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todos los que viven en él, son los términos y tierras de propiedad; ay muy gran necesidad que V. M. mande seĎalar poner en razon y declarar á cada pueblo su término, y á cada un indio y español sus tierras de propiedad; porque como los indios an vivido y viven donde pue den, á su salvo poseen por tiranía lo uno y lo otro, los términos y tierras de propiedad como antiguamente lo pudieron aber ó defender, ó despues que son cristianos, autes que los entendiésemos ó entendiésemos sus conciertos sin fundamento ni razon, se pudieron quedar con ello como lo tenemos bien esperimentado, por lo que ve mos yo y muchos dellos, y por la desproporcion que ay en todo lo que entrellos está repartido, así en los términos como en las tierras de propiedad que poseen; porque es tanta la confusion que ay entre los pueblos sobre los términos, y los indios de cada pueblo sobre las tierras de propiedad, que sino se pone en razon lo uno y lo otro, en la vida, nunca se acabarán los pleitos.

Suplico á V. C. M. mire, que aunque es ansí que la verdad vence todas las cosas, como dice la escritura, y el oro donde quiera que cae tiene sus quilates valor y precio, y el sol presente, es bastantísimo para dar lustre y descubrir todas las cosas que reciben su lumbre; la verdad á tiempos es solapada, no para que deje de vencer, para con mas gloriosa victoria triunfar, segun aquello que dice Omero, ó ombres tened cuidado de darvos á la virtud la qual acompaña á los umildes; y quando son afrentados, los hacemos gloriosos; exemplo tenemos en Cristo Nuestro Redentor del ante Pilato, el qual conoció que no tenia culpa, y disimulada la verdad, lo condenó falsamente, empero trunfó gloriosamente la verdad quando el Señor resucitó; el Señor con verdad, y el oro

sin perder nada de lo que montan algunas veces, se ahunia; obscuratur est aurus dice la escritura; y el sol sin diminucion de su luz y número de sus rayos con pequeña nube se cubre; solem nube tegum, &.

V. M. sepa que en muchos destos naturales, la verdad demuestra fée, está tan sepultada como lo que está en el profundo del mar, y si no está, quanto á oy lla está, quanto al creella y ponella por obra, y las palabras con que tienen sus coloquios con el demonio tan sabidos. como el Ave-maría de los buenos cristianos, y el oro de nuestra policía, tenido en tan poco como las margaritas acoceadas de los puercos, y sus tiránicos y barbáricos usos y torpes modos de vivir tan presciados, sabidos y guardados como evangelio de los discípulos de nuestro Maestro y Redentor Jesucristo y el sol de justicia; tan traspuesto, que pueden decir con verdad que nunca los á alumbrado.

Ay muy gran necesidad que V. M. mande á los prelados de España, que los religiosos que á este nuevo reino inviaren, miren mucho que sean exemplares, porque estos naturales son delicatísimos en juzgar y muy ligeros en escandalizarse, y tengan alguna suficiencia en la doctrina; porque cada uno casi de los religiosos es provisor de una provincia en esta tierra, y no sean tan mozos, que otro dia quieran volverse á ver á sus madres en Castilla; porque allende de no hacer acá fruto, estos tales ponen en gran trabajo á los que desean aprovechar; y los oidores de la Audiencia de V. M. sean de edad con gran suficiencia en su arte y gran espirencia en negocios; y tanto si fuere posible, que cada uno sea para Gobernador de esta Nueva España, porque como la tierra es nueva, cada dia nacen negocios de gran importancia y nunca tratados.

Томо ХІ.

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Altísimo y invictísimo Rey y señor nuestro; ay necesidad que con lo sobre dicho, V. C. y Real Magestad mande ver y examinar lo que contienen las questiones del latin, y mande executar lo que vá apuntado en la instruccion que vá con esta en nuestro castellano, la qual declara las causas de todos los principales males y trabajos que ay en esta Nueva España, y poner el modo que se á de tener para que todo aya debido efecto.

Y con estos imperiales favores, destruirse á la idolatría, la qual aun tiene muy grandes fuerzas en estas partes; y las bestias, que son esas gentes brutales, vivirán como hombres de razon, cesarán sus abominables vicios barbáricos y tiránicos usos y torpes costumbres.

