Flores de poetas ilustres de España ...

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Juan Quirós de los Ríos
Imp. de E. Rasco, 1896
 

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Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 185 - ... goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lilio, clavel, cristal luciente, no sólo en plata o viola troncada se vuelva, mas tú y ello juntamente en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Página 23 - LA TEMPESTAD Y LA CALMA Yo vi del rojo sol la luz serena turbarse, y que en un punto desparece su alegre faz, y en torno se oscurece el cielo con tiniebla de horror llena. El austro proceloso airado suena, crece su furia, y la tormenta crece, y en los hombros de Atlante se estremece el alto olimpo y con espanto truena; mas luego vi romperse el negro velo deshecho en agua, ya su luz primera restituirse alegre el claro día, y de nuevo esplendor ornado el cielo miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera...
Página 378 - ... coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre.
Página 11 - LLEVÓ TRAS SÍ LOS PÁMPANOS OCTUBRE Llevó tras sí los pámpanos octubre, y con las grandes lluvias insolente, no sufre Ibero márgenes ni puente, mas antes los vecinos campos cubre. Moncayo, como suele, ya descubre coronada de nieve la alta frente; y el sol apenas vemos •en oriente, cuando la opaca tierra nos lo encubre.
Página 101 - Pedís, Reina, un soneto; ya le hago; ya el primer verso y el segundo es hecho; si el tercero me sale de provecho, con otro verso el un cuarteto os pago.
Página 365 - Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto, mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 50 - Mayo • y al cielo las estrellas rayo á rayo. Injuria es de las gentes que de una tortolilla Amor tenga mancilla, y que de un tierno amante escuche sordo el ruego y mire el daño ciego Al fin es dios alado y plumas no son malas para lisonjear á un dios con alas.
Página 359 - ... Cansóse el Cura de ver más libros, y así, a carga cerrada, quiso que todos los demás se quemasen; pero ya tenía abierto uno el Barbero, que se llamaba Las lágrimas de Angélica. — Lloráralas yo — dijo el Cura en oyendo el nombre — si tal libro hubiera mandado quemar; porque su autor fue uno de los famosos poetas del mundo, no sólo de España, y fue felicísimo en la traducción de algunas fábulas de Ovidio.
Página 238 - Como el triste piloto que por el mar incierto Se ve con turbios ojos sujeto de la pena ,, Sobre las corvas olas, que, vomitando arena, Lo tienen de la espuma salpicado y cubierto, Cuando sin esperanza, de espanto medio muerto, Ve el fuego de Santelmo lucir sobre la antena, Y, adorando su lumbre, de gozo el alma llena, Halla su nao cascada surgida en dulce puerto...
Página 130 - Descaminado, enfermo, peregrino, en tenebrosa noche, con pie incierto, la confusión pisando del desierto, voces en vano dio, pasos sin tino. Repetido latir, si no vecino, distincto oyó de can siempre despierto, y en pastoral albergue mal cubierto piedad halló, si no halló camino. Salió el Sol, y entre armiños escondida, soñolienta beldad con dulce saña salteó al no bien sano pasajero.

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