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quien Su Alteza obiere mandado ó á los sus oficiales de la Casa de la Contratacion de Sevilla, que V. muy ilustre señoría quiera guiar y dar hórden cómo Su Alteza sea servido de los mandar tener á recabdo, hasta tanto que, de las dichas tierras nuevamente descubiertas, á Su Alteza é á V. señoría se haga relacion del oro que llevan y cómo, porque por mucho que allá den, asegurada la grand cantidad que se dice que llevan, abrán podido hacer en ella muy grand fraude; y que ansí mesmo se remedie cosa tan fea y grave y tan en deservicio de Dios Nuestro Señor y de Su Alteza, mandándolos castigar como mas á su Real servicio convenga, porque sea en exemplo en semejantes delitos; y porque el dicho tesorero Gonzalo de Guzman, como testigo de vista que á todo se ha hallado presente, á V. muy ilustre señoría hará muy larga y particular relacion de todo lo demas que convenga, con la fidelidad que al Real servicio de Su Magestad debe, no daremos mas importunidad en esta á V. muy ilustre señoría.

Nuestro Señor la muy ilustre persona de V. S. por muy largos tiempos guarde y su estado prospere, con acrecentamiento de todo lo demas que por V. ilustre señoría se desea.-De la cibdad de Santiago, puerto desta isla Fernandina, á doce dias del mes de Otubre de quinientos diez y nueve años.-Servidores de V. señoría, que sus muy ilustres manos besan.-Diego Velazquez. Gonzalo de Guzman.-Pánfilo de Narvaez.

CARTAS DEL LICENCIADO AYLLON Á S. M., REFIRIENDO QUANTO HABIA ESCRITO EN OTRA DESDE SANTO DOMINGO EN 8 DE ENERO, Y HABER LLEGADO Á CUBA Y NOTIFICADO Á DIEGO VELAZQUEZ PAra que detuviESE SU GENTE, QUE IBA CONTRA HERNAN CORTÉS EN AQUELLA ISLA.—AÑO 1520. (1)

Muy alto y muy poderoso Inbistissimo Emperador, Cathólico Rey y Señor nuestro:

Desde la isla Española escribi haziendo relacion á Vuestra Sacra Magestad de cómo al licenciado Figueroa, su Juez de la dicha isla, con acuerdo de los Jueces y Oficiales de Vuestra Magestad y de otras personas de Consejo, le abia parescido que yo debia venir con los poderes del Abdiencia Real á esta isla Fernandina, y á la tierra nuevamente descubierta por Diego Velazquez, adelantado é gobernador della, para atajar el debate é rotura que se temia entre la gente de armada quel dicho Diego Velazquez enbiaba á la tierra nueva y la que allá está con Fernando Cortés, alçada contra el dicho Diego Velazquez é con voz de Vuestra Magestad; despues de lo qual yo bine y hallé á Diego Velazquez con la gente y armada en cabo de la isla, á la parte del Poniente donde son las dichas tierras, é hablé con él diziéndole lo mucho que Vuestra Magestad se creya que seria deservido, si contra el dicho Hernando Cortés enbiase, y el grande escándalo y alteracion é daño que dello se siguiria, y defendile con graves penas que no lo hiziese, sino quespë

(1) Archivo de Indias. Patronato, Est. 2.°, Caj. 1.o, Leg. 26.

rase lo que Vuestra Cesaria Magestad mandaba proveer en el negocio, pues de todo le estaba fecha relacion, y que esperaba que seria con brevedad proveido; é que antes que la dicha armada partiese para ninguna parte, quedase en la isla la gente que era necesaria, porque quedaba muy poca, é los indios della muy alterados, é se temia que se alçarian ó no querrian servir, ó arian otro yerro mayor, que dello abia abido muestras y sospechas, despues que bieron quel dicho Diego Velazquez é tanta gente queria salir de la isla; demas de lo qual, porque me pareció que desahazer la dicha armada de todo punto no era servicio de Vuestra Magestad, pues que, con la gente que quedase proveida esta isla, se podia descobrir mucha tierra, y estaban á la mitad del camino, con estar en cabo desta isla, y tenian los nabíos é bastimentos prestos, é porque no hera razon quel dicho Diego Velazquez, que tan bien â servido y se espera que servirá á Vuestra Magestad, perdiese lo mucho que en esta armada â gastado, pues se podia aprovechar, yo le dí parescer por ante escribano, de cómo me parescía que, cumpliendo con la poblacion desta isla y no yendo contra Hernando Cortés y gente que con él está, podia encaminar esta negociacion con mucho servicio de Vuestra Alteza y pró suyo, sin que perdiese nada de lo gastado, ante lo aprovechase; parescióle bien lo uno é lo otro, y dixo que lo queria seguir é hazer, despues de lo qual ofrecióse que ciertas personas de poco consejo, que aquí tiene, le alteraron y remontaron, con decirle que hera mengua suya quel Abdiencia Real le enbiase á enmendar lo que él hacia, é que no tenia poder la dicha Abdiencia para me aber enbiado, y que hera perjuicio suyo; y á este propósito me hizo ciertos requerimientos, sin em

