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Guzman, en recompensa de aquellas villas, y se las restituyese. El rey holgó dello, y rogó á D. Alonso Perez de Guzman el Bueno, que tomase en equivalencia en otra parte del reino cual quisiese, porque allí se le daría. Don Alon. so Perez, aunque estaba contento con la villa de Zafra, por tener en Estremadura una buena villa y en buena parte, donde concurrian á los mercados y ferias della mucha gen te, para comprar y vender, pero por hacer servicio al rey, determinó de aceptar el trueco; y considerando en qué parte de Castilla le convenia á él mas alguna villa, halló que la villa de Vejer, que es cerca del estrecho de Gibraltar, le convenia por dos razones: la primera, por ser junta con el estado que D. Alonso Perez de Guzman por allí tenia, que era con Chiclana, el Puerto de Santa María, Rota, Chipiona, Sanlúcar y Medinasidonia, que la tenia empeñada en quinientos mill maravedís. La otra razon, por amor de la guarda de las almadrabas, de que le habia fecho merced el rey D. Sancho, parecióle que Vejer mas que otro pueblo le convenia; de manera que por estas razones señaló á Vejer en trucco de Zafra y Safrin y la Halconera. Y el rey y D. Alonso Perez hicieron sus cartas de trueque y cambio, y las firmaron en firmeza dello.

CAPÍTULO XXXIX.

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Como en tiempo de D. Alonso Perez de Guzman el Bueno entró la villa de Chiclana en el señorio de Sanlúcar, por merced que el rey le hizo della c 145

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El rey D. Fernando IV deste nombre dice en un previlegio, que hace merced á D. Alonso Perez de Guzman el Bueno por muy grandes servicios que á su padre el rey D. Sancho y á él habia fechɔ, á él habia fecho, especialmente porque tenia poblados sus castillos del Puerto de Sancta María y el de Vejer, y amparaba allí los cristianos que por allí andaban, y á su costa tenia aquellos castillos contra los moros; que le hacia merced de la tierra despoblada que solia ser aldea, y se llamaba Chiclana, que estaba yerma, que era término de la puente de Cádiz, para que la poblase y hiciese allí castillo, y fuese suyo aquel pueblo y término con todas las cosas que al rey le pertenecian, salvo la superioridad, fecho en Badajoz á quince de mayo, año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mill y trecientos y tres años.

CAPÍTULO XL.

Como la villa de Conil entró en el estado de Sanlúcar en tiempo de D. Alonso Perez de Guzman el Bueno, en la cual labró un castillo que hoy tiene.

De suso se ha dicho que el rey D. Sancho IV hizo merced á D. Alonso Perez de Guzman el Bueno de las alma

drabas de la costa de la mar con el lugar de Conil. Este lugar era de pocos vecinos, y como D. Alonso Perez de Guzman comenzó á armar las dichas almadrabas, pareciéndole que este lugar aprovecharia para la guarda de la gen. te dellas, hizo aquí un castillo con sus muros y torres, y en medio una torre fuerte y grande muy bien labrada, como hoy parece, que se llama la torre de Guzman. Hizo en el dicho castillo un aposento con una gran sala, alto y bajo muy bien labrado. Despues D. Enrique de Guzman, duque de Medina, segundo deste nombre, acrecentó en este castillo cierta obra, como adelante se dirá.

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FIN DEL SEGUNDO LIBRO.

LIBRO TERCERO.

De D. Juan Alonso de Guzman, primero deste nombre, segundo sebor de Sanlúcar.

CAPÍTULO PRIMERO.

Como D. Juan Alonso de Guzman; despues del fallecimiento de su padre, tomó la gobernacion del estado de Sanlúcar, y con mucha gente fué al cerco de Algecira.

Don Juan Alonso de Guzman, hijo del muy excelente y memorable varon D. Alonso Perez de Guzman el Bueno, tomó la gobernación de su estado de Sanlúcar, luego que su padre murió, siendo de edad de veinte y cuatro años, que fué en el año del nacimiento del Señor de mill y trecientos y nueve años, siendo rey de Castilla y de Leon D. Fernando, cuarto deste nombre, que llamaron el Emplazado, hijo del rey D. Sancho IV.

Luego que D. Juan Alonso de Guzman tomó el estado, se aparejó con toda su gente y fué al cerco de Algecira, á ver al dicho rey D. Fernando que allí estaba, y besándole las manos el rey lo recibió muy bien, y le confirmó el nuevo señorío y todas las villas y lugares, mercedes,

quitaciones y tierras que el rey D. Sancho su padre y él habian hecho merced á D. Alonso Perez de Guzman el Bueno su padre, y le dió previlegio dello.

Holgóse mucho el rey con la venida de D. Juan Alonso de Guzman, y de la gente que traia; porque aquella semana se habian partido del real sin licencia del rey, el infante D. Juan su tio y D. Alonso su hijo, y D. Juan Manuel hijo del infante D. Manuel, y D. Hernan Ruiz de Saldana, con hasta quinientos caballeros, y no le quedaba al rey en su hueste mas de seiscientos caballeros. Y como habian visto ir al infante D. Juan con casi la mitad de la gente del real, todos los que quedaban, holgáran que el rey levantára el cerco de Algecira y se fuera. Mas el rey, como era mancebo, hombre de gran esfuerzo, no lo quiso hacer, ántes respondió, que queria mas morir allí honrosamente que levantarse con vergüenza. Y por esto se holgó mucho el rey con D. Juan Alonso de Guzman y con la gente que llevaba. Dende a pocos dias llegó el infante D. Felipe, hermano del rey, y el arzobispo de Sanctiago con cuatrocientos caballeros, con que tomaron gran esfuerzo.

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Estando el rey D. Fernando sobre Algecira hizo tantas aguas, que en tres meses nunca dejó de llover; por lo cual hobo gran falta de bastimentos on cl real, que ni por mar ni por tierra podian venir. Mas D. Juan Alonso de Guzman estaba mejor proveido que otros señores; porque le llevaban bastimentos de su villa de Bejer, que es una jornada de Algecira, y él proveia al rey y otros señores; por lo cual el rey le dió lugar que le hablase el Andaraz moro, vasallo del rey de Granada, que le venia con tratos para que alzase el cerco. Y concertóse en esta manera: que el rey de Granada diese las villas de Quesada y de Belmar, que habia tomado al rey D. Fernando siendo niño, con to

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