CARTA DE MARTIN DE CENTENERA, EN QUE DESCRIBE EL ESTADO ECLESIÁSTICO EN QUE SE HALLABA LA CIUDAD DE LA ASUNCION EN EL RIO DE LA PLATA (1).

Ilustrísimo señor: En la ciudad de la Asumpcion en el Rio de la Plata, están proveidas las dignidades siguientes: el deanazgo á Francisco Gonzalez Paniagua, del armada de Cabeza de Vaca; del arcedianazgo me hizo V. S. ilustrísima merced; la masescholía, tesorería y chantría, se proveyeron el anno de quarenta y ocho, y nunca fueron los proveydos, como tampoco fué Joan de Robles, en cuyo lugar V. S. ilustrísima me hizo

(1) Archivo de Indias.-Patronato.-Est. 2, caj. 1, leg. 19.Sin fecha.

merced de'me proveer. Si V. S. ilustrísima á de proveer mis dignidades en aquella iglesia, por agora suplica á V.a S.a ilustrísima, sea servido en tener consideracion á las personas que en aquellas partes están, entre las quales, ay tres ó quatro sacerdotes, doctos y de buena vida y mucho servicio en la tierrà, que son: Luis de Miranda de Villafaña, natural de Placencia, del armada de D. Pedro de Mendoza, uno de los quatro beneficiados que hasta agora abia. Alonso de Segovia, del armada de Cabeza de Vaca, natural de Sanct Olalla, uno de los dos curas. El bachiller Martinez, natural de Placencia, hermano de Joan Martinez, nombrado por Gobernador de aquella tierra, y el dicho su hermano por Obispo, y es uno de los quatro beneficiados. Está por beneficiado en Ciudad Real, Francisco de Escalera, natural de Ecija. Los clérigos que fueren serán necesarios para las cibdades y poblaciones fundadas y por fundar; pues aunque vayan siete ú ocho como yo entiendo, que los abrá en los que de Estremadura y Sevilla me an escrito, y sé que esperan este viaje; con todo, serán todos y más menester para lo que se á de poblar antes de llegar á la Asumpcion, y para los pueblos de indios que en circuitu de la ciudad están sin doctrinas á causa de no haber abido mucho número de clérigos hasta agora; y si los pueblos que agora se poblaren no se proveyeren de servicio y administracion de los clérigos que de acá fueren, será padescer gran detrimento; porque los que arriba estuvieren, no querán baxar sin gran acrescentamiento y viendo ventaja, y en el entretanto el culto divino no será bien administrado. Para lo qual seria cosa conviniente nombrar beneficiados y curas de los clérigos que agora fueren, para las dichas poblaciones que se an de poblar y fundar,

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en el entretanto que V. S. ilustrísima, informada del suceso del viaje, provee otra cosa.

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En la ciudad de la Asumpcion, hasta agora, segun relacion de Francisco Ortiz de Vergara, á abido quatro beneficiados y dos curas en lugar de los quatro beneficiados; tiene V. S. ilustrísima proveidas dos dignidades; ay congrua substentacion para las quatro dignidades, siendo V. S. servido de que las aya, y sería suficiente número por agora, hasta tanto que V. S. ilustrísima sea servido de proveer más, siendo informado de la tierra.

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En la entrada del Rio se an de poblar como V.a S.a ilustrísima manda, ciudades; suplico á V. S. sea servido de en la una proveer un clérigo de Lograsan, ávil y muy buen eclesiástico, y que á la sazon sirve y es cura en Madrigalejo; y porque de presente no podré hacerle por la brevedad del tiempo venir á esta córte, remito á V.a S.a ilustrísima su exámen y aprobacion de títulos y dimisoria, á quien V. S. ilustrísima fuere servido llamarse Joan Carril.

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En el puerto de Sant Gabriel, manda V. S.' ilustrísima poblar una ciudad; suplico á V.a S. sea servido en ella ó en la que V. S. fuere servido, provea á Sebastian García, hermano mio, por alguacil mayor; es hombre ávil y de quarenta años, y que servirá el dicho oficio con mucha diligencia, porque la tiene para ello y para todo; más que á mí, me es lícito significar llevará su muger y dos hijas doncellas y un hijo; y en todo lo que V. S. fuere servido de proveer, hará V. S. ilustrísima acepto servicio á Dios y á mí, muy señaladas mercedes; es hombre que llevó á Sivilla quatorce ó quince hombres, y él é yo los suntentamos en Sivilla hasta embacallos con

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