bargo de los quales, de parte de la dicha Abdiencia, mandé lo mandado, é por no dar ocasion á que se estorvase la principal negociacion á que bine, é obiese conpetencia de jurisdiciones, tenporizé con el dicho Diego Velazquez, poniéndole delante el servicio de Vuestra Magestad é otras cosas que me pareció; é como él sea muy deseoso de acertar en todo lo del servicio de Vuestra Magestad, toho por bien de se quedar en la isla é no ir con la dicha armada, y que así mismo se quedasen muchos vecinos é otras gentes de trabajo, por lo que toca á la seguridad é poblacion desta isla; y enbía la otra gente y con ella por capitan á un Narvaez, hombre cuerdo y de ysperiencia y servidor de Vuestra Magestad, á que pacíficamente requiera á Hernando Cortés y á la gente que con él está, con los poderes y mercedes que de Vuestra Magestad tiene, de Gobernador é Capitan de la dicha tierra; y si le recibieren, pueble allí, y de no, se pase á poblar adelante y que enbie ciertos navios á descobrir y otras cosas, segun me mostró por la ynstrucion que le dá, en la qual en mucho se conforma con el parecer que le dí; pero porque, yendo alií el Capitan y gente, se podian ofrecer cosas ó ocasiones por donde obiesen de pelear los unos con los otros, aunque los de acá lleven propósito de no lo hazer, parecióme que, pues yo principalmente vine á estorvar que no obiese debate y escándalos, que debia seguir mi camino hasta los dexar pacificos, y así lo pongo por obra; pasado que sea el dicho Capitan de donde el Hernando Cortés está, me volveré Ꭹ haré entera relacion de todo lo que á su Real servicio convenga.

Guarde Nuestro Señor la muy esclarecida persona de Vuestra Sacra Cesárea Magestad, con acrecentamiento de mas Reynos y Señoríos.

Desta isla Fernandina, en el puerto de Guaniguanico, quatro dias del mes de Marzo de 1520 años.-De. V. Scra. Cesárea Magestad, muy humillde siervo, que sus muy Reales piés y manos besa.-El licenciado Ayllon.

CARTA DE LOS OFICIALES REALES DE CUBA Y DE DIEGO VELAZQUEZ AL EMPERADOR, SOBRE REMISION DE ORO FUNDIDO, PAGO DE DIEZMOS Y OTROS ASUNTOS DE GOBIERNO. (1)

Cesárea Cathólica Magestad.-La carta de Vuestra Cathólica Magestad rescebimos, hecha en la Coruña, y en ella dize Vuestra Magestad abernos respondido á otras nuestras cartas, las quales no abemos rescebido, ni respuesta de la relacion del oro que á Vuestra Catholica Magestad enbiamos, de la fundiçion pasada del año de 1519, que fueron veynte é un mill pesos, repartidos en ciertos nabios, de lo qual no abemos sabido relacion de Vuestra Cathólica Magestad, ni de su enperial Consejo; porque somos ynformados quel Reyno despaña no está pacífico y así mismo nos tememos que en las mares desta navegacion no lo estarán; sobre esto nos juntamos, para que con acuerdo y parescer de todos, se determinase si hera bien quel oro que en esta fundicion, que al presente se hace aquí, de Vuestra Cathólica Magestad, se enbiase; y todos juntamente acordamos que, hasta saber de Vuestra Cathólica Magestad ó de su enperial Consejo lo que debriamos hazer cerca dello, no enbiamos ningun oro en

(1) Archivo de Indias. Patronato, Est. 2.o, Caj. 1.o, Leg. 26.

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