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filantropicos por los que tanta sangre ha corrido en el campo de batala, y sobre el patibulo.

"Pero despues de haber cumplido con todos sus deberes respecto á las otras naciones, Colombia tiene otros que cumplir hácia si misma, y son, que sus derechos sean igualmente reconocidos. Colombia no debe sus posesiones á nadie: se ha originado á si sola, y no cuenta mas que con sus propios medios de subsistencia. Independiente, libre, fuerte, é invulnerable, no obedece otro sentimiento sino el de una benevolencia universal; solo aspira á que sus relaciones con aquellos que quieran tratar con ella sean faciles, amistosas, y utiles.

"Un vasto y rico continente, habitado por gente civilizada, no puede quedar mucho tiempo olvidado del resto del mundo sería siempre dificil formar relaciones permanentes y ventajosas, y tales que los intereses comerciales exigen, entre estados cuyos gobiernos no se reconocen reciproca

mente.

"Estos principios nada equivocos, estas importantes consideraciones, imponen sobre el infraescrito la obligacion de comunicar á su Excelencia el Ministro de Negocios Extrangeros, las intenciones de su Gobierno, que son las siguien

tes:

"1o, Que el Gobierno de Colombia reconoce á todos los Gobiernos existentes, qualesquiera que hayan sido su origen, ó su forma.

"2°, Que no tendra comunicacion excepto con los Gobiernos que reconozcan á Colombia.

"3°, Que se asegurara á los miembros de qualesquiera nacion que haya reconocido á Colombia, la proteccion y libertad de comerciar en sus puertos, y la de residir en el pays.

"4°, Que los mismos puertos se cerraran, y no se abonaran privilegios, á los individuos de las naciones que no hayan reconocido á Colombia.

"5°, Que el retardo de admision en los puertos de Colombia, será proporcionado al retardo del reconocimiento.

"6°, Que se tomaran medidas para excluir los generos de los payses que rehusen ó retarden reconocer á la Republica de Colombia.

"El infraescrito, al comunicar á su Excelencia los sentimientos y principios de su Gobierno, urge la necesidad de una pronta respuesta. Su Excelencia tiene demasiadas luces para no sentir los motivos de semejante demanda de la parte de un Gobierno, cuya capital está á una distancia tan grande; y que estando ocupado en el mismo momento con su organizacion interna, y con la de sus relaciones extrangeras, no

puede admitir de la dilacion ó minutiæ diplomatica, de que antiguamente se acostumbraba, y de que se podria aprovechar en estas nuevas circunstancias, que por la misma razon de su novedad, es aun otro motivo para desear una pronta solucion, la que Colombia espera con igual confianza de las miras sabias del Gobierno de ***** , y de su propia fuerza. "El infraescrito se aprovecha de esta ocasion para asegu rar á su Excelencia el Ministro de Negocios Extrangeros de su mas alta consideracion.

(Firmado)" F. A. ZEA."

"Paris, el 8 de Abril de 1822."

Ningun diario Ingles respetable hízo comentos impropios sobre la nota precedente. Esto se reservaba unicamente para los papeles Franceses. Pondremos ante el lector estas dos muestras de ridiculidad absurda, y nuestra replica á las mis

mas.

Sobre la circular del Senor Zea, el Drapeau Blanc del 19 de Abril contiene, entre otras, las siguientes observaciones :—

"El autor de la circular," dice este papel, "comienza diciendo, que todo el universo habia oido de la grande lucha entre los Colombianos, y sus antiguos amos, los Españoles. "¡Todo el universo!" dice el Drapeau Blanc, " eso es decir demasiado. Yo pregunte á mi lavandera en Boulogne, y á mi quesero en Viry, si habian oido de tal lucha, y confesaron humildemente que jamas habian oido hablar de la grande lucha que habia hecho temblar la tierra.

"En una palabra, es demasiado para Colombia amenazar al mundo entero de ser excluido de sus puertos si no reconoce su independencia; porque es probable que Colombia tenga mas necesidad del comercio del mundo, que el mundo necesidad de su comercio.

