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CAPITULO IV.

Continuacion del estado de la nacion en todos los ramos. -Ejército. Arreglo que en él se hizo.Premios. Creacion de la Orden imperial de Guadalupe.-Grado general.-Estado inseguro de la capital. Medidas tomadas para remediarla. -Negocios poco importantes de que la junta se ocu、 paba.-Propónese la suspen-ion de sus sesiones -Continúalas.—Provision de beneficios eclesiá ticos.--Extinèion del hospital de findios y de sus cajas de comunidad.-Dotacion de la casa de Iturbide. Ultimos acuerdos de la junta.—Trabajos preparados para el congreso.-Relacionos exteriores y con España.-Unes: Guatemala al imperio. -Providencias que con este motivo se tomaron.-Marcha una division de tropas mexicanas á Guatemala.- Suceso de las provincias del Norte.-Elecciones para el Congreso. -Disposiciones para si instalacion Reflexiones sobre la junta provisional.

El ejército, como en otro lugar se habia dicho, habia permanecido bajo la misma forma que tenia al hacerse la independencia: ha. bianse mudado las divisas los generales, jefes y oficiales; en las banderas se habian puesto las armas del imperio, y algunos cuerpos habian cambiado nombres al declararse por la revolucion, adoptan. do otros nuevos y conformes con la mutuacion que las cosas habian tenido; pero los más conservaban los antiguos, poco acomodados algunos al estado presente, y con la baja notable que habia habido en la fuerza de todos, aunque se contaban muchos regimientos, escuadrones y compañías, era tan corta la fuerza que tenian, que apénas podian llamarse cuadros.

Para poner término á este desórden, muy gravoso al erario por los muchos estados mayores y músicas que era menester mantener y por el gran número de soldados que se quitaban al servicio efectivo por estar destinados al de ordenanzas de los oficiales, el generalísimo, en uso de sus facultades, por órden de 17 de Noviembre de 1821, mandó reformar los cuerpos de infantería segun el reglamento español del año de 1815, con solo la diferencia de que los regimientos de esta arma hubiesen de tener dos batallones y no tres como en él se prevenia. Ademas de la plana mayor del regimiento, cada batallon tenia la suya y debia componerse de una compañía de granaderos, otra de cazadores y seis de fusileros, y 5 oficiales y 48 soldados cada compañía, que en tiempo de guerra de

bian aumentarse con 61 más, y su respectiva dotacion de sargentos, cabos y tambores. Segun esta planta, se organizaron por orden numérico siete regimientos con las tropas existentes en México, pertiendo su nombre los antiguos cuerpos que pasaron á formarlos, excepto los granaderos imperiales, que lo conservaron haciendo un solo batallon. El regimiento número 1, se compuso de los batallones de Celaya y Guanajuato y otros cuerpos menores: el número 2, de Tres Villas, Santo Domingo, Imperio (1) y Depósito: en el número 4, entraron la Corona, Voluntarios de la patria y 1o Americano, antes Nueva España; en el 5o, los antiguos patriotas ó insurgentes del Sur, que tenian el nombre de San Fernando, y en este órden les demas; el 8° se formó en Veracruz para reemplazar al Fijo de aquella plaza, quedando todavia otros por arreglar con las tropas de N. Galicia y otros de las provincias, hasta el número de trece, como se hizo mas adelante. (2)

Aunque este arreglo fuese indispensable, puede decirse que fué una de las causas que contribuyeron á la ruina del ejército. Con los antiguos nombres desaparecieron los recuerdos de gloria que cada cuerpo tenia, siendo tal la adhesion que se les profesaba, que todavia despues de tantos años, ningun militar que sirvió en las tropas reales, cuando habla de su carrera, hace mencion de otros cuerpos que de los del antiguo ejército, y la repugnancia de los soldados á reunirse con los de otros batallones, hizo que aumentase notablemente la desercion, no habiéndose nunca puesto los regimientos nuevamente creados con la fuerza completa que debian tener. De aquí nació tambien que el número de jefes, oficiales, cabos, sargentos y músicos, no guardase proporcion alguna con el de los soldados. Segun el estado que se publicó en la gaceta imperial, de la revista de comisario pasada en México al principio del mes de Diciembre de 1821, á las tropas que todavia permanecian en aquella

(1) El batallon del Imperio no era el del Sur como se ha dicho, sino el 2o Activo de México, conocido con el nomdre de batallon de Cuautitlan, El del Sur tomó el nombre de la "Union," al declararse el plan de Iguala.

