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para que puedan hacerlo con exactitud les presentaremos un hecho horrendo de que no hay ejemplo sino entre los caribes.

»Entre las balas que tiraban los pérfidos guardias alzados contra el sistema de libertad, se han visto muchas agujereadas y mordidas para que sus heridas fuesen mortíferas; y en efecto, se ha experimentado que muchas de las heridas que se creyeron leves han producido la muerte de beneméritos hijos de la patria.

>Tan escandaloso hecho..... tan infame modo de proceder es propiedad exclusiva de los tiranos y de sus viles sectarios.

»¡Eterno oprobio á los viles que aspiran al triunfo por medios tan viles!..... ¡Al triunfo de la iniquidad sobre la razon! >Españoles, recordad este hecho de eterna ignominia para los que le dispusieron y aprendereis à odiarlos.

>Para no omitir circunstancia alguna, por pequeña que parezca, de cuantas hemos podido indagar, con relacion á los sucesos que vamos analizando, diremos tambien que, creyendo locamente los sectarios de la tirania que tenian segura la victoria, los ministros habian manifestado ya en el dia 5 á varios oficiales de sus respectivas secretarías que la causa de la libertad estaba perdida; y el Sr. Sierra Pambley dijo á varios diputados á Córtes que, tanto él como sus compañeros, estaban firmemente persuadidos de que no habia elementos para sostener la libertad.

>>¡Hombres pérfidos! Perdida hubiera estado, en efecto, la causa de la libertad desde que entró en vuestras manos impuras el timon de la nave del Estado, si la España no hubiera tenido hijos fuertes que han opuesto su pecho con denuedo á los aceros enemigos para hacer pedazos el laurel de ignomi

por

....

nia con que pretendíais orlar la frente de uno que es rey..... la Constitucion del Estado y no de otro modo. Todo lo demás es una ilusion vana..... es una esperanza loca que nunca se verá cumplida.

para

>Tambien estaban en el patio de palacio en la noche del 6 una porcion de caballos ricamente enjaezados y dispuestos salir procesionalmente, despues que hubiera desaparecido el riesgo, á derribar con el aparato de un gran triunfo la lápida de la Constitucion..... el emblema santo de nuestras libertades.

>Entre estos caballos habia uno dispuesto para el rey con los mismos aparejos con que fué adornado cuando S. M. salió á recibir á la reina.

>Los comentarios que pueden hacerse de este hecho los dejamos á la consideracion de nuestros lectores.

>>Bien quisiéramos escribir estos comentarios..... ¡pero la pluma se cae de la mano!»

Los comentarios los hace despues encabezándolos con esta reticencia, que da una idea de los rencores que existian entre los liberales del año 12 y los del año 20.

«Si tomamos, dice, la cosa desde su principio, hallaremos el orígen del mal en la credulidad de los que, exponiendo heróicamente sus vidas, restablecieron la libertad en Enero de 1820, los cuales se persuadieron que los que se titulaban liberales en 1812 lo eran en efecto. >>

Y para justificar más la division antes indicada, añade:

No se sabe dónde se escondieron en el 7 de Julio los Argüelles, los Cuadras, los Bausá, los Valdés (Cayetanos), los

Falcó, los Melo y demás caballeros moderados, anilleros J pasteleros, mientras sus compañeros exaltados estaban con el chopo al hombro contrarestando el fatal efecto de la conducta de aquellos miserables. Creemos piadosamente que estarian en algun camaranchon lamentándose de haber insultado hasta entonces á los exaltados, los gorros, los comuneros y zurriagueros, que se las habian á balazos con los enemigos del órden, ahijados y protegidos de sus señorías pasteleras. En el mismo camaranchon estarian sin osar sacar la cabeza en el 24 de Setiembre corriente, mientras los patriotas gozaban del placer más puro. Esto no tiene nada de particular; estarian abochornados y con algun poquito de cerote; esperamos que para la próxima reunion de Córtes habrán ya abjurado sus errores, y procurarán enmendarse y no darnos que sentir.

>>Escarmentad, argüellistas,
ved que la suerte está echada;
por la ley sois inviolables:
procurad, pues, conservarla,
librando así de la muerte
á vosotros y á la patria.»

Otro periódico satírico, ocupándose del mismo asunto, se expresa en estos términos:

<Más escondites tiene el palacio que las sayas de una pasiega; más que los hábitos de un monje Bernardo; pero nosotros, que procuramos reconocer los rincones de tan encantadora casa, en el último reconocimiento que hicimos en 7 de Julio hallamos agazapados al señor intendente general, don Joaquin Liaño, lleno de telarañas y temblando que los gorros lo guipasen.

>No tenga Vd. miedo, señor anillero, le dijimos entonces, que su venida de Vd. á este sitio es disculpable, si ha venido en busca del ministerio de Hacienda, ó si bien ha sido con objeto de instruir á los carbuncos de los ordenadores y comisarios de guerra que convienen con sus ideas y son sacristanes de amen, y á propósito para consolidar los resultados que Vd. se prometió felices. Con esto se consoló el hombre. Y como despues no hemos dicho una palabra siquiera, aunque ha tratado de alejar de sí á los que no transigen con la arbitrariedad, está el hombre tan contento y nosotros tan complacidos.>

El mismo periódico añade en otra parte:

<Dícese que el Sr. San Miguel ha tenido que recoger una nota que habia pasado al señor embajador de Inglaterra porque contenia sendos disparates, y sobre esto se murmura y se dicen mil patochadas. Nosotros, por lo mismo que algunos creen que estamos opuestos con el Sr. San Miguel, tomamos ahora su defensa. Suponiendo que sea cierto el recogido de dicha nota, que no es de fé que lo sea, ¿tiene algo de particular que la haya errado S. E., nuevo en la materia y que en su vida las ha visto más gordas? Si la erró, su docilidad en recoger la nota antes que el error trascienda no se paga con ningun dinero. Seria, sobre todo, un disparate creer y pensar que S. E. habia de acertar en todo, cuando nadie nace enseñado: tengan, pues, paciencia esos exaltados fogosos, que él se irá imponiendo poco á poco y... tiempo llegará de que pueda apostárselas á Routa en cuanto al agilibus.»

LOS MINISTROS

Ahora aquí por via de paréntesis reproduzco dos sonetos que revelan el espíritu que dominaba en aquella época. Un realista escribió este soneto:

Viva mi rey Fernando el deseado,
mi rey Fernando idolatrado viva,
huya del rey Fernando suerte esquiva,
proteja al rey Fernando feliz hado:
Cese de ser Fernando el desgraciado;
en Fernando la España toda estriba,
quien ódia al rey Fernando se proscriba,
quien á Fernando no ama sea odiado.

¡Oh mi buen rey Fernando el perseguido!
¡Oh Dios justo que guardas á Fernando!
¡Oh mi buen Dios! ¿Fernando oscurecido?
¿Hasta cuándo quereis viva penando?
Oid, señor, aqueste pueblo unido

que clama ¡viva el rey, viva Fernando!

Un liberal respondió al anterior con el siguiente

SONETO.

Viva la ley de España deseada,
y España libre para siempre viva;
huya de España libre suerte esquiva,
job, quepa á España suerte bienhadada!
¡Cese de ser España desgraciada!
En España la España toda estriba;
quien ódia á España libre se proscriba,
la mano que la oprime sea odiada.

¡Oh España, siempre perseguida!

siempre viendo que al rey se está engañando;
¡oh mi buen Dios! ¿La España oscurecida?

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