་ les que de aquí adelante se erigieren sean regulares, y las que hasta aquí están erigidas, que cómodamente no se pueden sustentar en forma de iglesias seculares, se reduzgan y hagan regulares, etc., es único remedio para que la iglesia en las Indias se pueda fundar, porque en haberse fundado en forma de iglesias seculares, con ser la iglesia tan nueva y mucha la pobreza della y grande la cobdicia de los eclesiásticos seculares, no se ha podido poner ni sustentar número de eclesiásticos en las iglesias catedrales, porque todos quieren vivir con grande fausto; procurando apropiar para sí, en particular, los bienes de las iglesias, no las sirven; ándanse ausentando, procuran de enriquecer y bolverse á estos reynos, y apenas se pueden entretener en ellas los Obispos á quien mandamos dar de nuestra Hacienda Real para sustentarse, y con poco más de lo que mandamos dar á los Obispos, si las iglesias fuesen regul ares se podrian sustentar el prelado y regulares dellas, y le irian augmentando los bienes y renta en comun; y no los pudiendo apropiar para sí, cada uno en particular, permane ceria para sustentacion de la iglesia y sus ministros, y habiendo de ser regulares, ha de ser forzoso que sean del instituto regular de una de las quatro órdenes de Santo Domingo, San Francisco, San Agustin y la Compañía de Jesús, que están plantadas en las Indias, ó á lo menos de las tres primeras, porque estas están apoderadas de todos los distritos de las más principales doctrinas que ay en las Indias; y si se les hubiese de quitar ó subjetarlos á los ordinarios, seria en mucho escándalo y haciéndose las iglesias regulares de la horden, que más doctrinas hubiere en aquellas provincias, con facilidad se le subjetarán los clérigos seculares, y los otros religiosos que hubiere en la diócesis de Томо ХІ. 11 otra órden; y habiéndose platicado sobre ello en el nuestro Consejo, ha parescido que el órden que se podría tener para hacer las iglesias regulares, es el que será con esta; hareis mucha instancia con Su Santidad para que ansí lo conceda, con facultad de poder añadir y quitar, conforme á como paresciere en el nuestro Consejo de las Indias ó á los Concilios provinciales que se celebraren en las Indias á quien lo cometiéremos; y esto procurareis que se haga con mucha brevedad, porque hay necesidad de erigir muchas iglesias en diversas partes de las Indias, que siendo regulares, serán de mucho fruto; y seculares, de ninguno. Todas estas cosas y otras semejantes, se podrian ordenar acá con mucha facilidad, si Su Santidad tiene por bien de elegir y criar la dignidad patriarcal que se le pide; y así en lo que más insistireis, será en la pedir, porque concediéndose y dándonos aviso dello, se os dará á vos, del horden que habeis de tener en pedir las más cosas contenidas en esta instrucción, la qual sea secreta para vos, porque os ayudeis de las razones y cosas que en ella se apuntan; y vos añadais las que de vuestra discrepcion y prudencia confiamos; en lo qual, entendereis con todo cuidado y diligencia como cosa que tanto importa al servicio de Dios y nuestro; y de lo que hiciéredes, y se despachare, nos ireis dando aviso con brevedad en el nuestro Consejo de las Indias. Fecha en Madrid á nueve de Septiembre de mil y quinientos y setenta y dos años. Yo el Rey. Y refrendada de ANTONIO DE ERASO, señalada de los del Consejo. MEMORIAL QUE DIÓ EL BACHILLER LUIS SANCHEZ, RESIDENTE EN CHILLARON DE PAREJA, AL PRESIDENTE ESPINOSA, EN MADRID Á 26 DE AGOSTO DE 1566. (1) hace. se ha hecho y Ꭹ que es con obras y pa Muy ilustre señor: Si bien se mira, es cierto que todas las cosas y negocios que de las Indias se pueden decir y tratar, vienen á parar y resumirse en solo un punto, y es, en favorecer alma y cuerpo de los indios ó destruillos y acaballos como hasta oy Los que los favorecen de veras labras, son tan raros, que en diez y ocho años que é estado en las Indias, no é visto quatro. Todos los demás, son sus contrarios y los asuelan y destruyen. De aquí viene que daré por quenta mil y quinientas y algunas mas leguas despobladas en las Indias por medios de españoles que estaban llenas de indios; y en las más dellas no an dexado criatura, y en las otras, tan poca gente, que se pueden llamar despobladas. La causa deste mal es, que todos quantos pasamos á las Indias, vamos con intencion de volver á España muy ricos, lo qual es imposible-pues de acá no llevamos nada y allá holgamos-sino á costa del sudor y sangre de los indios. La manera como se an despoblado tantas tierras, no hablo de México, porque allí entiendo á abido siempre un poco de justicia y favor para los indios-creo no ques dará nada sino se remedia. Lo primero á sido las crueles y injustas guerras que (1) Archivo de Indias.