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Despues de haber dado nuestra opinion sobre la Nota del Sor Zea, declaramos que no confundimos con el diplomatico republicano, aquel ilustre sabio, aquel literato distinguido, en una palabra, aquel hombre tan digno de una estimacion universal por lo vasto de sus conocimientos, como por la amabilidad de su caracter, la suavidad de sus modales, Y la brillantez de su ingenio. SALGUES.

"

Las siguientes fueron las observaciones que hicimos al momento de su publicacion :

Si este

El primer punto que en este trozo (que hemos aqui acortado mucho) merezca replica alguna, es aquel en el que se asegura que la Republica amenaza al mundo, de que el mundo tiene mas necesidad de Colombia para el comercio, que Colombia del mundo. Ahora pues, ninguna amenaza hay en decir en nombre de la Republica, y eso á todo el mundo, lo que todo hombre libre dice quando piensa negociar con otro, traficare contigo baxo la condicion de que ha de ser en terminos justos y reciprocos, de otra suerte no lo hago. Se entiende que todo comerciante dice esto al mundo entero; ¿pero quien es el que toma eso por amenaza, quando no es mas que establecer una regla, ó promulgar un principio? ¿Estaría bien decir al que notifica publicamente, que ciertos generos se venderan baxo ciertas condiciones, que es un mentecato por desafiar al mundo, y que maldita la necesidad tiene el mundo de él? Seguramente que el mundo puede subsistir sin el comercio de Colombia, ó de qualesquiera otro pays particular; pero debe por eso Colombia, ú otro pays particular, franquear su comercio á los demas payses? bello retazo de chanzas y graciosidades hubiere sido dirigido á los legitimos monarcas de Francia y España, que reconocieron é hizieron un tratado con los Americanos del Norte, quando apenas habia comenzado la insurreccion, quando las tropas Inglesas estaban poniendo el sitio á sus ciudades, y que los navios de Inglaterra bloqueaban sus puertos, quiza hubieramos podido hallar algo de sentido. Pero seria una retaliacion demasiado amarga atraer á la memoria las inauditas crueldades de los Españoles, quando invadieron un pays lexano, y cazaron sus inocentes habitantes con perros de presa; y seguramente que los Legitimos de España y de Francia no deben estar muy agradecidos a Monsieur Salgues, por las ironicas reprehensiones que su zelo le ha sugerido. Luis XVI. dio uno de los golpes mas tremendos á la legitimidad, asistiendo á los Americanos al principio de la revolucion; y, para hacerlo mas vergonzoso, sus miras no eran las de ayudar á hombres que se batian por su libertad, pero unicamente para perjudicar al ligitimo monarca de Inglaterra. Todo esto M. Salgues nos ha traido á la memoria, con malicia ó con simpleza, no importa. Seriamente, la causa del muy legitimo rey de España, y la conducta de sus predecesores, no puede ganar mucho ya sea argumentando ó ridiculizando, pues de todos los modos recae siempre sobre ellos. Una de las historias que pinta una nacion con colores los mas negros,

es la de la conquista de America. La empresa de borrar la mancha seria inutil. Es indelible, y todo el universo lo sabe, excepto quiza la lavandera, el quesero, y el erudito M. Salgues. Pero la verdadera explicacion de le saña de M. Salgues es esta:-Cree, como muchos de sus alucinados compatriotas, que Francia ha perdido su libertad baxo los Bourbones y las bayonetas Inglesas; y se resiente al ver que hay otras naciones que pretenden ser mas libre que la suya, pues eso es, en otras palabras, ser mas grande que Francia. A su vista amarillenta se le figura ver las alas del aguila Francesa cortadas para siempre,-hasta los mismos cañones arrancados,agitarse en el polvo,-sus ojos ofuscados y hundidos,-y quando en ellos penetra un rayo de luz, que la hace ver seres libres y dichosos, que ella, en el tiempo de su poderio, hubiera podido facilmente destruir, lo unico que puede hacer es dar chillidos, como M. Salgues, de rabia y desesperacion. Pero consuelese M. Salgues; pues Francia no se hizo para ser libre. Es natural al Frances ser vil y baxo. Le gusta estar siempre arrodillado,-en casa delante de su dama,afuera delante de su Grand Monarque ó Emperador. Una cadena, ya sea de hierro ó ya de flores, no importa, con tal que tenga cadena para bailar, es todo quanto él desea. Aun el mismo Napoleon le hubiera hecho libre, pero él no quiso, porque entonces no hubiera podido bailar en cadenas: de suerte que hizo á Napoleon Emperador y Grand Monarque; y de aqui resultó que cayeron los dos á tierra. Asi lo dixo Napoleon á su perfido senado quando cayó; y seguramente que M. Salgues no tiene motivos para dudarlo. Si no fuere demasiado atrevimiento tomariamos la libertad de informar á M. Salgues, que el Gobierno Ingles ha reconocido, por un acto recientemente decretado, el pavellon de Colombia; de suerte que M. Salgues puede continuar baylando al son de la Caramañola, ó al de Vive Henri Quatre, segun él y sus amigos juzguen al presente mas conveniente.

