Efectivamente, el 21 de Noviembre, cuando la plaza había perdido ya toda esperanza de socorro, cayó el marqués de Leganés sobre el campo enemigo, trabándose una recia y empeñada batalla, en la cual la fortuna abandonó completamente á D'Harcourt. Éste tuvo que abandonar el campo perdiendo más de 6.000 hombres y retirarse á Balaguer, quedando Lérida salvada y recobrados por el marqués de Leganés los lauros que en aquellos mismos campos había perdido.

que apoya su aserción, me ha parecido bien dejarlo como está en el texto *.

Algún tiempo después de escritas estas líneas, he podido averiguar que efectivamente, en las actas del Consell general, custodiadas en el archivo de Lérida, consta que en 12 de Octubre de 1646 mandó el gobernador Brito, de orden del rey, expulsar de la ciudad toda la gente inútil y la que excediese de 1.200 habitantes, pero que se opuso á ello fuertemente con sus ruegos el Consejo. Esto prueba la verdad de lo dicho por Ballester. Queda, sin embargo, por averiguar si el suceso de que nos hablan Feliu y la relación anónima citada tuvo lugar después del 12 de Octubre, à consecuencia de una nueva orden de Brito; lo cual pudo muy bien suceder, teniendo en cuenta que la relación anónima no cita la fecha y que, aun cuando Feliu fija la del 4 de Octubre como la del suceso, puede muy bien ser equivocación, ya que no es la primera fecha equivocada en la obra del analista catalán.

CAPÍTULO XXXIII.

Fiestas en Barcelona.-Nombramiento del príncipe de Condé.—Su llegada á Barcelona.-Nuevo sitio de Lérida.-Escenas del sitio.-Los violines del príncipe de Condé.-Levántase el sitio.-Leva de 1.00 soldados.-Paseos militares.-Retirada del marqués de Aytona.Sitio de Constantí.-Condé regresa á Francia.-Entra en Barcelona el nuevo virrey cardenal Mazarini.-Se disgusta el virrey con los catalanes y regresa á Francia.-Le reemplaza Schomberg. -Sitio y toma de Tortosa.-Sentencia del gobernador de Castell de Asens.— Disgusto con los franceses.-Sucesos favorables á las armas de Felipe IV.—Expedición de D. José Dárdena.—Prisión del general Marsin.-Estratagema de los franceses para apoderarse de Tarragona.El duque de Vendome virrey.-Médicos enviados á Tortosa por la peste.-Los castellanos se apoderan de Castell Lleó.-Reyertas de paisanos y franceses.-Pérdida y recobro de Falset por los catalanes. -Peste en Cataluña.-Conspiración descubierta en Barcelona.Victoria del marqués de Mortara.—Sitio de Tortosa.—Capitulación de la plaza.-Embajada á Francia.

(DE 1647 Á 1650.)

Inauguróse el año de 1647 por medio de grandes fiestas en Barcelona á causa de haber dado á luz la virreina condesa de Harcourt un niño, del que se decidió fueran padrinos el conceller en cap, á la sazón D. Onofre Vila, en nombre de la ciudad, y Doña María de Rocabertí. Las fiestas fueron espléndidas, á juzgar por la memoria que de ellas nos queda en los dietarios. Hubo sarao en la Diputación, iluminaciones, torneo en el Born, y por medio de un grandioso espectáculo se figuró la tradicional fábula del viaje de un conde de Barcelona á Alemania, su combate en palenque abierto para

salvar á la emperatriz calumniada, y luego la venida de dicha emperatriz á Barcelona 1.

Duraba aún en la ciudad el eco de estas alegrías, cuando el domingo 10 de Marzo se presentó á los concelleres y diputados M. de la Marca, notificándoles cómo el rey había dispuesto llamar al conde de Harcourt á París, nombrando en su lugar para virrey de Cataluña al príncipe de Condé. Gran sentimiento demostraron los barceloneses, y diéronsele bien claro á comprender al mismo conde de Harcourt, que en 28 de Marzo fué despedido afectuosísimamente por el pueblo catalán 2.

Luis de Borbón, entonces duque de Enghien, conocido después en la historia por el gran Condé, hizo su entrada en Barcelona el 11 de Abril, siendo recibido con la solemnidad y ceremonias de costumbre. Llegaba á Barcelona el joven príncipe con su frente orlada por los laureles de Rocroy y de Friburgo, y pudieron los catalanes concebir esperanzas, que no se realizaron por cierto, ya que la fortuna se declaró aquí contraria al hombre «que había nacido general,» según la expresión de Voltaire.

