Imágenes de páginas
PDF
EPUB

cum ipse qui ad ecclesiam et insulas predictas que populis Deum ab olim nullatenus ante noscebant, populate existebant et quarum nonnullarum habitationes plurium fidelium Xptanorum diversorum statuum ecclesiasticorum et laicorum secularium et regularium potencia, industria et virtute ad fidem catholicam sunt conversi tam pro hujusmodi conversis in fide catholica roborandis quam pro aliis adhuc in cecitate ignorancie persistentibus ad fidem hujusmodi convertendis, cum decenti et oportuna aliarum personarum comitiva personaliter transire in brevi desideret et proponat ac pro hujusmodi ipsius transitu faciendo et ecclesiarum ornamentis ac uno congruo navigïo ad alias insulas visitandas ac personis in artibus mechanicis instructis qui eosdem Canarios in illis instruant et informent ac ferro et aliis metallis oportunis emendis necnon ecclesiis edificandis ac pro se et fratribus Minoribus secum existentibus ad prefatas insulas et aliquibus Canariis citra mare in captivitate detentis a servitute redimendis et ad libertatem et easdem insulas reducendis non modica pecuniarum indigeat quantitate, nos ex hujusmodi pecuniarum defectu valeat tanti boni excucio impediri fraternitati tue de fructibus redditibus et proventibus ecclesie Ispalensis ad presens pastore carentis ad mensam archiepiscopalem Ispalensem spectantibus et tempore vacationis ipsius ecclesie obvenientibus apud quoscunque consistant summam mille ducatorum auri ad manus tuas recipiendi, exigendi, habendi ac omnes illos et pro hujusmodi transitu ac predictis necessitatibus et aliis oportunitatibus super quibus tuam conscientiam oneramus bonum arbitrium exponendi, distribuendi et etiam

convertendi, Contradictores quoque per censuram ecclesiasticam et alia juris Florencz

remedia compescendi plenam el liberam auctoritate apostolica tenore presentium concedimus facultatem. Dat. Florencie anno incarnationis dominice millesimo quadringentesimo tricesimo quarto, quinto kal. Januarii, anno quarto. (Archivo Vaticano. Eug. IV, tom. 8, fol. 5.)

1434 (Jan 13)

APÉNDICE III

Invasion de la Isla de Tenerife por los ingleses en 1797, por D. José Maria de Zuaznavar, entonces Fiscal de la Real Audiencia de aquellas islas, (leida en la Academia en 26 de Febrero de 1830).

El que á Neptuno el cetro arrebatando,

Dar pretende la ley al mar furioso,

Con escuadras inmensas, orgulloso,

A Brest, Dunquerque y Cadiz bloqueando:

El que en el Cabo y en Ceilan triunfando,

Fixa su pabellon victorioso,

Y corre las Antillas imperioso,

Islas á Holanda y al Frances tomando:

De Cadiz á Canarias conducido

Con altas naves y escogida gente
Invade á Santa Cruz, bate aguerrido:
Bom bea, tira, asalta: y justamente,
Por los Canarios es roto y vencido,

Mandados por Gutierrez el valiente.

Las islas africanas, ó adyacentes de España llamadas Canarias son interesantes por su situacion, la mas á propósito para el comercio de las cuatro partes del mundo; para arribadas; para punto de reunion de convoyes; para depósito de caudales, efectos y presas; para puertos francos; para surtir de comestibles frescos, y de vinos y aguardientes á los corsarios, y buques de guerra, y de comercio; para crucero de naves de guerra; para disponer expediciones disimuladas y ocultas; y para otros fines semejantes.

