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gobierno independiente, bajo una forma sencilla y semejante á la que hasta entonces habia existido, no lo era comenzar por plantear el sistema representativo, para el que no habia elementos ningu. nos, dado caso que este sistema sea practicable en parte alguna, aun en circunstancias más ventajosas.

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Esto ha hecho pensar que hubiera sido mejor que Iturbide hubiese conservado la autoridad que habia ejercido desde el principio de la revolucion hasta la entrada en México, con el título de "pri mer jefe del ejército de las Tres Garantías, y no tiene duda que, si bien el mismo Iturbide no dió muestra de gran capacidad administrativa, ni parecia tener más nociones del gobierno que tomar dinero de donde podia haberlo á las manos cuando lo necesitaba, y poner en prision á los que le eran sospechosos, como lo hacia cuan do era comandante general de Guanajuato; la marcha de las cosas. hubiera sido más expedita, y sin lanzarse desde luego en el tumulto de las discusiones públicas, escollo en que han fracasado todos los nuevos gobiernos de la América española, reduciendo el sistema á reemplazar al virrey con el primer jefe, con toda la ventaja que proporcionaba lo nuevo é indefinido de esta autoridad, la falta de resistencia hubiera hecho la accion del gobierno más suave, no encontrando tantos tropiezos: mas debe notarse que no hubo tampo. co de parte de la junta la oposicion que pudiera creerse por lo que Iturbide ha dicho acerca de esto, ántes bien se vé que aquel cuerpo. en todo cedió y que aquellos de sus individuos á quienes Iturbide atribuia una enemistad decidida contra su persona, léjos de profesársela, fueron los que más empeño tomaron por su engrandecimien to, habiendo sido Tagle quien propuso la asignacion anual que se le hizo y Fagoaga el que insistió en que se señalasen fondos para la dotacion de su casa. Por otra parte, es menester no olvidar las circunstancias de la época en que todo esto sucedió, cuando exal· tados los espíritus y enardecidas las imaginaciones con las brillantes teorías del sistema representativo, no se creia posible establecer una sociedad política sin una junta ó congreso constituyente, y este frenesí era tal, que habiéndose determinado la parte esencial de la Constitucion en el plan de Iguala y tratado de Córdova, habiendo declarado la junta con motivo de los abusos de la libertad de im

prenta, cuales eran las bases del gobierno del imperio que no se podian atacar por la prensa; cuando el paso más importante que habia que dar era ejecutar lo establecido, haciendo que ocupase el trono la persona que habia sido llamada á él: todavía el mismo Iturbide creia que la primera necesidad del imperio era constituirse, y que para esto era menester no detenerse en la formacion de un congreso, cerrando los ojos á cuanto podia haber de nulo é ilegal en la eleccion de los individuos que habian de componerlo, y aca. baremos por reconocer, que lo que hubiera sido posible algunos años antes ó despues, no lo era cuando estaban los espíritus tan fascinados con las teorías constitucionales, siendo preciso confesar, que la primera desgracia de nuestra independencia, la causa principal de que no haya producido mejores frutos, no es otra que haber nacido despues de publicada y comenzada á ejecutar la Constitucion española, y que España quedó harto vengada del agravio que recibió con nuestra separacion, dejándonos por herencia ese funesto presente.

CAPITULO V.

Primer congreso.-Solemnidad de su instalacion.-Juramento de la regencia.—Incidente desagrada. bla sobre el asiento de Iturbide.-Primeros acuerdos del Congreso. -Memorias de los ministros.Antiguos insurgentes-Decretos sobre fiestas nacionales. --Detención del P. Mier en Ulúa.—Causa formada á Vietoria -Excomunion del "Pensador.-Indulto geueral. -Decretos sobre extrac→ cion de dinero, pasaportes, premios al ejército y otros puntos.-Escasez de recursos.-- Medidas del Congreso para proporcionarlos.-Fuertes contestaciones entre el Congreso y la regencia.-Contras revolucion de los capitulados. -Carta de Dávila á Iturbile.-Preséntala éste al Congreso.-Sesion tempestuosa.—Movimiento de los capitulados. --Accion de Juchi.-Sucesos de Zacapoaxtla.—Em、 barque de los capitulados. -Variacion de la regencia.

Al amanecer el 24 de Febrero de 1822, el estrépito de la artillería y el festivo repique general de campanas, anunciaron á los habitantes de México que en aquel dia, en que se cumplia el año del principio de la revolucion en Iguala, iba á instalarse el congreso convocado en virtud del plan proclamado en aquel pueblo, de cuya sabiduría se esperaba que consolidaria la independencia que habia sido el fruto de aquel movimiento, asentando el gobierno sobre ta les bases que pudiera el imperio prometerse estabilidad, y la nacion que lo formaba órden y duradera prosperidad. duradera prosperidad. (1) Reunidos en di versos salones del palacio los diputados que habian de componer el congreso, en número de 102, la junta y la regencia, salieron á las siete de la mañana formando un solo cuerpo presidido por la regen cia, con músicas y lucida escolta, y se encaminaron á la catedral, en cuyo espacioso atrio los esperaba la diputacion provincial, la audiencia incorporada en ella, y todas las demás corporaciones y autoridades, y fueron recibidos dentro de la iglesia con las acostum. bradas ceremonias por el cabildo eclesiástico. Habiendo ocupado los concurrentes los asientos que les estaban señalados, comenzó la misa que cantó el tesorero Labarta, pues el arzobispo permanecia en Cuernavaca, y concluido el sermon, predicado por el cura deSagrario Dr. D. Agustin Iglesias, los diputados subieron al presbil terio en donde estaba dispuesta una mesa con la imágen de Jesu(1) Gacetas de aquellos dias; con las que comienza el tomo 2o, y actas de la junta y del congreso.