(2) Véase para todo este arreglo del ejército, la Memoria presentada alcongreso por el ministro de la guerra Medina en 24 de Febrero de 1822, y las noticias históricas de los cuerpos de infantería y caballería formadas por el general Alcorta, y publicadas por la plana mayor del ejército, extractadas en el Apéndice documento número 14.

ciudad cuando ya estaba hecho el arreglo de los cuerpos de iufantería, para 8.308 soldados de todas armas, habia 1,802 oficiales de las graduaciones de coronel á subteniente; y como ademas se con taban 3,161 sargentos, cabos y músicos, resulta que de aquellos y estos habia mas de uno para cada dos soldados. De los oficiales, 155 de las clases de capitanes, tenientes y subtenientes, formaban la compañía de la guardia personal de Iturbide, llamada de "los Pares," y en el depósito habia cosa de 500, con lo que quedaban en el servicio de los cuerpos más de 1.000.

Para la caballería, se adoptó el reglamento propuesto por el inspector general de esta arma, marqués de Vivanco, segun el cual cada regimiento se debia componer de cuatro escuadrones de dos compañías, haciendo cada cuerpo la fuerza de 856 soldados, ademas de la plana mayor, oficiales, sargentos cabos y música. Los granaderos á caballo conservaron su denominacion de Imperiales, y en los once regimientos que se arreglaron por órden numérico, entraron la mayor parte de los antiguos cuerpos del ejército y provinciales, quedando todavia once de éstos sin sujetarse á la nueva organizacion cuando se instaló el congreso. Los coroneles que se nombraron para los nuevos regimientos, fueron los oficiales más distinguidos del ejército: en los de infantería, D. J. J. de Herrera quedó al frente de los granaderos imperiales; Iturbide reservó para sí el número 1, en que estaba incorporado su regimiento de Celaya,.nombrando mayor á Matienda (e), comandante del primer batallon á Cela (e), y del 2o á D. Pedro Otero, que lo era del batallon de Guanajuato: (3) el 5° se dió á Lobato, (4) y el 8° á Santa Anna. En la caballería, conservó el mando de los dragones á caballo Epitacio Sanchez: el número 1, compuesto de los dragones del Rey, reina Isabel y América, ántes España, se le dió á Echávarri: á Cortazar el 2, en que entró su regimiento de Moncada: el 3, que era el antiguo provincial de S. Luis, á D. Zenon Fernandez: los Fieles del Potosí compusieron el 5', cuyo coronel fué Parres, y en

(3) Ambos se han distinguido en tiempos posteriores: Cela, en la defensa de S. Juan de Ulda, atacado por la escuadra francesa en 1836, y Otero, muriendo en la accion de Peotillos en la guerra civil de 1832. Ambos cran generales de brigada. Cela ha muerto de enfermedad hace des años.

(4) Véase en el tomo 2° y otros lugares de esta obra, en que se hace mencion de este jefe.

