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A las nueve de la mañana emprendió Espartero, acompañado de su Estado mayor y de la compañía de guias de infantería, que no le abandonaba nunca, el camino de Bilbao, penetrando á pié por la batería llamada de la Muerte, siendo recibido por un repique general de campanas y por las mas entusiastas aclamaciones del pueblo, de la Milicia У de la guarnicion.

En el paseo del Arenal encontró formada la mayor parte de la Milicia Nacional, y despues de haber sido abrazado por todos los gefes de aquel puñado de valientes, quitándose el sombrero, les dirigió esta alocucion:

«La heróica defensa de Bilbao formará época en los fastos de esta sangrienta lucha. Las bizarras tropas de su guarnicion, la belicosa Milicia Nacional, los habitantes de esta segunda Zaragoza, fieles á la mas justa de las causas, vivirán eternamente en la memoria de España libre, y las naciones admirarán tanto valor, constancia y sufrimiento.

>>Los rebeldes, poniendo en uso todos sus medios y cuantos recursos les proporcionaba el país de su dominacion, deben haber quedado atónitos de vuestra resistencia. Ellos han probado vuestro esfuerzo, la inutilidad de los suyos, y convencidos de que cada pecho de los defensores de Bilbao era un fuerte muro impenetrable à su osadía, ¿qué arbitrio, qué proyecto les restaba poner en accion, reducidos por el hambre à una capitulacion que creyeron alcanzar, oponiendo al ejército obstáculos á su ver invencibles para que os diese el merecido socorro?

>>Pero el ejército, imitador de vuestras virtudes, despreciando los peligros, haciéndose superior á todos, juró en vista de mi órden general del 16, morir antes, sucumbir primero que renunciar á la obtenida gloria de salvaros y de estrechar en sus brazos á la guarnicion y al pueblo, digno y merecedor por tantos títulos de los mayores sacrificios.

>>>Sin embargo, su deseo y el mio no habrian podido verse satisfechos sin la cooperacion de los súbditos de S. M. B. y de su celoso representante en este ejército, el benemérito coronel Wylde. Justo es le tributemos el cordial-homenaje de gratitud y reconocimiento. Sn voluntad decidida, sus importantes auxilios, su trabajo material, sus acertadas y oportunas

indicaciones, han influido de tal modo, que mi corazon se goza en ofrecerles este pequeño pero público testimonio de agradecimiento, mientras que el gobierno de S. M. recompensa tan señalados servicios.

>>A la vez, aguerridos defensores de Bilbao, fieles habitantes y celosas antoridades de tan heróico pueblo, haré presentes los vuestros con el mismo fin; y entre tanto recibid las gracias que con toda la efusion de su corazon os dá el general, Espartero.»

De este modo, merced al valiente esfuerzo del ejército, pudo escapar á la terrible suerte que le esperaba la invicta villa de Bilbao. Con ella puede decirse que se salvó entonces el trono de Isabel Il, y ante sus muros recibió el carlismo uno de los golpes que mas habian de contribuir á su ruina. Hasta la noche de Luchana puede considerarse la causa de D. Carlos como en su período de incremento y desarrollo; desde entonces, si bien tendrá todavía algunos momentos afortunados, irá decayendo sensiblemente hasta terminar para siempre en los campos de Vergara.

La fausta nueva de la salvacion de Bilbao produjo un indescriptible entusiasmo, no solo en Madrid, sino en toda la nacion. Las luchas políticas entabladas en el Parlamento se apagaron momentáneamente ante tan importante triunfo, adquiriendo el gobierno con tal suceso nueva poplaridad y fuerza para luchar contra todos los obstáculos.

Lástima que la inaccion à que se entregó nuestro ejército despues de tan señalada victoria, inaccion provocada por causas que en otro lugar examinaremos, esterilizara en gran parte los sacrificios consumados en Luchana, dando tiempo á que los facciosos rehiciesen sus fuerzas para volver de nuevo con mayor empeño á los campos de batalla.

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