Pero casi todos estos objetos se pueden conseguir sin poseer las Canarias, teniendo una buena marina militar; como la debe tener toda potencia que posea estados ultramarinos. Yo he visto arribar á la Gran Canaria diferentes convoyes y escuadras holandesas, y proveerse de víveres, vinos y refrescos; he visto los mares de las islas llenos de corsarios y buques de guerra ingleses, destinados á aquel crucero; he visto convoyes enemigos anclados en lo que llaman Rio de Lanzarote, aguardando la reunion de las embarcaciones dispersas ó atrasadas; he visto las naves enemigas, haciendo la extraccion de vinos con bandera neutral (1) en el Puerto de la Orotava. Asi no es extraño, que las islas no

(1) Sin eso hubieran perecido las islas durante la ultima guerra con Inglaterra. Por lo que respecta à la via de Estado de mi cargo, decia el Sr. D." Ricardo Wall al Comandante General de Canarias en una orden de 20 de Febrero de 1792, prevengo á V. S. que, bien sean em

hayan merecido ser visitadas por una expedicion formal contra ellas. La de Drake en 1595, y la de Van der Doez en 1599 (1), no tenian por unico objeto las Canarias, y las demas no han sido de consideracion. Esta verdad se halla acreditada por las invasiones de los Berberiscos en Fuerteventura en 1593; en Lanzarote en 1569, en 1571, en 1586, en 1518 (?), y en 1749; y en la Gomera en 1618; las de los Ingleses en Lanzarote en 1596, en 1743, y en 1762; en la Palma, y en la Gomera en 1585; en Fuerteventura por dos veces en 1740; y en Tenerife en 1657 y en 1706; las de los Holandeses en la Gomera en 1599 y en 1617; las de los Franceses en la Palma en 1653; por las de algunos corsarios ingleses durante mi Fiscalia en los años de 1796 y 1797, en la parte del sur de la Gran Canaria, sin otro objeto que la aguada y el robo de algun ganado, y finalmente, por el suceso que voy á referir, acaecido en el mismo año de 1797, el cual, ademas de acreditar aquella verdad, es digno de atencion por la reputacion que despues ha adquirido el Almirante Lord Nelson.

El dia 22 de Julio del citado año de 1797, al rayar el alba, se descubrieron desde la Plaza de Sta. Cruz de Tenerife 3 navios de 74, 3 fragatas, un cúter y una bombarda, que habian puesto en el agua 30 lanchas con tropa, dirigidas en dos divisiones á la playa del Valle del Bufadero, de donde estaba ya bien cerca la primera, con intencion, segun toda apariencia, de sorprender el Castillo de Paso-Alto. Pero habiendoles faltado noche para verificarlo, se retiraron luego á sus buques: los cuales entre tanto se mantuvieron barloventeando frente del Puerto. A este tiempo se hizo ya en la Plaza la señal de alarma, y el Excmo. Sr. D." Antonio Gutierrez, Teniente General de los Reales Exércitos y y Comandante General de las Canarias, dio las disposiciones que juzgó oportunas para la defensa, siendo una de las primeras enviar tropa, que guarneciera el Cerro, que domina al citado Castillo, con 4 cañones, que solo pudieron ser del calibre de 4, por lo agrio de la subida, y despachar para la Ciudad de la Laguna al Teniente Coronel D." Juan Creagh y al Teniente del Regimiento fijo de Cuba D." Vicente Siera con algunos soldados (que con milicias de dicha Ciudad se aumentaron hasta el numero de quinientos hombres) para impedir que los enemigos pudieran internarse por los Valles, si acaso insistian en desembarcar por aquella parte.

Mantuviéronse los buques á la vela con las lanchas en el agua; hasta que á las ocho de la mañana, habiendo dado fondo las tres fragatas en frente del Valle del Bufadero, ejecutaron un desembarco de 600 hombres poco mas ó menos: los cuales, con cañones de certo calibre, se apoderaron luego de la altura que sigue al norte de la que ocuparon los Españoles, llamada la Mesa

barcaciones amigas neutrales, ó enemigas las en que se proporcione la facilidad de proveerse >de granos esas islas, es el animo de S. M., que sus moradores tengan libertad de ajustar y hacer sus contratas y transportes sin restriccion que pueda ser obstáculo á los consuelos que su paternal amor quiere franquearles, en tal consternacion..