TOMO V. 44

el 9°, que era el de San Carlos, permaneció su coronel D. Gabriel de Armijo, no obstante haber sido fiel al gobierno español hasta la rendicion de México. Con las escoltas de Guerrero y Bravo, y los dragones de México, se formó el 11, de que fué nombrado coronel el mismo Bravo, y los demás se dieron á Bustillo, Barragan, Filisola, Andrade, Laris, y otros jefes de mérito. (5) Como en este arreglo entraron los cuerpos provinciales declarados de línea ó veteranos, por haber tomado parte en el plan de Iguala, quedó extinguida aquella clase utilísima de tropas con que contaba el gobierno en tiempo de guerra, sin que le costase nada su manutencion en tiempo de paz, y aunque se creia que la reemplazarian con ventaja lasmilicias nacionales, ilusion de los sistemas modernos, nunca han podi. do establecerse de una manera provechosa, ni han servido más que de instrumento de revoluciones & de pretexto para nuevas y opresivas contribuciones. Las divisiones de la costa, compañías presidiales y de ópatas y pimas, quedaron bajo su antiguo pié. En la artilleria é ingenieros, no se hizo variacion; los talleres de construccion de armas, en que el gobierno español habia gastado sumas muy considerables con poco provecho, aunque fueron muy útiles en las circunstancias de extrema necesidad en que se establecieron, (6) se redujeron á solo los trabajos de reposicion y composturas: la fábrica de pólvora continuó á cargo del gobierno; el vica riato general del ejército se encargó al arzobispo, y se estableció para los hospitales militares un cuerpo de médicos y cirujanos, motivo en adelante de continuas mudanzas y empeñadas disputas.

Uno de los asuntos propuestos á la junta por Iturbide desde las sesiones que precedieron á su instalacion, fué premiar al ejército que habia hecho la independencia, y aquella, descosa de llenar el mismo objeto, manifestó á la regencia por decreto de 16 de Octu bre, que estaba dispuesta á conceder todos aquellos premios extraordinarios que la regencia no creyese estar en sus facultades y de pendiesen de las de la junta. Con el propio fin, Iturbide propuso

(5) Véase en el Apéndice documento nám. 14, la lista de los coroneles de infantería y caballeria nombrados entonces.

(6) En los años de 1816 a 1821, se gastaron por el gobierno español en la fábrica de armas, 473,616 ps. 5 rs. 1 gr., habiéndose construido 14,620 fusiles, y 40,083 pares de pistolas: cada fusil tenia de costo 31 pesos.

por exposicion de 9 de Noviembre, dirigida á la regencia y que ésta pasó á la junta, la creacion de una ó dos órdenes militares, pues aunque se habia hecho la promocion de generales que hemos visto, y se habia concedido posteriormente otros premios, en vista de las recomendaciones que habian hecho los jefes de los cuerpos á quienes se habian pedido informes por órden general, sobre las acciones con que se hubiesen distinguido algunos oficiales bajo su mando; era menester que hubiese, conforme á la práctica de todas las monarquías, distinciones y honores con que retribuir el mérito de cada persona segun sus circunstancias, sin perjuicio de conceder un grade general á todo el ejército, de lo que se estaba ocupando." Esta exposicion dió motivo á la creacion de la Orden imperial de Guadalupe, para lo que facultó la junta á la regencia por sus decretos de 13 de Octubre y 7 de Diciembre, habiendo aprobado los estatutos que ésta formó, por el de 20 de Febrero de 1822, aunque no se publicó por estar tan inmediata la instalacion del congreso, el cual lo confirmó y aprobó por el suyo de 13 de Junio del mismo año, como en su lugar veremos.

Esta órden no estaba destinada á premiar solo el mérito militar, sino todos los servicios hechos á la nacion en todas las carreras: fué declarada su protectora la Virgen de Guadalupe, por serlo del imperio: el gran maestre debia ser el emperador, y los méritos para ser agraciado con esta condecoracion, habian de ser calificados por la asamblea de la Orden, sin exigir pruebas de nobleza, sino solo gozar del concepto público y haber hecho al Estado servicios distinguidos. Los caballeros se distinguian en grandes cruces, que no debian pasar de cincuenta; caballeros de número, que habian de exceder de ciento, y supernumerarios, de los cuales el gran macstre podia nombrar todos los que tuviese por conveniente. Los primeros tenian tratamiento.de excelencia con el goce de los privilegios que se concediesen á los grandes del imperio ó á cualquiera dignidad equivalente que se establecie se: los segundos habian de ser reputados como títulos del imperio, y los supernumerarios eran tenidos por nobles. La diversidad de insignias distinguia estas clases,

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