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acuerdo logrado entre los Miembros de la Misión, sobre un determinado número de puntos. Esa apreciación se ofrece en las conclusiones que la Misión formula y eleva al Ministro, conclusiones adoptadas por unanimidad, y que se recomiendan a la atencion del Gobierno.

* * *

No siendo posible extractar en la Crónica las diversas memorias o informes a que acabamos de referirnos, nos limitamos, por hoy al menos, a trasladar aquí las conclusiones formuladas por la Misión belga:

«<Los sistemas-dice ésta-conocidos en Europa con el nombre de <<Taylorismo» y en América con el nombre de «Cientific management» no están ni jamás han estado tan difundidos en los Estados Unidos como generalmente se cree. Pero el espíritu de estos sistemas y los principios de la organización científica, han encontrado felices aplicaciones en un gran número de administraciones y empresas: un arte y una ciencia de la organización basados sobre la observación y la experiencia hállanse en vías de elaboración progresiva y penetran en los dominios todos de la vida americana, Es esto cierto, lo mismo con relación al Ejército que a la Industria, a la Beneficencia que a la Enseñanza, a la Higiene que al Co

mercio.

Estiman los miembros de la Misión belga, que los poderes públicos deberian favorecer la propagación de los principios de la organización científica, interesando tanto en su estudio como en su aplicación, a patronos e ingenieros de una parte, y de otra a empleados y obreros.

Sería útil establecer un servicio especial en el Ministerio del Trabajo o en el Departamento de asuntos económicos, a fin de acometer la publicación de los documentos relativos a esos problemas; contribuiría por todos los medios a ilustrar la opinión pública en esa esfera.

»Es, por otra parte, deseable, que las grandes administraciones del Estado participen de ese movimiento y aseguren el desenvolvimiento de los métodos preconizados. Podrían crearse oficinas con ese objeto en los Departamentos de Ferrocarriles, Agricultura, Obras Públicas.

>>Es necesario, se añade, la introducción de un nuevo espíritu en la enseñanza pública. Debe ésta, ante todo, preparar a la juventud para la acción en el mundo moderno. Son para ella necesidades primordiales el desarrollo de la salud, la formación del carácter, el conocimiento de los probremas económicos y sociales. Es indis

pensable para los ingenieros, médicos y abogados, el estudio de las cuestiones obreras, especialmente de la medicina social. La organización científica, el derecho sindical, la psicología del trabajo. Es preciso enseñar a los futuros empleados los principios y la práctica de la organización científica.

>>Las mismas ideas deberían presidir la reorganización de la enseñanza profesional. Tanto en América como en Inglaterra, se comprende muy bien, sobre todo después de la guerra, cuán importante es elevar el nivel intelectual de los obreros y multiplicar sus conocimientos técnicos.

Los miembros de la Misión belga han podido comprobar que la actitud de los grandes industriales americanos, frente a los problemas del trabajo, evolucionan en un sentido favorable al progreso social. Cada día se extiende más la convicción de que para favorecer la producción es preciso colocar la mano de obra en las mejores condiciones posibles de salud, bienestar, y satisfacciones, mejorando las relaciones entre los obreros y la dirección; y además, iniciar gradualmente al personal en los problemas de la gestión, especialmente introduciendo para la fijación de las condiciones del trabajo y de los salarios, el régimen del contrato colectivo o, cuando menos, de la negociación con los representantes de los obreros. La experiencia ha demostrado en general a los industriales americanos las ventajas de las jornadas de trabajo moderadas, así como la utilidad del descanso de la tarde del sábado. Gracias, en gran parte, a la intervención del Gobierno en el régimen de las industrias de guerra, la jornada normal de ocho horas tiende a ser la costumbre en los Estados Unidos. Se han observado buenos efectos desde el punto de vista económico y social como consecuencia de la creación, en las fábricas, de servicios especializados: Departamentos de prevención de accidentes; servicio médico (higiene de la fábrica, examen médico periódico de los obreros y de los empleados, tratamiento de enfermos y lesionados), oficina de personal (encargada del reclutamiento de la mano de obra, de su distribución, de su adaptación profesional y de la disciplina), refectorios, almacenes, cantinas, vestuarios, fuentes de agua potable, lavabos, duchas, roperos, campos de juego, bibliotecas, círculos, casas obreras y jar. dines obreros. De la misma suerte, el alumbrado y la ventilación, la limpieza de la fábrica, así como la profilaxis, las enfermedades profesionales, se manifiestan como factores importantes de la producción.

Están a la orden del día el problema de la fatiga y el del modo más racional de fijación del salario.

>>Se afirma la opinión en los Estados Unidos de que a trabajo igual debe corresponder un salario igual, sin distinción de sexos, y de que el empleo de las madres de familia como obreras de fábricas no es admisible sino cuando existan instituciones bien llevadas, a las cuales puedan confiarse los niños durante las horas del trabajo de sus madres.

>>Se estima, generalmente en América, continúa la Misión, que el trabajo en la industria no debería comenzar antes de los diez y seis años de edad. Se consideran como garantías eminentemente deseables, la presentación de un certificado de actitud física, el examen médico periódico y la instrucción profesional, hasta la edad de diez y ocho años cuando menos.

Se extiende rápidamente en el seno mismo de las empresas industriales y comerciales, la institución de un servicio de investigaciones científicas, y de un departamento de enseñanza general y técnica, más especialmente con vistas a la adaptación profesional.

En ciertos casos, los industriales se agrupan a este efecto; a menudo se las ve también crear oficinas de estudios y de informaciones a cargo del esfuerzo común.

