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XII.

Por el oficio de U. S. de fecha de 24 de este mes, Relaciones que le acompañan y extracto que resulta de ellas, veo que asciende el número á 451 personas de ambos sexos las que han llegado á ese puerto, emigradas de Santa Marta, y me persuado se irán dirigiendo á destinos en que puedan subsistir, pues ahí ya lo habrán experimentado, y aquí es punto ménos la situacion.

En estas consideraciones será muy conveniente que por medio de los mismos encargados de la formacion del padron ó listas, se tome noticia de los destinos á donde cada uno determine dirigirse, pues los que vengan aquí, acaso vendrán á pasar mayores trabajos y á no encontrar los auxilios que absolutamente se escasean y dificultan, y á precios tan excesivos como consta á U. S.

Luego que recibí el oficio de U. S. dí noticia á este Excelentísimo Ayuntamiento, y solo espero saber si algunos se dirigen aquí para tratar del destino en los demás pueblos de esta Provincia o su alojamiento en ésta, que no creo se halle, pues no se encuentra para el señor Comandante de artillería.

Dios guarde á usted muchos años.-Panamá, 31 de Enero de 1813. BENITO PEREZ-Señor Cárlos Meyner, Gobernador de Portobelo.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

XIII.

Acaba de fondear en este puerto el bergantin de la Marina real de la Gran Bretaña, titulado el "Rodihan," su Comandante el Capitan de fragata Don Juan Both, procedente de Jamaica, convoyando seis goletas españolas cargadas de ropas de ese comercio y al bergantin "Marco Bruto," en que se conduce el señor Coronel Comandante de artillería y un Teniente del mismo cuerpo, que aun no han desembarcado, ni el Capitan del buque, por haber dado fondo fuera de "Las Puntas." Asímismo se ha conducido en una de las goletas particulares el señor Coronel Don Pablo Arosemena, quien da á V. E. cuenta por menor de las noticias en este extraordinario.

Efectivamente dice salió de Jamaica el dia 7 el buque que conducia los siete mil y pico de pesos á Santa Marta, y el dia 10 llegó allí una goleta con emigracion de dicha plaza, que se separó del convoy, y dió noticia de aquella desgracia; en cuya goleta se transportaba el Teniente Merlano, que dió al señor Arosemena noticia de todo, y siguió inmediatamente con ella para Cuba, no obstante que para aquel puerto se habian dirigido en derechura de Santa Marta otros buques de los emigrados; por lo que se considera esta lastimosa noticia divulgada por todas partes.

Lo que participo á V. E. para su superior conocimiento-Dios guarde á V. E. muchos años-Portobelo, 26 de Enero 1813-Excelentísimo señor-CARLOS MEYNER-Excelentísimo señor Virey, Gobernador y Capitan general de Santafé.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

XIV.

Hoy ha entrado de arribada á este puerto, despues de diez y seis dias de navegacion, la goleta "Nuestra Señora de las Niéves," su Capitan Don Francisco Ramírez, que salió del puerto de Cuba para Riohacha, y los fuertes vientos le han obligado á recalar á éste, conduciendo carga de azúcar, cera, tabaco y aguardiente. Dicho Capitan da noticia de saberse ya en aquella plaza á su salida, el abandono de Santa Marta, por haber llegado allí el bergantin "Lujan," que salió del dicho Santa Marta con el convoy cargado de tropa y emigrados. Lo que participo á V. E. para su superior conocimiento.

Dios guarde á V. E. muchos años-Portobelo, 30 de Enero de 1813-Excelentísimo señor CARLOS MEYNER-Excelentísimo señor Virey, Gobernador y Capitan general del Reino de Santafé.

CLXV.

EL MAYOR general del ejército de Cartagena da aviso al Comandante del de Pié de Cuesta, de los triunfos que han alcanzado en varios puntos del rio Magdalena, despues de la ocupacion de la plaza de Santa Marta. Ciudadano Comandante del ejército del Pié de la Cuesta, Manuel del Castillo.

