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de artillería, uno y un condestable que los rija y dé órden, dé lo que an de hacer; y esto es á lo más corto.

Para la artillería, son necesarias las treinta valas para cada pieza, y antes más; y conviene que aya cien valas de caderas y puyas, para con ellas, poder desaparejar con facilidad los navios de enemigos que quisiesen entrar en el puerto.

Pólvora, plomo y cuerda de arcabúz, conviene lo aya de ordinario, de respeto, en cantidad, en la fortaleza; porque á faltarle, no se podria socorrer sin mucha dilacion.

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Y ansí mismo, conviene aya de respeto algunos arcabuzes y cinquenta é cien mosquetes, questos son de mucha defensa para la fortaleza, mayormente siendo en puerto de mar; y cantidad de picas y rodelas, y murrio nes y algunos coseletes; porque á una ocasion, la gente del pueblo y pasajeros, se an de recoger en la fortaleza, y conviene aya en ella armas de respeto, con que puedan defenderla y acudir á lo que convenga; y estas armas, conviene sean hechas á posta, y no valadís; porque puedan durar muchos años.

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El torreon, que en el capítulo octavo dice se debe hacer frontero del Morro, le parece será conveniente para el efecto que el capítulo refiere y para que el puerto se pueda cerrar con cadenas; aunque para esto convendria quel Morro tambien se fortificase, porque entrambos, los cabos de la cadena que cierran el puerto, conviene estén en partes fuertes y con centinelas, porque ningun enemigo los puede falsear.

En lo que dice, conviene aya una galeota para seguridad de los varcos y navíos sueltos, le parece que no abiendo de ser más de una y despoca fuerza, será de poco

ó ningun efeto, y tendrá poco menos costa que una galera; y quando hubiese de aber baxeles de remos en aquella costa, convendría fuesen dos galeras, que con estas se aseguraría toda la costa de la isla de Cuba, de la vanda del Norte del calo de Sant Anton, hasta toda la canal vieja; y habiendo ocasion, podrian acudir á la Yaguana y su comarca, y abiendo allí estas galeras, los cosarios que van á Tierra firme, y á Honduras y Campeche, no irian tan fácilmente como van, temiendo el desembocar la canal de Vahama, que para ir á buscar an de fuerza pasar á vista la isla de Cuba, donde las galeras abrian de andar; y así mismo, estas galeras podrian dar vuelta á los fuertes de la Florida, una ó dos veces al año, á recorrer aquella tierra, y pondrian mucho temor á todos los indios de la costa, para que no se rebelasen y estuviesen llanos y subjetos; y quando algun navio se perdiese en la costa de la Florida, como de ordinario se suelen perder, las galeras podrian con facilidad sacar del poder de los indios la gente que en ellos se perdiese, y sacar mucha hacienda de los navios; porque como hasta aquí se á visto de muchas naos que allí se an perdido, los indios an muerto y cautivado mucha gente, y sacado mucha suma de oro y plata; y esto cesaría, si entendiese que con fuerza de galeras abian de ser visitados á menudo.

INFORME DADO POR EL OBISPO GARAY AL EMPERADOR, DE LAS COSAS DE INDIAS. (1)

S. C. C. Magestad: Mandóme que hiciese la informacion, la qual es la siguiente: puesto que sea temeridad manifestar mi ignorancia á tan alto Consejo, la puridad de mi fé y deseo del bien general me hace libre de la culpa; para esto digo, que en tres cosas consiste el buen regimiento universal; la primera, en el temor de Dios; la segunda, en el exercicio de la justicia; la tercera, en la obediencia de la República; quando esto falta, dice Isaías, conversum est retrorsum juditium et justitia longe stesit quia corruit in plateis veritas et equitas non potuit ingredi; conviene que Vuestra Mages. tad ponga sus poderosas manos con rigor para destruir los abejones que consumen la miel de vuestras colme. nas, chupan los bienes temporales á los pobres, diminuyen vuestras rentas, consumen vuestros vasallos, la qual ponzoña, si Vuestra Magestad no la manda atajar con tiempo, crescerá tanto, perdiendo la vergüenza al mundo y el temor à Dios, que á penas en vuestros reynos tendreis abejuelas que labren miel, digo labradores, de donde procede el bien universal á todos los estados, y el acresentamiento de las rentas reales; y todo lo que han juntado los públicos usureros que son los abejones

