SECCION XXXVII.

QUITO.

LA jurisdiccion de Quiro, independiente de la ciudad, contiene 25 aldeas ó parroquias.

Las tierras estan cubiertas de plantaciones en los llanos, en los valles, y en los declives de las montañas, tan arriba como es posible estarlo de suerte que producen una utilidad al labrador. Como los valles son calientes, cultiban en ellos la caña de azucar, y el algodon; en los llanos, maiz; y en las regiones mas altas, trigo, cebada, &c. El trigo Europeo fue introducido en Quito por el Padre Jose Rixi, nacido en Ghent en Flandes, el que sembrò un poco cerca del convento de S" Francisco, y los Frailes enseñan aun el vaso en el que vino el primer trigo de Europa, como una sagrada reliquia.

Sobre la region que produce trigo, cebada, patatas, &c. apacentan numerosas greyes de ovejas, que producen gran cantidad de lana; y tambien crian muchas vacas, para hacer queso y manteca.

La mayor parte de las aldeas de Quito estan habitadas por Indios.

La capital de esta presidencia es QUITO. Está situada en el 78° 10′ 15′′ de longitud occi dental, y en el 6° 13′ 27′′ de latitud meridional, al declive oriental de la cadena occidental de

los Andes equatoriales, á 35 leguas de la costa del Mar del Sud, La montaña volcanica de Pichincha es la base sobre la que está sentada esta celebre ciudad; y sus hendiduras son tan numerosas en las inmediaciones, que muchas de las casas estan construidas sobre arcos; y á causa de lo desigual del terreno, las calles son muy irregulares. La ciudad tiene en su vecindad las grandes llanuras de Turubamba, y de Inna Quito, cubiertas de quintas y bien cultivadas: la union de estas llanuras forma una lengua de tierra, en la que varias de las calles estan edificadas.

La altura de Quito sobre el nivel del mar es de 9510 pies, y tiene á su espalda la cima conica del Javirac, que está debaxo de la del Pichincha; Javirac estando á 10,239 pies sobre el oceano, tiene por consiguiente 729 pies mas que la ciudad.

El temperamento del clima de la ciudad es tal, que no se siente ni el frio ni el calor en ninguno de sus extremos, aunque los dos se pueden experimentar á una muy pequeña distancia de ella. Todo el año es una perfecta primavera, con muy poca diferencia: vientos muy agradables que atraen los perfumes de las cultivadas llanuras hácia la ciudad, son siempre constantes y nunca impetuosos. La lluvia solamente desciende aveces en torrentes, é impide las labores del campo. En un clima semejante y en medio del abundancia, la ciu

dad está á cada hora expuesta á temblores de tierra, y los habitantes estan freqüentemente ocupados en exâminar la mas ligera variacion en los fenomenos celestes, y en continua aprehension; pues por estos creen poder juzgar de la proximidad de las concusiones subterraneas, que tan freqüentemente han destruido la ciudad. En 1775, se experimentó una de estas muy destructiva. En 1797, el 4. de Febrero, la faz de todo el distrito se vio cambiada, y en el espacio de un segundo 40,000 almas pasaron á la eternidad. Durante esta tremenda escena, la tierra se abrió en todas sus direcciones, y vomitó azufre, pecina, y agua. Este terremoto influyó sobre el temperamento del aire, que es ahora comunmente entre 40° y 55°; mientras que antes era entre 66° y 68° desde entonces temblores violentos se han experimentado con freqüencia.

La ciudad de Quito está bien provista de agua por varias corrientes que baxan de las montañas, las que se hallan conducidas á la ciudad por medio de conductos. Varios de estos arroyos se juntan en un parage, y forman el riachuelo Machangara, que baña la parte meridional de la ciudad, y sobre el que hay un puente de piedra.

Las calles principales estan todas ellas empedradas, y las casas son anchas y comodas, por lo general tienen un piso de alto; hechas de adobes y de tierra, y cimentadas con una

especie de argamasa de que usaban antiguamente los Indios, y que se vuelve sumamente solida. La plaza mayor de Quito está adornada con la catedral, el palacio del obispo, el consistorio, el palacio de la real audiencia, y con una fuente muy hermosa que está en su centro. Quatro calles terminan á los angulos de esta plaza, que son anchas, derechas, y bien construidas por cosa de 400 varas, entonces comienzan las cuestas y los terrenos desiguales; y por esta razon el luxo de los coches es desconocido. Ademas de la plaza mayor, hay otras dos bastante grandes y varias pequeñas. En estas estan las iglesias y los conventos, que son por lo general edificios muy hermosos. El hospital es de bella arquitectura, y hay varias salas de justicia, la contaduria, la tesoreria, &c.

La poblacion se computa á 70,000 almas; entre los que hay familias de mucho rango, y que descienden de los conquistadores, ó de los primeros colonos. Apesar de los horrores que ocasionan los terremotos, y el estado de continua aprehension en que los habitantes tienen que hallarse, son sin embargo alegres, vivos, y amigos del placer, del luxo, y de las diversiones.

El barro y el agua caliente que vomita el volcan, difunde mucha fertilidad en la vecindad de Quito. Alli se ve una perpetua sucesion de frutas, flores, y hojas, durante todo

el año, y aun en un mismo arbol. Siembran y cortan el trigo al mismo tiempo; y los pastos son tan excelentes que la carne de carnero, de buey, &c. es muy buena. El queso que hacen es tambien muy rico, y el consumo tan grande que sube á 70,000 6 80,000 duros. Tambien hay excelente mantequilla, y nada falta para el servicio de mesa, ya sea en superfluidades ó en cosas necesarias.

En esta provincia fabrican algunos generos en algodon. Estos los envian al Peru; por los que reciben en cambio, oro, plata, encaxes, vinos, aguardientes, aceite, cobre, plomo, estaño, y azogue.

El trigo de Quito lo envian á vender á Guayaquil; y la costa de Guatimala envia añil, hierro, y acero, por los que se lleban varias de las producciones de Quito, por medio de Guayaquil. Sin embargo el comercio de Quito es por la mayor parte interno; y esta provincia no contiene ninguna vena metalica que esté trabaxada, aunque suponen que exîsten muchas y muy ricas; entre las villas de Cuenca y Azogue se halla mercurio.

Quito es celebre por haber sido la escena donde se midio un grado del meridiano por los matematicos Franceses y Españoles, en el reynado de Luis XV. La llanura que escogieron para la mensuracion de la grande base, está situada á 1592 pies mas abaxo que la ciudad de Quito, y á quatro leguas al nort-este de