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la remision de Diputado: los de Tamalameque y Ocaña ni han comparecido ni mandado su voto, aunque exteriormente han manifestado el disgusto por semejante solicitud: los tres Diputados que existen en ésta, no consagran con semejantes ideas y han suplicado encarecidamente que no pierdan el tiempo estas autoridades en un punto desabrido para los que siguen la buena causa.

El Gobierno de esta Provincia, bajo cualquier aspecto que se presente, está muy bien persuadido de su genial amor á la paz y buena armonia; prendas que lo han caracterizado siempre, y que lleva éste por norte de sus operaciones.

Santa Marta, Excelentísimo señor, ni ha declarado la guerra civil á Cartagena, como V. E. significa en su oficio, ni ha solicitado las desavenencias del dia; ella, llena de aquel orgullo que siempre la ha acompañado (por el favor que le hizo la misma España), no se contenta con atacar lo más sagrado del honor de este Gobierno y sus miembros, sino que pareciéndole poca la batería de la pluma, echa mano de la artillería, que nuestro Soberano dedicó á otros objetos.

Cartagena, permita V. E. que le diga que tiene fascinado á ese Gobierno ella ha mandado sí sus Diputados; pero no crea que es á solicitar un Gobierno á quien quedar subalterna; su anhelo únicamente es tener entretenido al Gobierno de España; á V. E. complacido, y solicitar lo que pueda sacar de ésa para sus ocurrencias.

Las que hasta la fecha se han ofrecido en ésta con aquellos gobernantes han sido producidas por ellos mismos: á V. E. hará comprender los procedimientos tan inconsecuentes con unos vecinos, hermanos y parientes, como somos unos y otros, el Manifiesto que oportunamente le remitiremos. Todas estas exposiciones que se presentan á V. E. son dirigidas á manifestarle que se expone su autoridad aun con los mismos que proteje en una tan decidida alianza, que no solo será mal pagada, sino que cuando ménos lo espera, lo dejarán en el flanco; crea V. E. que no es este deseo de propender á desavenencias; pero estamos muy bien orientados de las ideas que tienen abrazadas los novadores de estos Distritos.

El perentorio plazo de sesenta dias que pone V. E. para la contestacion de su apreciable de 29 de Agosto, en nada contribuye para entibiar el decidido fervor, sobre sostener los puntos de religion y equidad que ha emprendido esta Provincia; por lo tanto, si por alguna casualidad ú otro acaecido inopinado se pasase el plazo que tiene asignado para la declaracion de guerra con esta Provincia, los que la gobiernan y todos sus moradores, ni la buscan, ni la temen; pero creen firmemente sabrán dejar en buen lugar el honor de las armas de su Soberano.

Dios guarde á V. E. muchos años.

Santa Marta, Octubre 3 de 1811.

THOMAS DE ACOSTA.

Excelentísimo señor Presidente del Estado de Cundinamarca.

CIV.

NOTA oficial por la cual el Gobierno de la Provincia de Santa Marta da cuenta al Virey electo de este Reino del estado de las relaciones entre dicha Provincia y las demás del mismo Reino, y de la disolucion de la Junta provincial.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR :

Número 6.

En 25 de Mayo último participé á V. E. mi arribo á esta plaza; toma de posesion de este Gobierno, y concepto que formé en aquellos pocos dias de la fidelidad de estos vecinos. Hágolo ahora de lo ocurrido de aquella á esta fecha.

He notado que no faltan en esta ciudad y aun en la Provincia, algunos espíritus inquietos, adictos al sistema de Gobierno de Cartagena, y que se alegrarian que se innovase el de aquí. Son pocos los de este modo de pensar; pero son hijos del pais, condecorados y pudientes, que arrastran con ofrecimientos, seducciones y dádivas la mayor parte del bajo pueblo. Entre los seductores nombra por principales la voz pública al Coronel de milicias Don José Munive, á los Capitanes de las mismas Don Pascual y Don Francisco Javier Granádos á Don Venancio Granados, al Cura de esta santa Iglesia y otros que suenan ménos.