(1) Archivo de Indias.-Patronato.-Est. 2, caj. 1, leg. 19.Sin fecha.

que arriba digo, castrando vuestras colmenas de jure divino, y natural, y positivo, con lo qual se conforma las leyes de vuestros reinos; todo es vuestro, y no digo que sola con buena conciencia se les puede levar, más que es mala conciencia dexárselo de tomar.

Tuvo orígen esta supersticion en vuestros reinos de España, de los nuevos convertidos de judíos, los quales han sembrado entre los cristianos viejos, en la Iglesia de Dios, la misma errónea que ellos antes tenian en la ley de Moisés usando dellas con libertad, con usura y ilícitas compras; y como los cristianos viejos ayan visto, los grandes intereses y ganancias que del trigo se les sigue, son tantos los que tratan, que en diez leguas al derredor, de cada cibdad y de gran pueblo, especialmente en la cibdad de Burgos, no dexan ningund trigo ni cevada, comprándolo no solamente primero que se coja, pero en comenzando á nascer, de donde redundan muchos, daños, y el mayor es el universal; porque despues que este uso se ha consentido, hánse encarecido tanto los bastimentos todos en tal manera, que en muchas partes se diminuyen las poblaciones; y porque á Vuestra Magestad, más claro le conste los grandes daños que desto resultan, solamente la cevada que ellos compran, basta para poner en necesidad las cibdades y vuestra córte, máxime en aquellos pueblos que viven de acarreo, así como Burgos y otros semejantes; todo lo que en ella se ha de comer, vestir y calzar, y todas las otras cosas necesarias, todas estas cosas suben y baxan, como sube y baxa la cevada á la prueba; cómo dará el labrador la carga de paja en Búrgos á catorce, valiendo la cevada á onze maravedis el celemin.

Otro más, cómo dará el mulatero que trae ocho mulos

con pescado fresco, á ocho la libra, comiéndole los mulos en un dia y en una noche un ducado de cevada; por este respeto van todas las otras cosas, desde el menor hasta el mayor, que ni á los grandes les basta su renta para sufrir vuestra córte, ni á los cortesanos su acostamiento, ni á los negociantes ni pleiteantes; que todos viven en necesidad, y aun á Vuestra Magestad con toda su grandeza; y solo los usureros viven sin ella; los quales daños vienen, y otros muchos se siguen, de asconder los logreros los bastimentos, que á no aber quien los ascondiese, todas las cosas valdrian barato, y valiendo barato, frequentarse yan, los tratos; acrecentarse yan, vuestras rentas reales; y disminuirse yar, los pobres; porque lo naMarian por las plazas, y no ascondidos, en las troxes enxemplo.

Señor; cómo se podrán remediar los pobres agora, porque sola que hecho el agosto, los labradores todos, venian á hacer dineros del pan que abian cogido, y lo vel.dian en las plazas para pagar sus pechos, rentas reales y alcabalas; pues agora que los logreros lo tienen comprado todo, primero que se cogiese como arriba digo, no solo no les queda que vender, más no les queda que comer, fuerza será que la carga del trigo que el logrero compró á nueve reales, del labrador, que los pobres la compreu del logrero á veinte y dos; justicia de Dios, que tal cosa se sufra en la tierra; pues esto así pasa, yo pienso que mientras obiere logreros, aunque llueva trigo, siempre ha de valer caro el pan; bien puede Vuestra Magestad creer, que muchos labradores han perdido todos sus bienes, y ellos andan absentados; yo sé de un labrador que era rico, á su manera de vivir, y como un Jogrero, tornadizo, fisico, que se llama el doctor Porres,

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