La cooperación entre industriales se manifiesta fecunda y económica en un gran número de dominios: Oficinas de organización, de compras, de ventas, de distribución de la producción, de publicidad; instalaciones comunes para la producción de la fuerza motriz, etc.

Gracias, sobre todo, a la importancia de su mercado interior, la industria americana ha podido aumentar considerablemente la producción nacional mediante la especialización y la regularización de los útiles y de los productos, así como mediante el desenvolvimiento de los medios mecánicos.

La creación del National War Labor Board, formado por representantes de las organizaciones obreras y patronales, ha producido los más felices resultados, tanto desde el punto de vista de la producción manufacturera como desde el de la prevención y de la solución de los conflictos industriales.

Los miembros de la Misión citada advierten que los salarios elevados, aunque en América coinciden con la elevación del coste de la vida, van acompañados de condiciones de existencia notablemente superiores a las que dominaban en Europa antes de la guerra.

***

Según el tratado de Versalles- art. 400-el Consejo de Administración del Organismo Internacional del trabajo es el encargado de formular el orden del día de la Conferencia del citado Orgànismo, después de haber examinado las proposiciones presentadas por los gobiertos de los Miembros (Estados) o por cualquiera de las organizaciones profesionales más representativas a que se refie re el art. 389 del tratado al hablar de la designación de delegados no gubernamentales.

Ahora bien, el Consejo de Administración - que como es sabido tiene hoy su residencia en Ginebra, después de haber examinado en sus reuniones de Londres - Marzo último - y de Génova - Junio - las diversas cuestiones a él sometidas, ha preparado el orden del día de la próxima Conferencia, la cual comprende los siguientes particulares:

1. Reforma de la constitución del Consejo de Administración de la Oficina internacional del trabajo.

2. Cuestiones agrícolas:

a) Adaptación al trabajo agrícola de las resoluciones adoptadas en la Conferencia de Washington (de 1919).

I. Reglamentación de las horas de trabajo.

II. Medios de prevenir el paro forzoso y de remediar sus consecuencias.

III. Protección de las mujeres y de los niños.

b) Enseñanza técnica agrícola.

c) Alojamiento de los trabajadores agrícolas.

d) Garantía de los derechos de asociación y de coaligación.

e) Protección contra los accidentes, la enfermedad, la invalidez y la vejez.

3. a) Desinfección de lanas contaminadas por el carbúnculo.

b) Prohibición del empleo de la cerusa en la pintura.

4. Descanso semanal en la industria y en el comercio.

5. a) Prohibición del empleo de toda persona menor de diez y ocho años en el trabajo de las calderas.

b) Visita médica obligatoria de los niños empleados a bordo de los buques.

Las tres primeras cuestiones que figuraban en el orden del día se inscribieron por el Consejo de Administración de la Oficina internacional del Trabajo en la reunión que este organismo celebró en Londres en los días 22 a 25 de Marzo de 1920. La cuarta cues. tión se adicionó en la reunión celebrada por dicho Consejo en Génova en los días 8 y 9 de Junio del mismo año. La quinta se ha inscrito en el orden del día, conformándose al párrafo 3.o del art. 402

del Tratado de Paz y a consecuencia de una decisión tomada en la Conferencia general en su segunda reunión celebrada en los días 15 de Junio a 10 de Julio de 1920. La Conferencia general, en su sesión de 29 de Junio de 1920, decidió inscribir el tema a) de la quinta cuestión por 70 votos contra 10, y el b) por 78 contra 2.

El Presidente del Consejo de Administración-añade la Revue du Travail belga (de donde tomamos estos datos) -- deberá, además, someter a la Conferencia general un informe acerca de los trabajos realizados por la Oficina internacional del Trabajo desde la reunión de Washington celebrada, como se recordará, desde el 29 de Octubre al 29 de Noviembre de 1920.

Por su parte, el Director de la Oficina Internacional del Trabajo-que lo es M. Alberto Thomas--deberá presentar una memoria sobre la aplicación de los proyectos de convención y de las recomendaciones acordadas en la Conferencia de Wáshington. En la próxima Conferencia se dará, por fin, cuenta de un informe de la Comisión internacional de Emigración, constituída por el Consejo de Administración, conforme a una resolución adoptada por la Conferencia de Washington.

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En los días 11 a 13 del mes de Octubre último se reunió en La Haya el Comité central de la Alianza Cooperativa Internacional. Asistieron a las sesiones 36 delegados que representaban las organizaciones cooperativas de Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda, Rusia, Hungría, Suiza, Checo-Eslovaquia, Noruega, Suecia, Lituania, Armenia, Georgia. Se hizo representar el Director de la Oficina internacional del trabajo.

El Comité examinó la situación financiera de la Alianza Cooperativa Internacional y discutió un anteproyecto de revisión de los estatutos de ésta. Inmediatamente procedió a un nuevo examen de la situación rusa, en aquellos aspectos que interesan a la Alianza Cooperativa y que pueden definirse en los siguientes términos:

1.o Cuál es la situación en el seno de la Alianza, y especialmente de su Comité central, de los delegados que han recibido su mandato de las sociedades cooperativas rusas, toda vez que las medidas tomadas por el Gobierno soviético han alterado por completo el carácter de esas Sociedades, transformándolas en «comunas de consumo» obligatorias, haciendo de su órgano central (Centroso· gen) un órgano dependiente del poder político, y 2.o ¿Cuál debe ser la actitud de la Alianza frente a las negociaciones relativas a la reanudación de las relaciones comerciales con Rusia?

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