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misterio de la Guerra, y logró despues de ser admitido á la intimidad del monarca por espacio de algunos meses, su favor tanto más poderoso cuanto más ocultos eran los medios que lo sostenian, no pudo compararse sino al de Godoy en su más brillante período; sin embargo, la ambicion de Ugarte no se hallaba satisfecha con un estado equívoco que le ponia á cada instante en la necesidad de guardar ciertos miramientos con los ministros: creóse, pues, á propósito, un nuevo poder de que se encargó exclusivamente, siendo nombrado director general de las expediciones destinadas á conquistar y pacificar la América.

III.

Ya ve el lector que condiciones necesitaban para captarse las simpatías del rey é influir en su ánimo.

Y, sin embargo, debo ser justo, de cuando en cuando aquellos ministros maniquíes, aconsejaban bien al rey.

Proponíanle reglamentos para la admision de los empleados públicos y las disposiciones que acordaban eran equitativas, eran lo más á propósito para haber evitado el cáncer de la empleomanía que se halla aun en su período àlgido. El rey elogiaba los planes de sus ministros.

-Eso es magnifico, excelente, exclamaba.

Y ponia su firma en los decretos, y la Gaceta los publicaba y el país los creia, mientras el rey, infringiendo el primero las leyes que dictaba, se reia de la candidez de sus fieles vasallos.

IV.

A principios del año 1815 apareció en la Gaceta un decreto, que con su preámbulo fué una esperanza para el país, y puso verdaderamente el dedo en la llaga que tenia sumida en la postracion á la Hacienda española.

Verán Vds. que buena doctrina, inspirada, eso sí, en las ideas del gran Jovellanos y de todos los hombres que han amado de veras á la patria.

Por desgracia nada se ha hecho para desarrollarla.

Hoy nos considerariamos dichosos si la revolucion de Setiembre ejecutase el decreto que, relativo al incremento de la agricultura como base de la riqueza pública, firmó Fernando VII.

Hé aquí lo que decia:

«Es una verdad reconocida por todos los economistas, que la principal riqueza de una nacion pende esencialmente del buen estado en que se halle su agricultura. Llevada esta al grado de perfeccion de que es capaz, al paso que proporciona sacar todas las ventajas que da de sí el cultivo de la tierra, florecen al mismo tiempo la industria y el comercio, á cuyos ramos fomenta con sus productos.

>La España está destinada por su situacion á ser una de las naciones en donde con mejor éxito puede darse á su agricultura un grande impulso, pues la convidan á ello su delicioso clima y fecundo suelo, de que disfrutan la mayor parparte de sus provincias. Pero por desgracia, aunque en tiempos antiguos ha logrado la España que su agricultura se hallase floreciente, en estos últimos ha decaido tanto, que

con razon se puede decir que en general está sumamente atrasada con respeto á los progresos que ha hecho y hace en otros países.

>>Una de las principales causas de semejante atraso, depende de lo poco comunes que son los conocimientos en tan importante ramo, y los adelantos y progresos que se han hecho en él hasta nuestros dias. Por consiguiente, uno de los medios de restablecer la agricultura en España, y de fomentar tan útil profesion, es el de facilitar la instruccion de tan importante ciencia, á fin de que difundiéndose en todas las clases del Estado los conocimientos que le son propios, puedan sacar toda la utilidad con la misma proporcion á los que se dediquen á ella.

>Ningun medio se presenta mas á propósito para conseguir este objeto como el de establecer cátedras en las que gratuitamente se dé la enseñanza de la agricultura teórica y práctica, y en las que se hagan ensayos en los terrenos que para el efecto se les asigne, de las mejoras y progresos que la misma presente, tanto en nuestro suelo como en los demás paises. De este modo se generalizarán las ideas y nociones de agricultura, aprenderán nuestros labradores el mejor modo de beneficiar y cultivar sus tierras, se desterrará una multitud de preocupaciones que por desgracia se hallan muy arraigadas y dificultan el progreso y adelanto de esta útil pro fesion, y en cada provincia se sabrán sacar las utilidades que presentan sus respectivos terrenos, destinándolos á aquel género de cultivo para que se juzguen mas propios.

>El rey nuestro señor, penetrado por una parte de estos principios, y no anhelando por otra su paternal corazon sino proporcionar á sus amados vasallos los medios que sean ca

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paces de ponerlos en estado de adquirir aquellos conocimientos que sean necesarios para mejorar la agricultura, y sacar las ventajas que le proporciona el feliz suelo en que viven, ha determinado que en cuanto lo permitan las circunstancias del dia, se establezcan en el reino aquellas cátedras de agricultura cuya creacion se haga compatible con otras precisas é indispensables atenciones del Estado. En su consecuencia ha resuelto S. M. que se establezcan por ahora seis en las provincias de Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Andalucía, Extremadura, Galicia y Leon, en las que se dé gra tuitamente la enseñanza teórica práctica de esta ciencia. Asimismo se ha servido resolver S. M. que se señalen para dotacion de estos establecimientos 20.000 rs. vn., que serán satisfechos de los propios y arbitrios de los respectivos pueblos comprendidos en las provincias en las que se instituyan las referidas cátedras, mediante á que á ellos particularmente toca el contribuir para la institucion y conservacion de tan importantes establedimientos, por ser quienes mas directamente reportarán las utilidades que de los mismos resulten. De la espresada suma se destinaran 12.000 rs. vn. para sueldo del catedrático destinado á la enseñanza, cuya plaza será dada por oposicion al que se haga mas acreedor á ella, y los 8.000 restantes servirán para satisfacer los gastos de la enseñanza y el laboreo al terreno destinado á ella.

>>A fin de que se lleve á debido efecto lo resuelto por S. M. en tan grave asunto, se ha pasado ya la correspondiente real órden al Consejo Real para que disponga lo conveniente á su cumplimiento en la parte que le toca. Asimismo se ha dirigido oficio á la Real Sociedad económica de Amigos del País, de esta córte, comunicándola esto mismo, y encargando á

tan patriótico como sábio cuerpo que estienda un plan general, bajo del que deberán establecerse dichas cátedaas determinadas por ahora, y que proponga el método que deberá seguirse para asegurar el buen resultado de estos útiles establecimientos.

>>Todo lo que se hace presente al público para su conocimiento, y para que en esta sábia determinacion de S. M. vea una prueba de cuanto se desvela su benéfico corazon por la felicidad de sus vasallos.>>

Registrando la historia administrativa de aquellos tiempos algo bueno se encuentra en teoria.

La práctica, ya lo hemos visto, era el mas desenfrenado despotismo.

V.

La noticia del atrevido golpe dado por Napoleon á Luis XVIII penetrando en Francia y abriendo con cien hombres camino hasta el trono intimidó á Fernando.

Quiso ponerse bien con los descontentos, y reemplazó á Eguía con D. Francisco Ballesteros, militar sin inteligencia sin valor, que habia sido sucesivamente capitan, aduanero, consejero de Estado y ministro.

y

A Perez Villamiel, ministro de Hacienda, sucedió Gonzalez Vallejo, de cuyo desastroso fin hablaré más adelante.

Con el nombramiento de estos dos hombres, que en general gozaban la opinion de ser templados en sus ideas y con algunas medidas hipócritas, quiso Fernando preparar la opinion pública para que le favoreciese si por acaso se consolidaba Napoleon en el trono, y aspiraba á vengarse de él.

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