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Tierra Firme, y tales son á esta epoca los que aun conservan su independencia, á pesar de las armas del conquistador, y de la moralidad pacifica de los misioneros.

Lavaysse cuenta la anecdota siguiente:"Una señora conocida mia habia contraido mucho afecto por una joven Paria, que era sumamente hermosa. A causa de esto la dimos el nombre de Gracia. Tenia diez y seis años, y se habia ultimamente casado con un Indio de veinte y cinco años, que era cazador. Esta señora se divertia en enseñar á la India á coser y á bordar. Un dia la diximos, "Gracia, tu que eres tan bonita, que hablas bien Frances, y que vives con nosotros, no debias vivir como las otras Indias, y te daremos vestidos. ¿No ves á tu marido como gasta pantalones y camisa ?" Con esto consintio à que la vistiesen. La seňora no perdio ningun tiempo en esta ceremonia, á la que tube el honor de asistir. La pusimos una camisa, un zagalejo, medias, zapatos, y un pañuelo de Madras en la cabeza. Parecia sumamente bonita, y se miró al espejo con mucha complacencia. Poco despues su marido volvio de la caza con tres ó quatro Indios: asi que la vieron, todos ellos hecharon una gran carcajada, y empezaron á chancearse sobre sus vestidos nuevos. ¡La Gracia, toda corrida de vergüenza, se puso à llorar, y se marchó á esconder al quarto de dormir de la señora, en donde se quitó los vestidos, saltó por la venta

na, y volvió á entrar en el quarto toda desnuda! -Lo que prueba que al ser vista en aquel aparejo por su marido, sintio una sensacion igual á lo que una Europea sentiria al verse sorprendida sin sus vestidos."

SECCION XIX.

DEL MODO DE VIVIR.

Los Indios mantienen que no hay ningun placer ó gozo mas puro debaxo del sol, que la embriaguez y la ociosidad. El licor el mas fuerte es su bebida favorita. En otros tiempos, las mugeres solian preparar para ellos una especie de vino hecho de frutos, tales como los del anana, el corosol, &c. ál que la fermentacion daba un grado considerable de fuerza. Aquel licor se llamaba chiche: pero han abandonado su fabrica al hallar que es facil obtener ron, y otros licores fuertes. El Indio pasa su vida en beber y en dormir. Con muchisima pena dexa él su hamaca, quando la inclemencia del tiempo, inutilizando las labores de la agricultura de su muger, se ve obligado á ir á caza: entonces concierta sus medidas con tal destreza, que con el trabaxo de un dia se asegura alimento y reposo para toda una se

mana.

Los Otomakes, que habitan los terrenos altos del Orinoco, son una excepcion á la regla general. Aun conservan entre ellos la costumbre de jugar á la pelota.

Tambien muchos de los Indios baylan. La monotonia de su bayle aumenta porque las mugeres no se atreven á tomar parte en él. Los hombres, viejos y jovenes, forman un circulo, con las manos enlazadas; y se vuelven ahora á la izquierda, y despues á la derecha, durante varias horas, y con el mas grave silencio. Por lo comun los danzantes hacen de musicos. Algunos sonidos languidos, que sacan de una serie de cañas de alturas diferentes, forman un acompañamiento lento y lastimero. El primero

que abre la danza, dobla las rodillas en una especie de cadencia, para dar la medida: algunas veces todos ellos hacen una pausa cada uno en su lugar, y executan ciertos movimientos oscilosos, meneando su cuerpo de un lado al otro. Las cañas que forman su instrumento, estan en linea, juntas las unas con las otras, y se parecen á las flautas del dios Pan, segun las hallamos representadas en las procesiones Bacanales de los vasos Griegos. Unir cañas de diferentes tamaños, y hacerlas sonar en sucesion pasandolas por los labios, es una idea simple, y que naturalmente se presenta á todas las naciones. Es asombroso el ver con que prontitud los Indios jovenes fabrican y entonan estas flautas, quando á la orilla del rio encontraban

estas cañas (carices). Los hombres en un estado de naturaleza hacen, en todas las zonas, mucho uso de estas graminas con vastagos largos. Los Griegos dixeron con mucho verdad, que estas cañas habian contribuido á sugetar á las naciones, por las flechas que de ellas se hacian; á suavizar las costumbres de los hombres, por el encanto de la musica; y á despejar el entendimiento, habiendo producido los primeros instrumentos de la escritura. Estos diversos usos de las cañas muestran en cierto modo los tres periodos de la vida de las naciones. Es preciso admitir que las tribus del Orinoco estan aun en el primer grado del 'alba de la civilizacion. La caña no les sirve mas que para guerrear y cazar; y las flautas de Pan, de que hemos hablado, no han despedido aun sonidos que sean capaces de despertar sentimientos suaves y humanos, en aquellos payses distantes.

SECCION XX.

DE LAS ARTES.

YA hemos mencionado el conocimiento de los Indios con respecto á varios colores.-Tambien fabrican esteras, cestas, y talegas.-La fabricacion de vasijas de barro es peculiar á las diferentes tribus de la grande familia de May

pures; y, segun parece, era lo mismo en tiempos antiguos. En casi todos los parages del monte, lejos de toda habitacion humana, se hallan fragmentos de alfareria quando se caba la tierra. El gusto por esta especie de fabricacion, parece haber sido hasta ahora comun á los habitantes de las dos Americas. En el norte de Mexico, á las orillas del rio Gila, entre las ruinas de la ciudad de Azteck ;* en los Estados Unidos cerca del tumuli de Miamis ;† en la Florida, y en todos los parages donde se hallan algunas huellas de su antigua civilizacion, el suelo encubre fragmentos de alfareria pintados; y la grande semejanza que los adornos ofrecen es muy visible. Las naciones salvages, y aquellas que aunque civilizadas‡ se ven condenadas por sus instituciones civiles y religiosas á imitarse continuamente, tratan, como por instinto, de perpetuar las mismas formas, de conservar un estilo peculiar, y de seguir los metodos que emplearon sus antecesores. En el Norte de America se han descubierto fragmentos de alfareria en lugares donde se hallan ruinas de fortificaciones, y murallas de ciudades construidas por un pueblo enteramente extinguido á este momento. Los diseños de estos fragmentos se parecen mucho á los que

* Casas grandes.

+ Drake, en su obra interesante, "Vista del Cincinnati." Los Hindus, los Tibetianos, los Chinos, los antiguos Egipcios, los Azteckes y Peruanos.

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