Habiendo defendido la nota del Senor de Zea contra el ataque del Drapeau Blanc, tenemos que decir algunas quantas palabras al Journal de Debats.

Hagamos ver quales son los fundamentos sobre los que este diario se cree obligado á apelar á la Francia, y aun á toda la Europa, para que consideren como colonos y dependientes. de España, á los habitantes de payses extensos y lexanos, que han ganado la libertad con sus propias espadas, y á la que estan ahora levantando un templo de legislacion.

Estos son:-Los Gobiernos Europeos no pueden tratar con Colombia, y de consiguiente no pueden reconocer su independencia; porque, 10, "Ignoran que haya habido tal revolucion en el Sud de America." 2o," Colombia no tiene mas que 8 ó 10 mil soldados." 3o," Colombia hace emprestitos, y paga puntualmente su interes en Londres." 4o,"No se sabe quales son los limites de Colombia." 5°, " No hay ninguna federacion entre los varios Estados que componen á Colombia."

Jamas hemos visto un argumento que tenga la mas minima pretension á logica, que iguale lo absurdo de este. Ninguna fuerza tiene en sus partes individuales; y el modo en que las proposiciones se hallan reunidas, debilita aun mas cada parte separada. Si los Gobiernos Europeos ignoran la existencia politica de Colombia, por donde han sabido el numero de sus tropas, la falta de demarcacion en su territorio, ó la de una federacion entre los Estados que la componen? Si es cierto que los Gobiernos Europeos ignoran la existencia de Colombia; para que gastar mas tiempo en la materia, despues de eso no hay nada mas que añadir; pues, suponiendo la primera proposicion verdadera, las otras no seran mas que conjeturas-pero conjeturas tan vagas y vanas, como las de un autor que disputase sobre las formas de gobierno en la luna ó en Saturno? ¿Pero en que consiste que los Gobiernos Europeos ignoran la existencia de Colombia? ¿Debemos acaso tomar esta declaracion segun nos la dicta el sentido comun, ó segun la etiqueta de los gabinetes? Si es segun aquel, entonces la antigua maxima de que, “para la ciencia no hay camino real," se halla pervertida; y debemos ahora abandonar ese sentido por el de que "la ciencia no puede hallar el camino del trono." Nosotros creimos siempre que el odio des grandes monarques por la libertad de la imprenta, se referia unicamente á la grande nation, y á la verdad no hubieramos nunca soñado que era para la ventaja del mismo grand monarque, á no habermoslo asegurado de ello el redactor de un diario que hasta las mismas palabras estan pesadas en la balanza de la aprobacion real. Admiramos el candor de esta admision, pero dudamos de lo politico de ella. ¿Es posible que oigamos decir al Journal de Debats en terminos claros, y lo que que es aun mas, avec privilege du roy, que el Rey -que el Gabinete Frances ignora una Revolucion que ha durado mas que el sitio de Troya? Imposible que este sea su sentido. És mas probable que sea este otro :-que la informacion, aunque muy cierta, aunque tan clara y fixa como la luz á las doce del dia, no ha llegado con aquella pompa y magestad, que tanto concuerdan con las antiguas nociones de legitimidad, y con los animos reales. Mucho sentimos que

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