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materia unos instantes que debian ser los más satisfactorios para el virrey, se reservaba á hablar de ella en oficio separado, concluyendo con recomendar el mérito contraido por el comisionado Mier en el delicado encargo que se le habia confiado. El virrey en respuesta le manifestó su completa satisfaccion, "pues nada, le dice, habia deseado tanto desde que tomó á su cargo el gobierno de este vasto reino, como el restablecimiento de la paz general, conforme á las órdenes y piadosas intenciones del rey y á las que toda su vida le habian inspirado su genio y humanidad." Hízole en seguida diversas prevenciones sobre los nuevamente capitulados, ofreciéndole atender à Mier en la colocacion que solicitase, y recomendar al rey el señalado servicio que el mismo Iturbide acababa de prestar, dándole las gracias por él. (47)

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Aunque estuviese dado este gran paso de evitar el obstáculo que los insurgentes oponian para la ejecucion del plan, habiéndoles hecho tomar parte en él, quedaban otros dos puntos que allanar ántes de ceder descubrirse, que eran hacerse de medios de publicar y circular las ideas, y de fondos suficientes, á lo ménos para comenzar la campaña. Lo primero se consiguió con las impresiones que se hicieron é imprenta que se compró en Puebla. El agente de Iturbide para sus comunicaciones con sus partidarios en México, era Don Miguel Cavaleri (e), de una familia distinguida de Sevilla, que habia tenido en México la profesion de jugador y á quien Apodaca habia nombrado sub lelegado de Cuernavaca. (48) Este tenia íntimas relaciones con Iturbide, y en el punto en que se hallaba, intermedio entre el Sur y la capital, le fué de suma utilidad. Habiendo sido infructuosas las diligencias practicadas en México para hacerse de letra y prensas, Cavaleri despachó á Puebla al capitan Magan, dándole firma en blanco para comprar una y otra cosa en aquella ciudad á cualquier precio. Magan esperaba conseguir lo que iba a buscar en la imprenta de Don Pedro de la Rosa, amigo

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(47) Esta contestacion ha sido publicada por Bustamante, tomo 5o, folio 110.

(48) Cuernavaca era villa del marquesado del Valle, cuyo gobernador nombraba al subdelegado, pero extinguidos los señoríos por las Cortes, los nombraba el virrey. Todo lo que aquí se refiere sobre el modo de hacerse de imprenta, está tomado de Bustamante, tomo 5, fol. 108.

suyo, que tenia privilegio real para imprimir los libros elementales de la primera educacion: frustrada esta esperanza, Don Ignacio Alconedo, hermano de Don Luis, cuya desgraciada suerte hemos referido en la primera parte de esta historia, (49) lo puso en relaciones con el P. D. Joaquin Furlong, prepósito de la Congregacion de San Felipe Neri, llamada allí la Concordia, (50) que era dueño de una pequeña imprenta. Fué indispensable descubrir el secreto á D. Mariano Monroy, quien servía en ella de cajista, y entre éste, el P. Furlong y el capitan Magan, imprimieron el plan que se llamó de Iguala y la proclama con que se publicó. Magan y Monroy se pusieron en camino para llevar los ejemplares, dejando prevenida la letra y prensa que habia de mandárseles, y á su paso por Cholula, comunicaron el objeto de su viaje al Lic. Don José Manuel de Herrera, el mismo que hemos visto hacer tan distinguido papel en la insurreccion y que á la sazon se hallaba sirviendo interinamente el curato de S. Pedro de aquella ciudad. Fácilmente se decidió Herrera á seguirlos y los tres juntos se dirigieron á Iguala, aunque Herrera se separó de sus compañeros, tomando el rumbo de Chilapa.

En cuanto al segundo y más importante punto, que era hacerse de dinero, una combinacion de circunstancias la más feliz para Iturbide, vino á proporcionárselo. Debia salir de la capital una conducta para Acapulco, con el retorno de reales de la venta de los efectos conducidos por el buque de Manila á que se daba el nombre de nao de China. Dudaba el virrey hacerla partir mientras hubiese algun riesgo en el caminɔ; más Iturbide, ántes de que se verificase su convenio con Guerrerc con quien estaba tratando, habia ofrecido ha cer llegar el dinero á su destino con toda seguridad. Con esto se pusieron en camino los caudales con consentimiento de los comisionados del comercio de Manila, los cuales, por ser amigos de Iturbide, y el uno de ellos el mismo que pocos meses antes habia hecho á Guadalajara el viaje de que hemos hablado, se ha dado por seguro que estaban instruidos del plan y sabian el uso que se iba á hacer de este dinero, que era perteneciente á las corporaciones y

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negociantes de Filipinas, á quienes conforme à las leyes de Indias, se concedia embarcar en la nao una cantidad determinada de efectos. Pocos dias despues de la salida de la conducta, corrió la noti cia de haber caido en manos de los insurgentes, pero Iturbide tranquilizó al virrey, diciéndole por correo extraordinario, que lo que habia dado motivo á aquellas voces, era, el haberse introducido una pequeña partida hácia la mina de San Miguel entre Tasco y Zacualpan, la que habia cometido algunos robos en la hacienda de Pregones, pero que habia destinado á perseguirla á Don Epitacio; Sanchez, y que él mismo iba á salir para Iguala, con direccion á Chilpancingo, tanto para arreglar aquel distrito, "como para que las platas del convoy pasasen con toda seguridad, pues era de creer que los insurgentes tuviesen algun empeño en robarlas. Este es el viaje que al mismo tiempo avisaba á Guerrero emprendia para tener una conferencia con él, y del que resultó el convenio celebrado con Figueroa, segun hemos referido. Concluido éste y llegado el convoy à Iguala, Iturbide se apoderó del dinero, que ascendia á la suma de 525,000 pesos.

