Biblioteca de autores españoles, Volumen3Bonaventura Carles Aribau Ediciones Atlas, 1876 |
Dentro del libro
Resultados 1-5 de 87
Página 2
... saber . amás yo me vide en lengua romana Después que me acuerdo , ni nadie la vido , Obra d'estilo tan alto y subido En tosca , ni griega , nin la castellana . Zo trae sentencia , de donde no mana oable al autor y eterna memoria , cual ...
... saber . amás yo me vide en lengua romana Después que me acuerdo , ni nadie la vido , Obra d'estilo tan alto y subido En tosca , ni griega , nin la castellana . Zo trae sentencia , de donde no mana oable al autor y eterna memoria , cual ...
Página 45
... saber necesidad , para que tan presto me hu- bieses de pagar en la mesma moneda el beneficio que por ti me fué demandado para ese gentil hombre que curabas con la virtud de mi cordon ! CELESTINA . ¿ Qué es , señora , tu mal , que así ...
... saber necesidad , para que tan presto me hu- bieses de pagar en la mesma moneda el beneficio que por ti me fué demandado para ese gentil hombre que curabas con la virtud de mi cordon ! CELESTINA . ¿ Qué es , señora , tu mal , que así ...
Página 62
... saber ! Tú trabajabas , yo holgaba ; tú salias fuera , yo estaba encerrada ; tú rota , yo vestida ; tú entrabas ( 5 ) como abeja por casa , yo destruia , que otra cosa no sabia hacer . ¡ Oh bien y gozo mundano , que mien- tras eres ...
... saber ! Tú trabajabas , yo holgaba ; tú salias fuera , yo estaba encerrada ; tú rota , yo vestida ; tú entrabas ( 5 ) como abeja por casa , yo destruia , que otra cosa no sabia hacer . ¡ Oh bien y gozo mundano , que mien- tras eres ...
Página 65
... saber vuela tan alto por esta ciudad , que no debes tener en mucho ser de mas conoscida que conosciente ; porque ninguno habla en loor de hermosura ( 8 ) que primero no se acuerde de tí que de cuantas son . ELICIA . ( ¡ Oh hideputa el ...
... saber vuela tan alto por esta ciudad , que no debes tener en mucho ser de mas conoscida que conosciente ; porque ninguno habla en loor de hermosura ( 8 ) que primero no se acuerde de tí que de cuantas son . ELICIA . ( ¡ Oh hideputa el ...
Página 79
... saber los hombres subir siendo bajos , y dejarse bajar siendo altos , cuánto vicio . Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas , vuestra mer- ced sepa , que desde que Dios crió el mundo , ninguno for- mó mas astuto ni ...
... saber los hombres subir siendo bajos , y dejarse bajar siendo altos , cuánto vicio . Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas , vuestra mer- ced sepa , que desde que Dios crió el mundo , ninguno for- mó mas astuto ni ...
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
adelante agora alegre amigo amor Apolonio aposento aqueste AREUSA atunes boca buena burla caballero CALISTO calle capitán Casiodoro causa CELESTINA conocido contento cosas criado CUENTO daba daño debia decia decir dejó dellos desto dias diciendo digo dijo dinero dió ELICIA ello engaño Erasistrato estaba falta Finea fuese gana Guzmán de Alfarache habeis habia hablar hacienda halló Harpago hermano hice hijo hizo honra hubiera hurto ladron Lázaro Lázaro de Tormes Licio llamar llegó llevaba LUCRECIA luego madre mala mandó manera mano marido mejor Melibea mercader merced mira mozo muerte mujer mundo nascida noche ojos padre pagar parece PARMENO pasado pena pensando perdido persona pobre poco podia podria pudiera puerta puso quedó queria quiero quiso quitar recebir remedio respondió Roselio saber sabia sacar salir Sayavedra SEMPRONIO SOSIA tengo tenia tierra Timoneda traia trato tuvo venia venir ventura verdad veslo vestido vieja viendo vino volver vuesa
Pasajes populares
Página 82 - Y más te hago saber, porque te huelgues: que he alquilado otra casa y en esta desastrada no hemos de estar más de en cumpliendo el mes. ¡Maldita sea ella y el que en ella puso la primera teja, que con mal en ella entré! Por nuestro Señor, cuanto ha que en ella vivo, gota de vino ni bocado de carne no he comido ni he habido descanso ninguno; mas, ¡tal vista tiene y tal obscuridad y tristeza! Ve y ven presto y comamos hoy como condes.
Página 81 - Y así él me ayude como ello me parece bien, y solamente te encomiendo no sepan que vives conmigo, por lo que toca a mi honra. Aunque bien creo que será secreto, según lo poco que en este pueblo soy conocido. ¡Nunca a él yo hubiera de venir!
Página 75 - ... le dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada desto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima.
Página 84 - Y ellos, muy enojados, procurándose desembarazar de los que en medio estaban para se matar, Mas como la gente al gran ruido cargase y la casa estuviese llena della, viendo que no podían afrentarse con las armas, decíanse palabras injuriosas.
Página 76 - ¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas. Reíme entre mí y, aunque muchacho, noté mucho la discreta consideración del ciego Mas, por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas, así graciosas como de notar, que con este mi primer amo me acaecieron y quiero decir el despidiente y con él acabar. Estábamos en Escalona, villa del duque della, en un mesón, y dióme un pedazo de longaniza que le asase.
Página 16 - Yo, Celestina, tu más conocida cliéntula, te conjuro por la virtud y fuerza de estas bermejas letras, por la sangre de aquella nocturna ave con que están escritas, por la gravedad de aquestos nombres y signos que en este papel se contienen...
Página 80 - Y mi amo comenzó a sacudir con las manos unas pocas de migajas, y bien menudas, que en los pechos se le habían quedado, y entró en una camareta que allí estaba, y sacó un jarro desbocado y no muy nuevo y, desque hubo bebido, convidóme con él. Yo, por hacer del continente, dije: — Señor, no bebo vino.
Página 81 - Volvíme a la posada, y al pasar por la tripería pedí a una de aquellas mujeres, y dióme un pedazo de uña de vaca con otras pocas de tripas cocidas. Cuando llegué a casa, ya el bueno de mi amo estaba en ella, doblada su capa y puesta en el poyo y él paseándose por el patio.
Página 83 - Dios!, si al conde topo en la calle y no me quita muy bien quitado del todo el bonete, que otra vez que venga me sepa yo entrar en una casa fingiendo yo en, ella algún negocio, o atravesar otra calle si la hay, antes que llegue a mí, por no quitárselo.
Página 84 - Y helos do vuelven luego con ellos y toman la llave y llámanme y llaman testigos y abren la puerta y entran a embargar la hacienda de mi amo hasta ser pagados de su deuda. Anduvieron toda la casa y halláronla desembarazada, como he contado, y dícenme: — ¿Qué es de la hacienda de tu amo, sus arcas y paños de pared y alhajas de casa?