cristo crucificado y el libro de los Evangelios, y sobre éstos, ante los ministros de la regencia y secretarios de la junta, juraron de dos en dos, defender y conservar la religion católica, apostólica, romana, sin admitir otra alguna; guardar y hacer guardar la independencia de la nacion mexicana, y formar la Constitucion política que habia de regir en ella, bajo las bases fundamentales del plan de Iguala y tratado de Córdova, estableciendo la separacion absoluta de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, para que nunca pudiesen reunirse en una sola persona ni corporacion. Durante este acto solemue, permanecieron en pié los capitulares en el presbiterio, la junta, regencia y demás autoridades. Siguió la misa terminada con Te-Deun y Salve, y mientras estos se cantaban, la diputacion provincial con las demás corporaciones y autoridades, se dirigió el edificio destinado para las sesiones del congreso, para esperar á su puerta á los diputados.

Despues de la misa, salieron éstos con la junta y regencia con di. reccion al mismo sitio, por las calles del Reloj y San Ildefonso, cu biertas con el toldo que se pone para la procesion de Corpus, adornados los balcones con colgaduras y llenas de un inmenso concurso, y llegando á la puerta del salon, los condujeron á sus asientos las autoridades que los esperaban. Ocupado el solio por la regencia, Iturbide pronunció un discurso en el que felicitó á la nacion por el fausto suceso que se estaba verificando, aseguró al congreso que ésta gozaba toda de tranquilidad y se hallaba uniforme en opinion y deseos, no obstante la agitacion que en opuestos sentidos aparecia por las exageraciones de la imprenta, y anunciando al país todo genero de felicidades, por el acierto de las providencias del congreso, ofreció á éste su obediencia y su decision para mantener su au toridad.

D. José María Fagoaga, presidente de la junta, hizo entonces otro discurso en el mismo sentido, terminando por recomendar al congreso por acuerdo expreso de la junta, declarase dia de festivi dad nacional el 24 de Febrero, en que se proclamó el plan de Igua la y se iba á instalar al mismo congreso, el 2 de Marzo en que aquel plan fué jurado por el ejército, y el 27 de Setiembre en que hizo éste su entrada en la capital. Iturbide recordó entonces el cum

plimiento del artículo 20 de la convocatoria, en virtud del cual el congreso inmediatamente despues de su instalacion, debia dividir se en dos cámaras con un número igual de diputados en cada una. Retiráronse luego la regencia y los individuos de la junta que no habian sido nombrados diputados, y volvieron al palacio en coche con la misma pompa que habian ido al congreso.

Este se ocupó entonces de la eleccion de presidente, vice-presidente y secretarios, que se acordó fuesen dos. Para este acto fué nombrado por unanimidad presidente provisional D. Cárlos María Bustamante, y secretario D. Mauuel Argüelles, y en la votacion secreta á que se procedió, resultó elegido presidente D. José Hipólito Odoardo, vice presidente Tagle, y secretarios D. Manuel Argüelles y D. Carlos Bustamante; el dia siguiente se resolvió nombrar otros dos secretarios, y la eleccion recayó en D. José Mariano Marin y D. Rafael Manginno, ambos diputados por Puebla. El presidente hizo leer en:ónces por uno de los secretarios, una especie de interrogatorio preguntando á los diputados si se declaraba legitimamente instalado el soberano congreso constituyente mexicano; si la soberanía residia esencialmente en la nacion mexicana; si la religion católica, apostólica, romana, seria la única del Estado, con exclusion é intolerancia de cualquiera otra; si se adoptaba para el gobierno de la nacion la monarquía moderada constitucional; si se denominaria esta monarquía imperio mexicano, y por último, si se reconocian los llamamientos al trono, de los príncipes de la casa de Borbon conforme al tratado de Còrdova. A todo contestaron los diputados que sí, y tambien aprobaron la proposicion que hizo Fagoaga que decia: "La soberanía nacional reside en este congreso constituyente. El partido republicano que habia entre los diputados, no era bastante fuerte todavia, ó sorprendido con lo imprevisto de estas preguntas, no supo aprovechar la oportunidad que ellas le presentaban para oponerse á la contestacion afirmativa, pues el hacerlas suponia, como este mismo partido pretendió más adelante, que el congreso tenia facultad para decretar libremente cuál habia de ser la forma de gobierno de la nacion, sin considerarse ligado por el plan de Iguala aunque la nacion lo habia adoptado unánimemente; ni por el tratado de Córdova, cuya observancia se habia TOMO -48

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