-Patronato.-Est. 2, caj. 1, leg, 19. los españoles an hecho y hacen á los indios, matándolos, robándolos, talando y ahuyentándolos de sus tierras. Todo contra la órden y instrucciones muy christianas que de nuestros Reyes llevavan. En estas guerras y jornadas, -que llaman-en sola la gobernacion de Popayan, despues que yo estoy allá, é visto conquistar y poblar once pueblos de españoles con cada 20 y 30 leguas de término cada uno, y otras cinco jornadas; y en ello é visto, con estos ojos, cosas y crueldades nunca vistas, que no las sufriria á oir ningun christiano, quanto más V. S.; pues, qué será en otras infinitas partes que lo é oido á personas que se hallaron presentes. Lo segundo que á destruido las Indias, fué los esclavos, que con muy falsas informaciones, y no entendién-. dose los negocios, se hicieron hasta que S., M., siendo desengañado, los dió por libres; y aunque las dos dichas. causas an destruido mucho, pero la que viene, á asolado más que ambas, y quasi las dos, son ya pasadas, y esta es como una carcoma y asuela, oy más que nunca, y no se siente y es el repartimiento de los indios, porque no usan los españoles dellos como vasallos, sino como esclavos y enemigos. En minas, cargas y servicios personales y en las más partes no guardan más tasa y viven tan sin ley como sino fuesen sino christianos; esto no se puede bien entender sino platica. A ayudado mucho á la destruicion de tanta multitud de gentes, ser los indios de su natural, tan débiles y ruin complexion, que con poco mal, y trabajo que les den, se mueren, especialmente sacándolos de su tierras y provincias, como los an sacado muchas leguas, y pocos volvian á sus casas; y ansí se dice, que el indio es como el pescado, que en sacándolo del agua muere. ว Todos los daños y robos dichos, y quantos se an hecho en las Indias, los á causado la insaciable codicia de dos españoles, la qual creció mucho, porque no á abido freno de parte de la justicia; tambien desta an nascido tantas guerras, civiles, unos españoles con otros en el Pirú y otras partes, mil á mil y quinientos á quinientos, Y ciento á ciento hasta á cabarse unos á otros, y esto con grandísimo daño de los indios, que siempre es mal para el cántaro, que es el indio; que mientra ay guerras que quasi no an faltado, todos hacen lo que quieren en los indios, y acontece llevar el tirano en su campo ocho ó diez mil indios de carga, y los leales otros tantos. Lo, dicho sea quanto al cuerpo del indio Lip - Quanto á su alma, bastará, decir que de tantas provincias despobladas y millones de gentes que por la codicia de españoles an sido muertos, no an ido la centésima parte cristianos, sino ansí los echavan al infierno y los matavan como si fueran brutos; pues en los que, emos convertido y son baptizados, yo prometo á V, S. que no lay en ellos onza de fé, si se pudiera pesar,dexo apartello de México que entiendo ay algo mas porque no se levanta el entendimiento del indio dos dedos del suelo en lo que toca á su alma, y de su natural, son como monas en las apariencias, muy diligentes, muy amigos de disciplinarse y ofrecerse confesar, llorar en la confesion, bir misas y sermones, que parece vienen de buena gana á todo; y si los dejan, de allí á dos horas no hay nada; esto entiendo, por más que publiquen por ay gentes, que yo tambien é gastado mi tiempo en ello predicando y doctrinando indios; y creo que, nos é hecho de fruto valía de un real, pero desta poca fé y christiandad de los indios, echemos la mitad de la culpa á los ruines |