La adhesion á Cartagena la nutre y fomenta la vecindad de estas dos Provincias; la inevitable comunicacion de ellas, por mar, tierra y rios; las conexiones de sangre entre las primeras familias de una y otra parte; las relaciones de interes que por aquéllas y por el comercio se mantienen: de modo que es imposible deje de padecer esta ciudad y Provincia frecuentes convulsiones, ya sea por sujestion, ya por inclinacion. Por todo esto Cartagena será siempre el modelo que se seguirá aquí. Si aquélla declara independencia, como lo indican sus papeles públicos y lo pensamos todos, se pierde esta Provincia, unida á ella por localidad, conexiones é intereses recíprocos; y porque sus fuerzas no pueden resistir á las de su vecina, que tiene más gente, caudales, armas y auxilios de las otras Provincias que piensan como ella.

Santa Marta ha pedido socorros de tropas, armas, dinero y municiones á todos los Gobiernos de América que siguen la buena causa; y solo Maracaibo le mandó dos mil pesos y diez quintales de pólvora. Yo no tengo confianza sino en unos doscientos españoles europeos, vecinos y transeuntes, pues del resto no creo que si llega el caso de hacer fuego, lo vean muchos, ya por natural cobardía, ya por infidencia; sin embargo que hasta ahora no la han manifestado: pero tengo motivos para sospecharla, en vista de lo que acaeció en los dias 25 y 26 del mes anterior y consta de la adjunta copia.

de

En su, consecuencia se disolvió la Junta provincial que habia; y el Gobierno ha quedado en el Gobernador y Cabildo, reasumiendo aquél las facultades que residian en el Virey, y éste las de la Audiencia para los casos y cosas relativas solamente á esta Provincia; desde cuyo tiempo está tranquila esta ciudad á esfuerzos de la vigilancia mia, de los otros Magistrados y algunos honrados vecinos, que no cesamos de indagar lo que se dice y hace en el pueblo para inferir sus ideas.

Cartagena no ha cesado de insultar á esta Provincia en su papeles públicos; de amenazarla y hostilizarla; nó abiertamente, porque no se lo permite todavía el plan de sus proyectos, discordes con los de Santafé; pero sí embarazando la libre navegacion del rio Magdalena, con registros de sus lanchas cañoneras á las canoas de esta Provincia que lo trafican; con imposicion de enormes derechos que ha establecido aquella Junta, aunque ellas no vayan á sus puertos; y ahora con seducir á los habitantes de los pueblos de esta Provincia que ocupan la orilla izquierda de dicho rio; ó favoreciendo á los revoltosos de aquellos pueblos, no solo prestando oido á sus inicuas solicitudes, sino auxiliándolos para que logren sus depravados designios de sustraerse de su legítimo Gobierno, para agrandar el suyo.

Uno de los pueblos con quien acaba de suceder esto, es el nombrado Guáimaro, distante tres dias de camino de esta ciudad cabecera, á la orilla del Magdalena. Allí unos cuatro infidentes han seducido á algunos, para que se agreguen al sistema de Cartagena, á donde pasaron los seductores en solicitud de carácter y fuerzas. El 20 del corriente á las diez del dia supe esta novedad; inmediatamente hice marchar una compañía de este batallon de milicias para aquel punto á fin de que se contenga el alboroto, y que cuando lleguen los que fueron á Cartagena lo encuentren guarnecido, con la órden de arrestar, embargar y procesar á cuantos resulten culpados; y de lo que fuere acaecido, daré parte á V. E. segun

ocurra.

Dios guarde á V. E. muchos años.

Santa Marta, 23 de Julio de 1811.

Excelentísimo señor.

THOMAS DE ACOSTA.

Excelentísimo señor Virey electo del Nuevo Reino de Granada.