(1) Las relaciones sincronas ó coetaneas de las invasiones de Francisco Drake y Pedro Van der Docz las he descubierto yo en el oficio de D. José Alvarado Esc." público y del número de la Ciudad del Real de las Palmas, formadas con intervencion judicial, protocolizadas desde el año 1601, y bien diferentes de las que han hecho despues los historiadores mas modernos y mas celebres de las Canarias, como expuse y demostré en el pleito que sobre aguas, siguen los vecinos del Lugar de San Mateo contra los que se titulan herederos del heredamiento de Satantejo. Estos documentos hé dado á luz en mi Compendio de la historia de las islas Canarias.

del Ramonal, quedando el Valleseco entre unos y otros. Por ambas partes se hizo algun fuego, sin efecto, por la distancia, y solo hubo dos enemigos muertos de los que bajaron al Barranco; pero desengañados los Ingleses de que por alli no podian adelantar nada hacia la Plaza, sin exponerse al fuego del Cerro que domina el Castillo de Paso-Alto, y descubriendo al Teniente Coronel Creagh ventajosamente apostado en lo interior del Valle, descendieron á la orilla del mar en la tarde del mismo dia, y se reembarcaron por la noche sin daño del fuego que se les hizo desde el Cerro y el Castillo: al cual respondieron con algunas bombas, que, aunque bien dirigidas á estos dos puntos, tampoco perjudicaron.

El 23 por la mañana, al cañonazo de uno de los navios se levaron las fragatas, y llevándose consigo las lanchas, fueron á unirse con el resto de la Escuadra hacia la parte del Sur de la Plaza, lado opuesto al de la primera tentativa. Allí permanecieron largo tiempo á la capa en Consejo de Guerra, y despues se aproximó el cúter á reconocer aquellas playas: lo que causó en la Plaza temores de desembarco por ellas; y siendo muy poca la guarnicion para atender á todas partes, ordenó el Comandante General á las diez de la noche que marchasen á reforzarla 250 hombres del Regimiento de milicias de la Orotava; 250 del de milicias de Garachico y una compañia del de milicias de Guimar, quedando el resto de ellas sobre las armas para marchar al primer aviso, no pudiendo extenderse á pedir mas gente por temor de que amenazando el enemigo á una parte de la isla, verificase por otra el desembarco.

El 24, amaneció la Escuadra á la vista con aumento de un navio de á 50, que se le habia unido y todos hacian fuerza de vela para aproximarse al Bufadero; al medio dia se despachó gente al mando de D." Santiago Madan, para que registrase los Valles donde el enemigo habia desembarcado el dia anterior, y reconociese si habia dejado alguna fuerza oculta, y por la tarde dió fondo la Escuadra en el mismo paraje que la primera vez. Las fragatas llevaban escalas de asalto fuera de sus costados para que se viesen desde la Plaza, y siendo dificil penetrar la verdadera intencion del enemigo, fué necesario dividir las pocas fuerzas de Santa Cruz, dejando guarnecidos en el modo posible los tres puntos de derecha, izquierda y centro de la linea. A las siete de la noche comenzó la bombarda á batir el Castillo de Paso-Alto que, ayudado del de San Miguel, correspondió con bala rasa y algunas bombas sin mas objeto (cerrada ya la noche) que el que presentaban los fuegos del enemigo.

A poco mas de las dos de la madrugada del 25, dia de Santiago, Patron de España, (en que se cumplieron 301 años que la Isla de Tenerife fué sometida á la obediencia de los Reyes Católicos) continuando el bombardeo menos activo, se observaron muchos botes y lanchas, que se dirigian á distintos puntos del centro de la linea, esto es, á las playas del Muelle, Carniceria y Barranco de Santos, en número de veinte y siete, segun se supo despues. Todos los castillos y baterias hicieron inmediatamente sobre ellas un fuego á metralla, tan vivo y sostenido, que sin embargo de la obscuridad, se consiguió echar á pique 10, con el cúter, que conducia cañones de campaña, municiones y un refuerzo de 400 hombres, de los que solo pudieron salvar 70, componiéndose todo el cuerpo de desembarco de 1500, hombres, segun las noticias que posteriormente dieron los enemigos. Las 17, lanchas que escaparon del estrago de la artilleria (comprehendido un barquito de la primera tierra de Canaria, que ha

« AnteriorContinuar »