tivadas, no son en ningun parage tan distintas como en el pays de Caracas. Es muy rara la vez en que la poblacion, la industria comercial, y los progresos intelectuales vayan disminuyendo de la costa al interior.

SECCION IV.

TEMPERAMENTO.

SEGUN la situacion de este pays, que comienza desde el 12° de latitud septentrional, y que se extiende hacia la linea equinoccial, diriase que es imposible que este pays presente mas que un sol devorador, y una tierra inhabitable por el calor excesivo: pero la naturaleza ha variado talmente el temperamento de su clima, que en varios parages sus habitantes gozan de una perpetua primavera, mientras que en otros la latitud natural exerce los poderes que le han sido asignados.

El calor del pays no es tan insuportable como algunos se imaginan, á causa de su elevacion. Junto á la costa es seguramente excesivo; pero ascendiendo gradualmente á las regiones mas altas, el viagero halla que va disminuyendo insensiblemente, y observa con placer, las produciones vegetales de muchos payses concentradas

en un pequeño espacio. El calor en el valle del Orinoco es verdaderamente intenso, el termometro sube hasta 115°.

SECCION V.

TEMBLORES DE TIERRA Y VOLCANES.

LA cadena de los Andes contiene en sus entrañas estos materiales de destruccion. Terremotos los mas tremendos han ocurrido en estas regiones, y desde el Cotopaxi á las orillas del Estrecho de Maguellanes, se cuentan quarenta volcanes, que arrojan lava, enormes peñascos, nubaradas de cenizas, torrentes de agua, de cina liquida, de azufre, ó vientos destructores de un aire ardiente que vomitan por su aber

tura.

pe

A la verdad lo que mas notable es en el sud de los Andes son estos conos volcanicos, cuya hinchazon, llena de hendeduras que aterran por su inmensurable profundidad, y que los intrepidos naturales atraviesan sin el menor temor, por medio de unos puentes que cuelgan de un lado á otro, y que estan formados de las fibras de plantas equinocciales. Sobre estos fragiles y tremulos pasages los naturales lleban algunas veces á los viageros en una silla atada

á sus espaldas é inclinando su cuerpo marchan con un paso firme y al mismo tiempo ligero; pero quando llegan al medio, la vibracion del puente es tan grande que si se detubiesen tan solo un segundo su destruccion seria inevitable: el Indio y su carga caerian en el abismo, cuya profundidad el ojo no puede descubrir. Estos puentes se hallan amenudo impasables, a causa de sus materiales, presentando al temeroso Europeo que visita aquellas regiones, abismos terrificos sobre los que los Indios brincan sin el menor temor.

Es una observacion que la mayor parte de los habitantes de estas provincias han hecho, dice Depons hablando mas particularmente de Caracas, que la lluvia antes de 1792 iba siempre acompañada de truenos y relampagos, y que desde entonces hasta 1804 caia en grande abundancia sin ninguna apariencia de tormenta. El cree que la electricidad atmosferica se halla atraida y concentrada en aquella masa que forma las Cordilleras, y que á esta causa deven atribuirse los temblores de tierra, que experimentaron en Cumana en el mes de Diciembre de 1797, y que tan grandes daños causaron. No se han vuelto á sentir ninguno de estos temblores desde 1778 y 1779.

El 1 de Mayo de 1802, á las onze de la noche, hubo en Caracas un temblor bastante fuerte, su vibracion era del oeste al este. El 20 del mismo mes á las quatro y cinco minutos de la tarde,

hubo otro en direccion vertical que duró ut minuto, pero la tierra no tomò su nivel horizontal sino dos minutos despues. El 4 de Julio á las dos y quarenta y ocho minutos de la mañana, se sintieron dos temblores; y el mismo dia a veinte y cinco minutos para las siete de la mañana hubo otro, aunque no tan fuerte. Las causas y origen local de los terremotos parecen residir en la provincia de Cumana; pues alli son mas violentos que en algun otro parage.

SECCION VI.

ESTACIONES.

La

EN esta parte del Sud de America el año no tiene las mismas divisiones que en Europa. primavera ó el otoño son igualmente desconocidos. Invierno y verano son las unicas estaciones. No es el frio ó el calor el que señala los limites á estas dos estaciones, pero unicamente la lluvia y la sequedad.

La cantidad de agua que cae en aquellas provincias al este de Caracas, es casi igual. Los llanos, las montañas y los valles, participan en igual grado de las ventajas é inconvenientes de las lluvias; que, sin embargo, tienen sus in

tervalos. Hay dias en que no cae gota: hay otros, aunque no muy freqüentes, en que la lluvia es incesante. Por un calculo aproxîmado llueve, en la estacion de las lluvias, tres horas cada dia, esto es un dia con otro, y mas freqüentemente por la noche que por la maña

na.

La llovizna ó rocio de las regiones polares no se ve nunca aqui; pero los repentinos y violentos chaparrones de la zona torrida, y la descarga de los grandes aguatochos que se precipitan de los cielos con el impetu de un torrente dan mas agua en un dia que las lluvias de Europa en seis. La cantidad total de las lluvias equinocciales es de diez veces mas que la de las lluvias articas ó antarticas. De aqui nace que todos los rios salen de sus madres, y continuan afuera de ellas durante la mayor parte de la estacion: todo saquellos canales exteriores formados por la violencia de las innundaciones, que durante el resto del año continuan secos, se vuelven en torrentes; y las tierras estan cubiertas de agua hasta una distancia inmensa, en la que el viagero no descubre sino las cimas de los mas altos arboles las

que le sirven de mojones. Esta especie de mar accidental se forma principalmente en las llanuras septentrionales del Orinoco, y en uno de sus espacios se extiende á ciento y cincuenta leguas de largo y quarenta de ancho.