus servicios con una condecoracion distinguida, y al efecto solicitaron la honra de ser admitidos á una audiencia particular que el DUQUE DE LA VICTORIA se apresuró á concederlos. Nombrada una comision por aquellos emigrados, compuesta de varios generales, gefes, oficiales, empleados civiles y varios particulares se presentó en el palacio del REGENTE, de quien fué recibida tan pronto como se anunció, y su presidente el antiguo y benemérito brigadier D. Francisco Valdes le dirigió la palabra en los términos siguientes.

«Serenísimo señor: Los ciudadanos que representan á los españoles que intentaron romper las cadenas que cien mil bayonetas francesas, precedidas por la traicion, impusieron en 1823 á nuestra patria, tienen la honra de rendir á V. A. las mas espresivas gracias por el honor y la justicia que les ha hecho por el decreto de V. A. de 14 del presente mes. >>

<«<Al heroismo de V. A. y de su bizarro ejército ha cabido la gloria de borrar hasta el último vestigio de la invasion francesa; de terminar una obra que en los años de 24 y 30 principiaron unos pocos, que ligados íntimamente á los defensores de la libertad é independencia nacional, se harán un deber de ponerse, si peligrasen tan caros objetos, al lado del ilustre español, á quien la gratitud de un pueblo reconocido ha elevado á un punto de que es tan digno y en el cual cicatrizará las llagas de esta nacion magnánima. >>

El REGENTE Contestó con natural afabilidad.

«Señores: Desde la adolescencia, desde que empezé á pensar, desde que tuve uso de razon, amé la libertad de mi patria, y en todos los servicios que como soldado he tenido la dicha de prestar á mi pais, ha sido siempre mi idea esclusiva y dominante la de sacrificarme en defensa de la libertad é independencia nacional, á las que está hoy tan íntimamente ligado el trono constitucional de Isabel II. Recibo con sumo placer las gracias que tan distinguidos ciudadanos me acaban de espresar por la justísima recom

pensa que la patria debia á quienes tan noblemente espusieron sus vidas, concediéndoles una honorifica distincion por la arrojada empresa que acometieron en 1830 para restablecer en España el sistema constitucional. Ellos comenzaron la obra que el heróico esfuerzo, las privaciones del ejército nacional, de mis compañeros de glorias y fatigas tan dignamente ha terminado. »

«Me es muy grato poder asegurar á ustedes que sé apreciar en el fondo de mi corazon la elevacion y pureza de las intenciones de tan beneméritos emigrados, cuyos servicios conozco mucho mejor que algunos piensan. Conoci entonces el desinteresado objeto con que espusieron sus vidas por restablecer la libertad. Esta libertad, señores, ya la tenemos afianzada. Nunca desesperé de que llegariamos á tan deseado fin. Durante la cruda guerra que ha terminado, los pueblos me enviaron sus hijos. Hicieron mas, sus padres se quitaron el pan de la boca para ayudarme à sustentarlos. Su preciosa sangre sirvió á regar el árbol sacrosanto de la libertad. A costa de tan generosos sacrificios me lisonjeo que lo veremos florecer, y si nos queda algo que hacer, cuento con los esfuerzos de los amantes fel trono de Isabel II y de la independencia de la nacion.»

«Soldado de la infancia, mi inclinacion, mis estudios, mis ocupaciones fueron siempre las de un militar. Hoy primer magistrado de la nacion, las atenciones que me rodean son mas difíciles, pero mi corazon es puro y reclamaré los consejos y auxilios de hombres de saber y probidad. Cuento con los esfuerzos de todos los buenos españoles, con el patriotismo de ustedes como pueden contar mis conciudadanos con la libertad de este soldado que aspirando solo á ver la España colocada en el puesto que la corresponde, se dedica esclusivamente á conseguir tan deseado objeto. >>

Tan sentida y patriótica manifestacion no pudo menos de conmover á todos los que la escucharon obligando al brigadier Valdés á replicar poseido de un vivo sentimiento:

«Señor: bien puede V. A. contar con la mayor seguridad con la adhesion y purísimos sentimientos de todos los patriotas presentes y sus representados. Si para la defensa de las sublimes ideas y de los nobles objetos que V. A. nos acaba de manifestar llegase á necesitar de nosotros, aqui están nuestros brazos, aqui nuestras espadas y hasta la última gota de sangre liberal que corre en nuestras venas. >>

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Así terminó este acto que dejó gratos recuerdos en todos aquellos antiguos defensores de la libertad española.

Insistiendo en nuestra tarea de examinar los primeros actos del gobierno del nuevo REGENTE, la inauguracion de su sistema en cada uno de los diferentes ramos de la administracion pública, no podriamos olvidar sin ser injustos la circular que á imitacion de sus compañeros dirigió el ministro

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