COPIAS DE LAS ACTAS RELATIVAS Á LA DISOLUCION DE LA JUNTA' PROVINCIAL.

En la ciudad de Santa Marta, á veinte y cinco de Junio de mil ochocientos once, congregados en Junta extraordinaria los señores Gobernador Comandante general, Presidente, Vicepresidente Coronel Don Francisco Pérez Dávila, y Vocales Teniente Coronel Don Rafael de Zuñiga, Doctor Don Estévan Díaz Granádos, Don Apolinar de Tórres, Don Manuel Conde y Don José María Martínez de Aparicio, con motivo de abrir varios pliegos de correspondencia oficial venida en el correo de ayer noche, y tratar sobre su expedicion, se expuso por uno de dichos señores que despues del acto de revista de compañías patrióticas, hecha por el señor Gobernador, se habian vertido por Don Sebastian Masanet algunas especies sobre no acomodarle continuase la autoridad de esta Junta, porque por ella se veia cortada la correspondencia con algunas Provincias que seguian la buena causa, negándose aun los auxilios de provision que se exigian y acababan de suceder con el Gobierno de Cuba,

go

que siendo suplicado por la misma Junta proveyese de tabaco para el abasto de esta ciudad y su Provincia, mandando al efecto con dinero competente á Don Cristobal Vidal para que lo condujese en su goleta, se habia negado con aquel pretexto; y que en su virtud, si habia de continuar la plaza sufriendo estas escaseces por causa de haber Junta, mejor seria que esta plaza fuera mandada por solo el señor Gobernador: que tales expresiones, pareciendo subversivas, convenia se atajasen en tiempo á evitar algunas consecuencias; á cuyo intento los señores, deseando la mejor tranquilidad y conducirse por el medio más prudente, dispusieron que se llamase al referido Masanet para oirle, y determinar lo más conforme. Presentado que fué personalmente ante esta Junta, le hizo carde las palabras ya manifestadas, no porque ellas en 'sí fueran malas, sino porque venian á ser un principio que pudiera influir subversion ó desobediencia hácia esta autoridad. Se ratificó desde luego en ellas, manifestando que su intencion no era dañada, y que se abstendria de vertirlas, pues habia quedado mejor impuesto de las malas consecuencias que podian traer. Concluido así el acto, y habiéndose salido de esta sala todos los señores para retirarse á sus casas, hallaron en las puertas de esta Casa consistorial el número como de cincuenta y tantos vecinos que pedian á voces que se disolviese la Junta; que solo querian ser gobernados segun el método antiguo, por el señor Gobernador, su Teniente y el muy Ilustre Cabildo, por ser las legítimas y verdaderas autoridades, suplicando en su consecuencia, que hoy mismo quedase determinado este negocio, porque eran infinitas las estorsiones que habia recibido el pueblo con motivo de tener Junta, sin haber recibido mejoras, ni beneficio alguno de ella.

El señor Gobernador les ofreció, despues de haberles hecho muchas reflexiones para que desistiesen de su pretension, que no los desatenderia, pero que era preciso que el asunto se discutiera y examinara con la detencion y madurez que requiere el caso, y que para ello iba á convocar la Junta, como se ha verificado en la tarde de este dia, en la cual, hecha que fué toda la relacion indicada por el mismo señor Gobernador, se acordó unánimemente: -que no siendo el número de vecinos que ha pedido la disolucion de la Junta, capaz de contrarestar al que promovió y concurrió á su instalacion, como tambien que ésta no es solo establecida por el voto único de los vecinos de esta ciudad, sino por el de todos los Cabildos de la Provincia; por lo tanto, y porque se aquieten los ánimos que están ya medio alarmados con semejante novedad, era de citarse á todas las corporaciones y vecinos, tanto de la nobleza como de los plebeyos que no se han presentado, para que con el voto general de todos se resuelva este particular.

