Meditaciones devotísimas del amor de Dios

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Imprenta de la Viuda e Hijos de J. Subirana, 1882 - 469 páginas

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Página 182 - Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero'. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor
Página 67 - ¡Oh, cuán maravillosa y excelente manera de pelear has escogido, Señor!; porque ya no con diluvio ni con fuego del cielo, sino con halagos de paz y de amor has conquistado los hombres; no matando, sino muriendo; no derramando sangre ajena, sino dando la tuya propia por nosotros en la cruz. ¡Oh, maravillosa y nueva virtud, pues lo que no hiciste desde el cielo servido de ángeles, hiciste desde la cruz acompañado de ladrones! Tantas son las bocas de fuego que me dicen que te ame, cuantas llagas...
Página 5 - Escritura dice, hablando de la creacion del mundo, que el espíritu del Señor andaba sobre las aguas, como está la voluntad tan amorosa del artífice sobre la masa de oro, para sacar las...
Página 6 - Cada mañana hallarás, ánima mía, á la puerta de tu casa á todo el universo, las aves, animales, campos y cielos, que te esperan para servirte, para que tú pagues por todos el servicio de amor libre, que tú sola, en lugar de todos, debes á tu Criador y suyo.
Página 28 - ... hechizados nos trae el mundo y nuestra propia carne y cuán sin centella de claro conocimiento, pues dejamos de amar a aquella bondad eterna y admirable hermosura de Dios por abajarnos a cosas tan viles como las criaturas de este mundo ! Todas las criaturas me están diciendo : Ama a tu Dios y no a mí. ¿ Por qué me amas ? ¿Por qué me quieres? Mira que soy tierra y polvo. ¿Qué ves en mí que no sea ajeno ? Ama solamente al que de nada nos crió y nos dió todo lo que somos.
Página 6 - ... imágenes acabadas y perfectas; porque entendamos que sobre todas las cosas andaba nadando el divino amor, el cual con ley suave las sustenta y gobierna. Todo nace de fuente viva de amor, y todo lo que tiene...
Página 20 - Y si en este destierro no veo la hermosura de tu Divina Majestad, así como eres hermoso en el cielo, por los efectos, vengo en conocimiento de la causa, y por la hermosura de los cielos, planetas, árboles, flores y variedad de muy vivos colores de las cosas que tus divinas manos fabricaron, conozco, mi Dios y Señor, ser abismo infinito de hermosura la hermosura de donde estas hermosuras tienen su origen.
Página 101 - ¿qué es la causa, ánima mía, que tan de asiento y de propósito andas apacentando tu corazón en el amor de las criaturas, mendigando en ellas unas golillas de agua turbia y desabrida que más te provoca y enciende la sed, y desechas la limpia y abundante fuente de todos los bienes, en la cual sola se puede matar tu sed? ¿Qué cosa puedes desear que no la halles muy enteramente en tu Dios } Si te deleita el saber, sapientísimo es, porque su sabiduría no tiene número. Si la hermosura, hermosísimo...
Página 40 - Discurre por todas las cosas y hallarás ser esto así en todas ellas. Mas aunque esto así sea, por la experiencia lo vean los míseros hombres con qué trabajos, con qué afrentas y con cuántos sudores cavan estas balsas disipadas y agujereadas por todas partes. Por cavar estos aljibes podridos pasan grandes trabajos de día y de noche, por mar y por tierra, en guerras y peligros de muerte, y muchos de ellos en servicios trabajosos de pecados, los cuales todos hacen poco caso de la fuente limpia...
Página 214 - Bien es aquel que todas las cosas desean, y ninguna cosa hay sin amor, y este natural apetito de bien en las cosas, en alguna manera, se puede decir amor de Dios. Mas porque la naturaleza insensible no puede llegar hasta el bien inconmutable, por eso se queda y descansa en el bien participado. Mas la criatura intelectual y racional, que son el ángel y el hombre, tienen esta dignidad, que pueden llegar hasta el sumo bien que desean y ser de él capaces.

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