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Por tales medios empleados con mucha habilidad, pero que el honor y la buena fé reprueban, aunque los autoricen tantos ejemplos en las recientes revoluciones así en Europa como en América, Iturbide en los tres meses que habia tenido á su cargo la comandancia general del Sur, abusando de la confianza del virrey, burlándose de su credulidad, y empleando contra el gobierno las tropas y los recursos que el mismo gobierno habia puesto sin detenerse á su disposicion, se hallaba al frente de una fuerza considerable, contaba para sostenerla con mayores fondos que los que el virrey podia reunir entónces, habia extendido sus relaciones enviando comisionados á varios jefes principales del ejército, y habia prevenido todos los elementos necesarios para ejecutar el grande movimiento que intentaba, siendo muy de notar, que habiendo tantas personas desde Veracruz á Guadalajara en el secreto de lo que se iba á hacer, el virrey no hubiese tenido indicio alguno de ello, y estuviese enteramente ignorante de una conspiracion extendida portcdas partes, lo que sin duda procedia de que la opinion pública estaba preparada y de que los decretos de las Cortes sobre reformas reli

giosas, habian cambiade en favor de la revolucion, que era generalmente deseada, los más poderosos resortes que hasta entonces habian estado conteniéndola. El momento de la explosion era, pues, llegado, y ésta se verificó de la manera que vamos á ver en el siguiente capítulo. (51)

(51) Casi no he hecho uso alguno en este capítulo, del opúsculo anónimo publicado en Filadelfia, con el título: "Bosquejo de la revolucion de México, desde el grito de Iguala hasta la proclamacion imperial de Iturbide," cuyo autor fué D. Vicente Rocafuerte, porque habiéndose escrito con solo el objeto de hacer odioso á Iturbide, para derribarlo del trono, es una recopilacion confusa de todo cuanto podia suscitar enemigos á éste. Contiene, sin embargo, noticias y documentos curiosos, de que me serviré oportunamente con la debida circunspeccion.

CAPITULO III.

Proclamacion del plan de Iguala.-Proclama de Iturbide.--Camunicaciones de Iturbide al virrey, á diversas personas y á los interesados en la condueta de Manila.-Junta de los jefes y oficiales del ejército del Sur.-Discurso de Iturbide.-Juran todos sostener el plan:-Es nombrado Iturbide primer jefe del ejército llamado de las Tres Garantías.-Juramento solemne hecho por la oficialis dad y tropa,-Establecimiento de la imprenta y periódico.-Exámen del plan de Iguala.—Co、 municaciones de Iturbide al virrey.-Cartas â diversas personas.-Cartas á Negrete.-Contes■ tacion del virrey.—Exposiciones dirigidas por Iturbide al rey y á las Cortes.

Habia reunido Iturbide en el pueblo de Iguala, á donde se habia trasladado para ponerse de acuerdo con Guerrero y apoderarse de la conducta de Manila, la mayor parte de las tropas con cuyor jefes contaba para la ejecucion de su plan, que eran los de todos los cuer pos mexicanos y de algunos de los europeos que tenia bajo sus ór denes, seguro en cuanto á los soldados, de que harian lo que aquellos les mandasen, y estando todo preparado, el dia 24 de Febrero publicó una proclama dirigida á los mexicanos, camprendiendo bajo este nombre no solo á los nacidos en América, sino tambien á los europeos, africanos y asiáticos que en ella residian. En ella, sin acriminaciones odiosas, sin quejas infundadas ó exageradas, fundó la necesidad de la independencia en el curso ordinario de las cosas humanas, en el ejemplo del imperio romano, de cuya desmembra. cion salieron las naciones modernas de la Europa, y al mismo tiem po que reconoció los grandes beneficios que la América sacó de la conquista y dominacion española, á la que llamó la nacion mas catótica y piadosa, la mas heróica y magnánima, manifestó que habia llegado el tiempo de que aquellas ciudades opulentas, aquellos pueblos hermosos, aquellas provincias y reinos dilatados, que la España educó y engrandeció, ocupasen en el universo un lugar distinguido, siendo ya la rama igual al tronco y general el deseo de la independencia entre los habitantes de todas clases; por lo que para uniformar la opinion, el ejército á cuyo frente estaba, habia jurado sostener el plan que el mismo Iturbide tenia formado, (1) que (1) Véase es a proclama con el plan, en el Apéndice documento eúm. 6.

TOMO V. II

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