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Mi Comandante en Jefe, el Coronel Simon Bolívar, ha salido hoy á reconocer el terreno que ocupan nuestras avanzadas en el camino de esta ciudad á Cúcuta. Este motivo le priva de la satisfaccion de avisar á usted los sucesos de nuestras armas en el Magdalena, pero ya que él no puede hacerlo, yo lo ejecuto con placer, diciéndole que á las victorias de Zapote (Zispata) y Mancomojan en Sabanas con su pacificacion, á las de Sitionuevo, Platanal, Guáimaro, Cerro de San Antonio y Tenerife, en que el ejército de Cartagena se cubrió de gloria, han sucedido la toma del Guamal, Banco, Chiriguaná, Tamalameque, Puerto nacional y Ciudad independiente de Ocaña, con la importante de la plaza de Santa Marta, el 6 del corriente. Así es que los enemigos de todos estos puntos han perdido su artillería, armas, municiones, gente y buques de guerra, desapareciendo en dos meses el ejército español que osó llamarse invencible delante de los soldados de Cartagena, señora del Magdalena y de toda la Costa, ha dado al Reino esta nueva prueba de su firmeza y de su valor, ofreciéndole este canal libre para el comercio de la Nueva Granada. Así ha terminado una guerra que se creyó eterna, sin que nuestros soldados, despues de dos meses de victorias, quieran largar de sus manos la espada que les dió la Patria para defender su libertad, mientras haya un enemigo que vencer. La casualidad de salir hoy un mozo para ese lugar, me proporciona el gusto de anticipar á usted estas noticias, suplicándole se sirva ponerlas en la respetable consideracion de S. A. S. el Supremo Congreso, por si, como lo temo, los pliegos de mi Gobierno

han sido interceptados por el Dictador de Santafé. Nosotros nada sabemos de lo interior del Reino, y lo mismo nos sucede de Correa, cuyas posiciones y fuerzas ignoramos: denos usted una noticia circunstanciada á la mayor brevedad, para poder reglar nuestros movimientos con fijeza, si, como yo lo creo, mi Comandante en Jefe combina con usted un plan de ataque sobre Cúcuta.

Dios guarde à usted muchos años.-Cuartel general de Ocaña independiente, 22 de Enero de 1813.-Año 3.0-JUAN SALVADOR DE NARVAEZ, Mayor general.

CLXVI.

PARTE que el Comandante del batallon "Albuera," Juan Jiménez, da al Virey de la pérdida de la plaza de Santa Marta.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR:

Hecho cargo del mando de las tropas acantonadas en el pueblo de San Juan de la Sabana (La Ciénaga,) por disposicion del señor Gobernador de Santa Marta, me he conducido del mejor modo á que han podido llegar mis propias luces y mis deseos del mejor servicio de nuestra justa causa, estando ahora tan tranquilo sobre el testimonio de mi propia conciencia, que nada tengo de que culparme.

El suceso del 2 de este mes nos ha conducido hasta este puerto, desde donde doy parte á V. E. de mis operaciones.

El Capitan Don Francisco Vallejo, Comandante de Pueblo-viejo, me avisó que los enemigos habian abierto el "Caño-sucio," con cuya operacion se introdujeron en la Ciénaga batiendo nuestras escasas fuerzas sutiles, por lo que los esperaba muy en breve, y que solicitaba mi permiso para clavar la artillería de la Barra luego luego, y replegarse hacia mí, á lo que le contesté esperase hasta avistar los enemigos y hacer alguna defensa en la Barra, y que de ningun modo clavase la artillería, porque pensaba aprovecharme de ella como luego diré.

En este estado tomé las precauciones oportunas para recibir los enemigos, y para si ocupaban á Pueblo-viejo: hice que los indios principiasen un batería en el camino de este pueblo al del Cuartel general, donde despues se colocó la artillería que estaba en la Barra, retirada por disposicion del Gobierno de Santa Marta; pero esta gente no hizo más que cortar algun ramaje y estacas sin parecer más al trabajo, por lo que mi tropa tuvo que seguir la obra bajo la direccion del Teniente Coronel de Ingenieros Don Vicente Talledo, y toda consistia en una tenaza simple, cuyo ángulo entrante estaba del camino de Pueblo-viejo á su frente: la izquierda apoyada á unos caños cerrados de bosque, y su único flanco derecho prolongado un poco sobre la orilla del mar; pero toda la obra no se concluyó, pues solo se hizo su forma de sarzos, y no se pudo revestir exteriormente de faginas. Desde este momento no hubo descanso para mi tropa, pues la mayor parte del tiempo estuvo sobre las armas, pero no los indios, quienes andaban prófugos del pueblo y escondidos por los montes.