Con lo cual se concluyó esta acta, que firmaron los señores que la compusieron, por ante mí el Escribano de que doy fé.

Thomas de Acosta-Francisco Perez Davila-Rafael Zúñiga-Esteran Diaz Granados-Apolinar de Torres y Avellano-Manuel Conde-Jose Maria Martinez de Aparicio-Tomas José Pacheco, Escribano interino de la Junta superior.

En la ciudad de Santa Marta, á veinte y seis de Junio de mil ochocientos once, se congregaron los mismos señores Presidente, Vicepresidente. y Vocales de esta Sala consistorial, á excepcion del señor Vocal Don José María Martínez de Aparicio, consecuente á lo resuelto en la anterior acta, y habiéndose presentado en ella las corporaciones y algunos vecinos nobles con mucha parte del pueblo que habia al frente de dicho consistorio, se determinó por mocion hecha por el señor Gobernador, que se publicase un bando, prohibiéndose en él, por primer capítulo, que ningun vecino ni otro morador en esta ciudad trajera armas consigo, bajo las penas de la ley, á excepcion de aquellos sujetos que por su carácter las deban usar: por segundo, que se cerrase la Tercena de aguardientes, pulperías y tavernas en que se vendan licores, hasta segunda órden; y por tercero, que se hiciese el último emplazamiento á los vecinos cabezas de familia, que con anticipacion estaban citados, para que concurrieran inmediatamente á manifestar sus conceptos en los sufragios; lo cual ejecutado, se dió principio al acto, leyéndose una representacion del Comandante de voluntarios patriotas, acompañando la lista de todos los individuos del cuerpo, de los que entresacados los que eran legítimamente vecinos, se contrae á resignar por sí y por estos individuos su voz y voto en lo que determinara el señor Gobernador con el Muy Ilustre Cabildo, á proporcion de los vecinos que se fueron presentando, así tambien se les oyeron sus votos libres; resultando por el de ciento trece, entre nobles y plebeyos, que se disolviera la Junta, y que quedara en toda su fuerza y sostenimiento el antiguo Gobierno, bajo el aditamento de que todos los recursos de apelaciones que se ofrezcan, vengan al Muy Ilustre Cabildo, para que pueda suplirse la falta de las autoridades depuestas en Santafé.

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Las corporaciones defirieron en lo que determinara el Muy Ilustre Cabildo, en cuyo estado resolvió á su nombre y por los que le han cedido su voz, lo siguiente: que á pesar de considerar el beneficio que resulta á este vencindario, por las incesantes tareas de la Junta; á pesar de que no se le acusa de crimen que la haga acreedora á la remocion; y á pesar, por último, de que no es cumplido el plazo de un año, para cuyo espacio de tiempo se instaló;- no obstante todo lo predicho, considerando que el que esta ciudad y Provincia haya sido gobernada por dicha Junta, ha acarreado el que el Gobierno y Capitanía general de la Habana, como tambien el Comandante general de la jurisdiccion de Panamá nos hayan cortado la comunicacion, denegando los socorros que se le han pedido, como ha sucedido poco há: este Cabildo, sin perjuicio de la resolucion de Su Majestad, á quien se ha dado cuenta de la instalacion de dicha Junta, es de sentir que quede abolida ésta, dándosele las gracias á los señores que la han compuesto, por sus acreditados servicios, quede establecido que al mismo Ayuntamiento vengan los recursos y apelaciones de todos los ramos que se ofrezcan, y se refunde en él la representacion de que carece la Provincia por la deposicion del Virey y Audiencia hecha en Santafé: para lo cual se declara que los Diputados de los Ilustres Cabildos de la Provincia, continúen bajo el mismo pié de representacion, como la han hecho hasta ahora. Lo que oido por los tres señores Diputados de las ciudades del Valledupar, Valencia de Jesus y Villa de Tenerife, se conformaron, á nombre de sus comitentes, con lo resuelto por este Muy

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