Juró el príncipe como virrey, y recibidas todas las asistencias de gente, dinero y armada, hechos los preparativos y vecino el tiempo de la campaña, salió de Barcelona el 8 de Mayo y se dirigió á poner sitio á Lérida, persuadido de que había de tener mejor suerte que su antecesor el de Harcourt. Sin embargo, no fué así. Todo el valor y toda la pericia militar de Condé y de sus generales se estrellaron en los muros de Lérida, heróicamente defendida por el mismo D. Gregorio Brito.

1 La relación de estas fiestas, escrita en romances castellanos, se halla entre hojas del Dietario de la ciudad: mes de Febrero de 1647. Dietario de la ciudad.

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Es fama que el príncipe, al llegar al pie de la ciudad, mandó que las músicas militares diesen la vuelta á la plaza hiriendo los aires con marciales y alegres tocatas para animar á sus tropas, y esto fué lo que dió pie á la fábula, aceptada hasta por escritores insignes, de que se había presentado ante Lérida mandando á algunos músicos tañer los violines como si fuese objeto de escarnio para él la conquista de tan débil y desmantelada plaza. Al sonido de las músicas de Condé contestó la plaza con un silencio sepulcral, y á las alegres voces de los sitiadores correspondió Brito prohibiendo en la ciudad hasta el sonido de las campanas, que no permitió tocar ni aun para reunir el consejo general para la renovación ordinaria de paheres, la cual no pudo efectuarse por este motivo 1.

Este silencio, que los sitiadores tuvieron por de mal agüero, sólo era interrumpido de vez en cuando por un rumor sordo y un grito de ¡Alerta en las murallas! tras

1 En el cap. VIII de la Histoire amoreuse de la cour d' Angleterre, memorias del caballero de Gramont, obra para mí desconocida cuando publiqué la primera edición de esta HISTORIA, se cuenta el hecho de manera que merece consignarse.

Se cree que al llegar el príncipe ante Lérida, con deseo de retar al gobernador y á la plaza, mandó empezar los trabajos de trinchera por el primero de sus regimientos, en pleno día y á los acordes de una música compuesta de 24 violines. Por la noche el regimiento se entretenía también con la música y la holganza, cuando de repente sonó en la plaza el grito de ¡Alerta en la muralla! que fué seguido de una salva de cañón y de mosquetería, y esta salva de una vigorosa salida que, después de destruir las obras de la trinchera, arrojó las tropas del príncipe del campamento general. Al día siguiente el gobernador Brito envió por un trompeta varios regalos de helados y frutas al príncipe de Condé, rogándole que le dispensara si no tenía violines para contestar con otra á la serenata que tuvo la bondad de darle; pero que si le era grata la mú sica de la noche anterior, trataría de repetirla, mientras el príncipe le hiciese el honor de permanecer ante la plaza. Y en efecto, las salidas nocturnas continuaron hasta que se levantó el sitio.

el cual una vigorosa salida de los sitiados diezmaba la hueste de los sitiadores. Dícese que seis veces se repitió este grito, y otras tantas recibieron las tropas catalanofrancesas terribles estragos en sus filas, particularmente en una ocasión, entrado ya el mes de Junio, en que la sorpresa del campo francés fué tal y tan terrible el estrago, que se achacó á milagro lo que no era sino valor y destreza de Brito y los suyos.

Viendo Condé debilitarse sus fuerzas con aquellas vigorosas y mortíferas salidas, volvió por primera vez las espaldas á sus enemigos, y se retiró el 18 de Junio hacia las Borjas, donde puso su cuartel general, después de haber pasado el Segre por un puente de barcas que deshizo aquella misma noche. Brito dió á los paheres noticia de este acontecimiento por medio de un oficio, cuyo laconismo contrasta con el memorable hecho á que se refiere 1.

A 21 de Junio tuvo el Consejo de Ciento el parte oficial de haberse levantado el sitio, lo cual fue recibido con sentimiento, mayormente cuando pocos días antes, á 14 del mes, había el mismo Consejo decidido hacer una leva de 1.000 soldados para reforzar el campo del virrey 2.

La noticia del levantamiento del sitio de Lérida produjo muy mal efecto en Francia, lo propio que en Cataluña, y fué causa de gran quebranto para la reputación y autoridad del príncipe de Condé. En unas me

1 El oficio de Brito, que existe original en el archivo municipal de Lérida, dice así: "Según parece, el enemigo va acuartelando su ejército: con que de presente con el favor de Dios á quien sean dadas gracias, podemos darnos por libres del sitio que nos había puesto y detenía el curso de los establecimientos de V. S.; y así cuando sean servidos, podrán juntar su consejo y hacer su acostumbrada elección de paheres., Archivo municipal: Acuerdos del Consejo de Ciento, volumen del 1647.

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