Dos señores Canónigos de Santa Marta y el señor Decano de la Inquisicion que vinieron á la Sabana, consiguieron atraerlos, de modo que el dia 1.o del año se hallaban reunidos como doscientos cincuenta ó trescientos armados de flechas y algunos de fusil. Este dia me dieron parte de la llegada de los enemigos á Pueblo-viejo; noticia que me confirmó el mismo Vallejo, que se replegó á mí con los patriotas que hacian su guarnicion. Salí y tomé posesion en la llanura delante del camino á tiro de fusil, detrás de la batería enunciada: coloqué á los indios en el bosque de la izquierda como prácticos del terreno, reforzándolos con sesenta negros esclavos que mandó y armó el dueño de la hacienda de "Papares," y destaqué por el camino partidas que observasen en Puebloviejo al enemigo. A la derecha en el mar estaban una cañonera y tres bongos que hicieron algun fuego sobre el lugar.

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Así se pasó este dia y toda su noche con la mayor vigilancia, y sin novedad alguna. El 2 á las seis y media de la mañana, hallándome en la misma posicion, salieron por la Barra los buques enemigos armados, y de transportes en número de 48, y tomaron su rumbo fuera de mi tiro de cañon hácia el camino de Santa Marta, no haciendo caso de mi tropa formada en la llanura, como llevo detallado á V. E. La lancha y los bongos, no pudiendo resistir á su fuerza, se retiraron seguidos siempre de ella, pero se enseñaron en la costa, donde despues los apresaron. Este movimiento me hizo pensar que, ó seguirian á Santa Marta, que se hallaba sin guarnicion competente, o que iban á desembarcar sobre mi derecha, en un desfiladero llamado "Las Piedras" que hay sobre su camino, para cortarme de este modo, y privar á aquella plaza de todo recurso. En uno y otro caso yo debia evitar este golpe, pero no lo determiné antes, sin juntar los Capitanes de los cuerpos de mi Division y consultar con ellos: fuimos de sentir que con preferencia á todo se socorriese la capital, marchando en el momento hácia "Las Piedras " y clavando ántes la artillería en la obra del camino de Pueblo-viejo, pues mediante el avance de los enemigos sobre mi derecha, descubrian su espalda y nunca podia ser ya útil. Para ejecutarlo así mandé que los indios marchasen á la vanguardia de la columna, por llevarlos de este modo más sujetos, y en este órden emprendí mi marcha con arreglo á lo acordado. A muy poco camino oí el fuego que los enemigos habian roto ya contra nuestra fuerza sutil, ensenada precisamente muy cerca de "Las Piedras." Me apresuré á llegar, y en poco tiempo me hallé ya en la hacienda de "Papares," donde determiné marchar cubierto de sus cercas, saliéndome para esto del estrecho camino que llevaba.

Noticiosos aquí los indios de que la artillería se había clavado, concibieron la idea de que se procedia de mala fe. Se amotinaron y volvieron en confusion al pueblo de la Sabana, cogiendo por delante de sí la caja de caudales con mil y más pesos que habian llegado la noche ántes de Santa Marta; aprehendiendo á los que hallaban por el camino, entre ellos algunos oficiales, á quienes atacaron y machetearon y á uno de los señores Canónigos que fueron ántes á convocarlos: asesinaron por el camino algunos soldados que se quedaron atrasados, y últimamente en la Sabana atropellaron á un Oficial que conducia un violento, del que se apoderaron, como igualmente de las municiones que habia, salvándose dicho Oficial por medio de ellos á mucho riesgo. Yo, que me habia inter

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